El 52% de las familias valencianas sin recursos con menores come menos de lo que debe
Cruz Roja ha presentado este miércoles las principales conclusiones del primer estudio del Observatorio de la Vulnerabilidad Social de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana, denominado 'Alimentacion saludable para personas vulnerables'.
El estudio, que cuenta con la colaboración de la Universitat de València, analiza de forma detallada el “acceso de la población vulnerable a la alimentación saludable, partiendo y analizando los factores socioeconómicos y que les rodean y sus pautas de consumo alimentario”, ha señalado Fco. Javier Gimeno, presidente de Cruz Roja en Comunidad Valenciana.
La herramienta utilizada en el estudio ha sido encuestas telefónicas al hogar de las personas participantes en el Programa de Atención a Personas en situación de extrema vulnerabilidad de Cruz Roja Española en la Comunitat Valenciana.
Así, la encuesta se ha realizado sobre un universo de 17.335 hogares, de los que fueron entrevistados 1.353, y que contestaron afirmativamente que deseaban realizar la encuesta un total de 1.133. Estos datos nos dan una precisión del estudio del 2,91%.
El objetivo de este estudio “es contribuir a la investigación y medición de las realidades sociales y que ello sirva para mejorar la formulación de iniciativas que den respuesta por parte de las administraciones y ONG´s”.
La mayoría de las familias del estudio se encuentran bajo el umbral de la pobreza. Exponen que la alimentación ocupa el cuarto lugar en la prioridad del gasto, siendo la primeras opciones el pago de la vivienda, la luz y el agua.
En cuanto a los datos socioeconómicos que nos muestra el estudio, el 25% de los hogares no tiene ingresos (22%) o son irregulares (3%). Para los hogares con ingresos regulares (75%), un 35% percibe entre 300-500 euros, seguido de un 13% con ingresos entre 500-700 euros.
Del conjunto de hogares que perciben ingresos, sólo el 25% lo obtiene a través de un salario, pues tres de cada cuatro lo obtiene de otras fuentes como puedan ser la prestaciones sociales (47%) o ayudas familiares o de amigos.
La situación de precariedad económica de las familias se hace patente también en el análisis de la mediana por unidad de consumo: el dato de la Comunidad Valenciana se sitúa en 11.681 euros, mientras que el dato que obtiene el conjunto de personas atendidas desde Cruz Roja es de 4.027 euros.
Cabe señalar que umbral de riesgo de pobreza se sitúa en 8.522 euros y el de extrema pobreza en 4.260 euros, lo que pone de manifiesto la severa situación del conjunto de personas atendidas desde Cruz Roja en la Comunidad Valenciana.
El 80% de los hogares con menores a cargo admite tener un alimentación poco variada. Más de la mitad (el 52%) reconoce comer menos de los que debiera.
Especialmente preocupante es la situación de la población infantil que también evidencia restricciones en su alimentación siendo extremadamente importante que el 10% de los y las menores comió menos de lo que debía por falta de dinero y recursos.
Un 39% de las personas encuestadas manifiesta que los alimentos que se consumen en el hogar proceden de donaciones de entidades, un 10% a través de redes familiares y sólo el 43% adquiere la alimentacion a través de sus ingresos. Ocho de cada diez hogares no puede permitirse gastos escolares o de vestuario y un 99% no puede hacer frente a gastos médicos o sanitarios relacionados con la salud visual, bucodental u ortopedia.
Otro dato destacable del estudio es la presencia notoria de enfermedades crónicas. Casi la mitad de los hogares (49%) manifiesta que al menos una persona padece una enfermedad crónica (siendo las más frecuentes la diabetes, la hipertensión y la discapacidad física).
Entre los principales resultados que arroja el informe se puede afirmar que más de la mitad (un 52%) no ajusta su dieta a las frecuencias de consumo recomendadas, y que un 87% de las personas necesita cambios en su alimentación.
Los mayores desequilibrios en la dieta se dan en el bajo consumos de verduras, frutas y hortalizas frente al exceso en el consumo de embutidos y dulces.
A menores recursos, más inseguridad alimentaria
Por tanto, el estudio pone de manifiesto la relación existente entre seguridad alimentaria, alimentación saludable y vulnerabilidad social. A menores recursos hay un incremento en la seguridad alimentaria que tiene efecto en el consumo desequilibrado de alimentos.
Tres de cada cuatro hogares encuestados sufre algún tipo de inseguridad alimentaria. Si hablamos de los hogares con menores a su cargo, la inseguridad aumenta ya que sólo el 20% está en situación de seguridad alimentaria.
Concretamente, entre el 80% y el 73% de los hogares se convive con una situación de inseguridad alimentaria leve, moderada e incluso severa. Además, cabe señalar que el estrés que significa vivir con inseguridad alimentaria agrava las consecuencias sobre la salud de las personas que la padecen.
Encontramos hogares con mayor seguridad alimentaria en las provincia de Valencia (21%) Castellón (23%), siendo Alicante la provincia con menor porcentaje de seguridad alimentaria (16%).
“Los patrones de alimentación desordenados, dietas de baja calidad nutricional o privación de determinados alimentos por factores económicos o psicosociales evidencia cómo la inseguridad alimentaria puede contribuir al sobrepeso y la obesidad” afirma Clara González, especialista en Nutrición de Cruz Roja en Valencia.
“La educación alimentaria juega un papel fundamental en nuestra sociedad y es un paso importante para mejorar los hábitos alimenticios de las personas atendidas”.
La respuesta de Cruz Roja
Según los datos disponibles más recientes, Cruz Roja atendió en 2017 a cerca más de 880.000 personas en la Comunidad Valenciana. De ellas, más de 240.000 personas son atendidas desde los proyectos de intervención social y más de 150.000 se hallaban en situación de extrema vulnerabilidad.
Para hacer frente a esta situación Cruz Roja desarrolla diferentes respuestas para atender las necesidades más urgentes de las personas a través de: la entrega de alimentos de productos no perecederos provenientes del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria), kits de alimentación familiares o infantiles, tarjetas prepago de alimentos, becas de comedor escolar y meriendas saludables.
Cruz Roja desarrolla también talleres y formaciones en educación nutricional, hábitos saludables, economía doméstica y ahorro energético, así como campañas de sensibilización sobre alimentación saludable.
La salud mental y el bienestar emocional es también una prioridad de Cruz Roja por lo que la institución lleva a cabo también proyectos y acciones para ofrecer apoyo psicosocial a personas afectadas por la crisis.
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