El PP catalán mantiene sus reticencias a una coalición con Ciudadanos pese a la salida de Roldán

El PP siempre ha considerado a Lorena Roldán un problema para formar una lista conjunta con Ciudadanos en Catalunya. La sucesora de Inés Arrimadas tiene un perfil muy identificado con el partido naranja, ganó unas primarias y, además, una parte del electorado más duro le reprocha haber flirteado en el pasado con el independentismo, como demuestra su famosa fotografía participando en la Diada de 2013.

Sin embargo, la destitución fulminante de la diputada como cabeza de lista, anunciada por el partido este miércoles, no es suficiente para seducir al PP, que mantiene sus reticencias para unir fuerzas con Ciudadanos de forma generalizada en las próximas elecciones catalanas.

La formación que en Catalunya lidera Alejandro Fernández tiene sobre la mesa, desde hace varias semanas, una propuesta de Ciudadanos para confeccionar listas conjuntas en las próximas elecciones al Parlament, tal y como ya hicieron en Euskadi bajo la marca PP+Cs. Fuentes conservadoras explican que el partido está “estudiando” esta opción con parámetros técnicos, pero limitado a las circunscripciones en las que es más difícil que ambos partidos obtengan representación, es decir, Girona y en menor medida Lleida.

El PP está convencido de que su marca puede obtener representación en solitario tanto en Barcelona como en Tarragona. En las últimas elecciones, cuando los populares obtuvieron sus peores resultados históricos, fueron esas dos circunscripciones las que le dieron diputados, tres en la capital y una en la provincia del sur catalán.

Ahora aseguran que podrían mejorar los resultados en ambos territorios e incluso se ven capaces de entrar por Lleida, una territorio donde históricamente las siglas del PP solían tener cierto tirón. “Fernández es un candidato que funciona, con proyección y puede convencer a algunas personas que se han sentido defraudadas por Ciudadanos”, añaden fuentes de la formación.

Se da la circunstancia de que, hasta ahora, era el PP quien había promovido la idea de una candidatura conjunta entre los partidos que se sitúan en el espectro del centro-derecha no independentista, y Ciudadanos quienes ponían más objeciones. Así se propuso por parte del PP en las últimas elecciones generales, sin ir más lejos, y también cuando el president de la Generalitat, Quim Torra, anunció en enero su intención –incumplida– de convocar elecciones. Los azules apretaban y los naranjas esquivaban la coalición. Sin embargo ahora la situación ha dado un vuelco, según las expectativas electorales de cada partido cambiaban.

El líder del PP ha subrayado repetidamente que la decisión sobre ir juntos debe tomarse en vista de las proyecciones electorales. Según afirma, él no tendría inconveniente en repetir una fórmula como la de Euskadi, siempre que esta “sume”. Para comenzar, rechazan radicalmente presentarse junto a los socialistas, tal como propone Ciudadanos. “Mezclar las siglas de PP con las del PSC no es demasiado realista en este momento”, aseguró la semana pasada Fernández.

Pero además, el PP catalán no tiene tan claro que en este momento una alianza entre las dos formaciones del espectro de centro derecha tenga mejores expectativas que dos candidaturas separadas. Según recuerdan, Ciudadanos está en este momento negociando con el Gobierno de Pedro Sánchez, lo que consideran que podría alejar al electorado al que ellos quieren llegar. 

Con todo, en estos momentos nadie descarta nada, pues las elecciones catalanas ni siquiera están convocadas e incluso algunas voces del entorno de Carles Puigdemont las sitúan en 2021. Gracias a ese margen temporal, Ciudadanos ha optado por fulminar a Roldán para quitar del medio con antelación cualquier posible obstáculo para su pacto con el PP, pero la formación de Fernández está aún lejos de ablandarse.