Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Iglesias y Rivera calientan en Catalunya para su duelo en las generales

Albert Rivera y Pablo Iglesias se juegan en Cataluña la posición de salida hacia las generales

Jordi Molina

Pablo Iglesias y Albert Rivera se disputarán este 27 de septiembre mucho más que la segunda plaza en Catalunya. Está en juego, además, medir con qué fuerza sale cada formación de cara la carrera electoral de las generales. Para los líderes de Podemos y Ciutadans, las elecciones catalanas son la primera vuelta de un partido crucial que terminará en diciembre con la constitución del nuevo Congreso. El desgaste del bipartidismo, anticipado en las municipales de mayo y confirmado según los sondeos, abrirá más que nunca el escenario político, y tanto naranjas como morados quieren aprovechar las grietas de décadas de alternancias PP-PSOE.

Mientras no llega la fecha clave para los comicios estatales, ambos partidos se intercambian estos días todo tipo de acusaciones mientras recorren pueblos y barrios catalanes. Cualquiera podría pensar, a juzgar por la presencia en campaña de Rivera e Iglesias, que ambos se postulan para presidentes de Catalunya. Sin embargo, el cabeza de lista de Catalunya Sí que es Pot –la candidatura en la que confluye Podemos con ICV-EUiA y Equo— es el activista vecinal Lluís Rabell, hasta hace poco un desconocido para la mayoría del electorado. Y, por parte de Ciutadans, es la joven diputada Inés Arrimadas, quien trata de aprovechar el liderazgo de Rivera.

Según todos los sondeos Ciutadans sería, a día de hoy, la segunda fuerza del Parlament, ocupando entre 19 y 20 escaños. Eso sí, a poca distancia de Catalunya sí que es Pot, con una horquilla de entre 18-19 diputados, según el sondeo del CIS anterior al inicio de la campaña. Si finalmente se confirman las encuestas -que cada vez situan a los de Rivera con más ventaja con respecto a los de Iglesias, como se desprende del sondeo elaborado por celeste-Tel para eldiario.es– Ciutadans lograría capitalizar el voto contrario a la independencia desde una posición de fuerza. Nada menos que coronando a Arrimadas como líder de la oposición. Algo que soplaría viento a favor de Rivera con vistas a las generales y que podría usar para poner en jaque a socialistas y populares, incapaces, según el partido naranja, de solventar el “desafío” soberanista de Catalunya.

Sin embargo, el relato será muy distinto si se acaba imponiendo la confluencia liderada por Rabell. Y es que si bien Catalunya Sí que es Pot no es, de facto, una lista independentista, sí tiene entre sus propuestas la construcción de “una República Catalana” a través de un proceso constituyente “no subordinado”. El capital político de Catalunya Sí que es Pot pondrá las cosas difíciles a la elección de Artur Mas, pero el perfil soberanista de la candidatura encabezada por Rabell sintonizaría con las capas más socialmente comprometidas de Junts pel Sí y con la CUP, una posibilidad que dibujaría un Parlament favorable a un cambio de status quo. Ante este panorama, el relato de Ciutadans, que quiere erigirse como el garante de la unidad entre España y Catalunya a ojos del resto del Estado, perdería fuerza.

El impacto de los últimos debates electorales y la recta final de la campaña todavía pueden cambiar el escenario. Ciutadans y Podemos tratan de pescar los últimos apoyos en el área metropolitana de Barcelona, su principal puerto y donde más han focalizado sus respectivas campañas. Comarcas históricamente bajo la influencia del PSC -Barcelonès, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat- seran decisivas para dirimir si, finalmente, Catalunya Sí que es Pot logra la sorpresa, o por el contrario son los de Rivera -al margen del voto independentista- quienes ganan el pulso del llamado “voto castellanoparlate”. Otro dato que sirve para poner entre paréntesis las encuestas lo facilitan las mismas muestra preelectorales, como la última GESOP. El 25% de los electores aún no han decidido a quién votarán, y de ellos hasta el 74% son castellanoparlantes.

“Podemos independentista” vs “Ciutadans, muleta del PP”

“Podemos independentista” vs “Ciutadans, muleta del PP”La importancia de la batalla catalana se ha traducido en un cuerpo a cuerpo que se ha dejado ver en los debates y actos electorales. La estrategia de Ciutadans pasa por acusar a Iglesias de independentista. Algo que el partido naranja defiende en base al perfil soberanista de la lista catalana y, también, de los pactos de Podemos en Badalona, con la CUP, o en Pamplona, con Bildu. “Iglesias no sabe responder a la pregunta de si quiere o no que Catalunya se vaya”, le ha recriminado Rivera a Iglesias. Algo a lo que Arrimadas se ha agarrado, recordando acto tras acto que Rabell, “es independentista”.

El pasado reciente del cabeza de lista de Catalunya Sí que es Pot, que votó Sí-Sí el pasado 9 de noviembre, ha sido el mejor pretexto para desarrollar la teoría de que Podemos es independentista. Rabell nunca ha escondido sus simpatías hacia esa posición, o su apoyo a la campaña Esquerres pel SíSí, que trataba de comprometer a personalidades y formaciones de la izquierda catalana con la independencia. La formación presume en público de contar con la simpatía de independentistas –como es el caso del sector independentista de ICV— como muestra de pluralidad. “Nuestra propuesta une diferentes acentos del catalanismo, entre ellas el independentismo o el federalismo, y que el denominador común es el derecho a decidir”, contaba Rabell en una entrevista con este medio.

El derecho a decidir también sirve de munición desde la óptica contraria. Desde las filas de Catalunya Sí que es Pot cargan contra Ciutadans por presumir de regeneración pero dar la espalda a reivindicaciones democráticas. “La diferencia entre ustedes y nosotros no es que seamos independentistas, es que somos demócratas”, le espetó Rabell a Arrimadas, en un debate electoral emitido en 8TV. Los de Rabell citan el caso de Iglesias –y también el de Alberto Garzón— como ejemplos de compromiso con el derecho a decidir de los catalanes, mientras que Ciutadans se defiende con argumentos jurídicos. “Nuestras línias rojas són la legalidad”, cuenta Arrimadas en una entrevista con este medio, en la que solo contempla una posibilidad para celebrar un referéndum: “Que hubiese una mayoría donde toca: En el Congreso”.

Hace tan solo unos días, en otro debate –en este caso emitido en TVE— el número 3 de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, iba un paso más allá y denunciaba que Ciutadans ya estaba “preparando con el PP” una reforma laboral con contrato único y una reforma fiscal con desfiscalización de las rentas del capital. En una conversación con este medio el hasta ahora diputado en el congreso en el grupo de la Izquierda Plural añadía que Ciutadans había retirado dicha propuesta para evitar un impacto electoral negativo. En cualquier caso, la similitud de la hoja de ruta económica de los de Rivera con la del PP ha provocado que Ciutadans no haya logrado sacarse la etiqueta de ser “la marca blanca del PP”, menos todavía tras que el partido de Rivera llegase a un acuerdo con el PP en la Comunidad de Madrid.

Etiquetas
stats