En recuerdo a Miquel Caminal, la memoria de los vencidos
A más de uno se le saltaban las lágrimas al oír la versión de la Internacional que cantaba Pete Seeger en el video dedicado al desaparecido Miquel Caminal en la apertura del acto de su homenaje, Les esquerres i el catalanisme. Familiares, amigos y decenas de ciudadanos llenaron el Ateneo Barcelonés para recordar el compromiso del intelectual con la memoria histórica, el republicanismo y el catalanismo de izquierdas, cuando aún no se ha cumplido un año desde que un cáncer de páncreas apagó su espíritu combativo.
Una “muerte prematura, que dejó un inmenso vacío”, tal y como dijo su amiga y catedrática Anna Sallés que destacó “la absoluta coherencia” que caracterizó al pensador. La también viuda del escritor Manolo Vázquez Montalbán presidió un acto impulsado por la Fundació Nous Horitzons y la Fundació Cipriano García, a caballo del homenaje y la reflexión política, que contó con las intervenciones del historiador Borja de Riquer; la antropóloga, Carmen Cebrián; y el politólogo Joaquín Lleixà. Todos coincidieron en destacar a Caminal como uno de los pensadores más significativos de las últimas generaciones que militaron del antifranquismo.
Caminal, histórico militante del PSUC, investigó el catalanismo, los partidos nacionales y las teorías políticas del nacionalismo y del federalismo. Pero nunca fue un pensador clásico. Ni inmovilista. Apostaba de forma radical porla unidad de todas las expresiones del catalanismo, desde la vertiente autonomista hasta la independentista, pasando por la federal, la que mejor lo definía. “Un verdadero federalista contempla la opción de la independencia”, solía decir con el mismo convencimiento con el que cargaba contra los que decían “independencia o nada”.
Un buen ejemplo de su pensamiento eran sus referentes, como se encargó de destacar otro de los ponentes, Borja de Riquer: Rovira i Virgili, Lluís Companys y Joan Co-Morera. Con especial admiración por este último líder del PSUC, que le llevó en 1984 a recibir el Premio Extraordinario de Doctorado por la tesis Joan Comorera y la revolución democrática, publicada en tres volúmenes por la editorial Empúries (1985). Su bibliografía se completaría con el tiempo con títulos como Nacionalisme i Partits Nacionals a Catalunya (1998), El federalisme pluralista (2002) y Una lectura federal i republicana de l'autodeterminació (2007).
Primer director del Memorial Democrático
Caminal fue vicerrector de la UB entre 1986 y 1989, profesor y secretario general de la Universidad Rovira i Virgili (URV), y presidente de la Comisión Asesora para la reforma del Autogobierno del Departamento de Relaciones Institucionales entre 2004 y 2006. Su último cargo público, sin embargo, sería uno de los más relevantes. En 2008, el entonces consejero Joan Saura -que estaba en el Senado y no pudo asistir al acto- lo nombró como primer director del Memorial Democrático, cargo que le acompañó hasta el 2010. “La permanencia de los símbolos franquistas es una adulteración de la vida democrática”, dijo en una ocasión, frase que sería una declaración de intenciones de una gestión corta pero intensa en la que desplegó la red de Espais de Memoria, e impulsó exposiciones itinerantes y actos de homenaje a las víctimas del franquismo.
“Que le destituyeran formaba parte del guión, pero no que el Gobierno de CiU le tildara de sectario”, lamentó Sallés entre aplausos, en alusión a los argumentos que esgrimió el Ejecutivo de Mas para relevar Caminal del cargo. Y es que el pensador vivió permanentemente enfrentado con cualquier expresión que se desprendiera de la derecha. “Cataluña no tiene futuro dentro del marco de la monarquía borbónica”, decía para defender la necesidad de un Estado catalán que pudiera hacerse tratar de tú a tú ante España. Una visión a caballo del federalismo asimétrico de corte confederal que no cerraba las puertas a la independencia si las relaciones no se mantenían en régimen de igualdad. Ayer, en un Ateneo Barcelonés lleno hasta la bandera, amigos, compañeros de viaje y ciudadanos que lo extrañan volvieron a agradecerle la persistencia en sus ideales.