“Haremos una ordenanza contra el botellón, es un problema de salud pública”
Tras dirigir durante algo más de un año el Instituto de la Mujer, Annaïs Menguzzato asumió el mando de la Concejalía de Protección Ciudadana el pasado 5 de septiembre, tras la salida del Ayuntamiento del entonces portavoz socialista, Joan Calabuig, cuyo cargo y carteras asumió la hasta en ese momento número 2 del grupo del PSPV, Sandra Gómez.
Sin embargo, Menguzzato cuenta con experiencia en el ámbito municipal, puesto que ya fue concejala del PSPV en la pasada legislatura, aunque en la oposición. Así, tras dos meses al frente de Policía Local y Bomberos, desgrana las líneas de actuación que llevará a cabo en los casi tres años que quedan de legislatura.
Usted es una reconocida defensora de los derechos de la mujer, ¿cómo se puede fomentar su inclusión en los cuerpos de Policía Local y Bomberos?
Es difícil teniendo en cuenta que el Ayuntamiento, en los años de Gobierno del PP, no ha convoca oposiciones desde el año 2008, ni siquiera las tasas de reposición de los que se jubilan. Nosotros hemos sacado para el año que viene 18 plazas de bomberos y 33 de policía y queremos mantener esas cifras cada año de legislatura. En cuanto al fomento de mujeres en ambos cuerpos, la legislación no acompaña, por lo que hay que tratar de transmitir el mensaje de que no hacen falta unas capacidades muy distintas a las que pueda tener un hombre. En este momento hay solo 8 mujeres bomberos por 400 hombres y su trabajo está muy bien valorado por los compañeros. En el caso de la Policía Local, hay un 12% de mujeres de 1.700 efectivos.
¿Qué solución van a dar al parque Oeste de bomberos, una vez finalizadas las obras de rehabilitación?
En los últimos 24 años se han abierto parques de bomberos siguiendo criterios políticos en lugar de técnicos. Ese fue e caso por ejemplo del ubicado en el barrio del Carmen. Por eso he pedido al servicio un estudio de las necesidades reales que tiene la ciudad, cuántos parques necesita y en qué zonas deben estar. A partir de ese informe se decidirá si se reabre el parque Oeste, pero los primeros datos ya reflejan que hay un exceso de dotaciones para la población que tiene Valencia. Si no se reabriera para bomberos, se podría destinar a Protección Civil, por ejemplo, que carece de instalaciones.
¿Qué diría a los que piensan que la Policía Local es una herramienta más para recaudar a través de sanciones?
No estoy de acuerdo. La imagen de la Policía en el fondo es de un cuerpo muy amable, trabajadores y de proximidad. Me gusta mucho la labor de la Policía de Barrio, que conocen la realidad de sus barrios y de la gente que tiene problemas y tienen una capacidad de empatía importante y eso me gusta mucho. Creo que poner multas no es una política transformadora y que solo con esa herramienta no se puede cambiar ninguna realidad. Un ejemplo es el uso que hicieron años atrás de la grúa, donde se le garantizaba a la empresa que la gestionaba y que la gestiona una rentabilidad mayor cuantos más coches retirara.
Una vez rescindido el contrato con alctual concesionaria de la grúa, ¿la municipalizarán o la volverán a sacar a concurso?
El objeto de la grúa no es recaudar dinero para el Ayuntamiento, es hacer de esta ciudad algo más amable y que el tráfico sea más fluido. A partir de ahí, tenemos que ver las opciones. Lo ideal sería hacerla municipal, de gestión directa por parte del Ayuntamiento, pero la legislación actual no nos permite incrementar excesivamente la plantilla del Consistorio. En cualquier caso, si se saca a concurso, se hará como un contrato de cualquier otro servicio, es decir, el pago de una cantidad fija por prestarlo sin tener en cuenta si se enganchan más o menos coches.
Hizo mucho hincapié en el apoyo policial en la lucha contra la violencia de género, ¿qué medidas ha aplicado hasta ahora al respecto y cuáles serán las próximas iniciativas?
En estos momentos tenemos a más de 1.400 mujeres que tienen una orden de protección. Estas órdenes las compartimos con la Policía Nacional, por lo que un 50% aproximadamente dependen de la unidad GAMA de la Policía Local. Esa patrulla, además de proteger a las víctimas de violencia de género, tenía el resto de funciones de la Policía Local. La primera orden que firmé nada más tomar posesión del cargo fue que este grupo se dedicara en exclusica a atender a las mujeres con órdenes de protección. En este momento hay 13 efectivos en exclusiva, aunque hay un total de 48 personas dedicadas a atención a malos tratos, puesto que también hay personal adminsitrativo, de seguimiento y acompañamiento. La idea es potenciarlo.
¿Cómo piensan afrontar el problema que está generando el ocio nocturno?
Aquí parece que hay un mantra de que es normal que la gente salga por el clima que tiene Valencia, por las horas de sol que hay, etc... Pero eso no está reñido con que la gente respete las reglas de conviviencia. La gente puede salir y estar en una terraza sin que eso signifique que haya que orinar en la calle o tocar el tambor a las 3 de la madrugada. Son cosas diferentes el ocio nocturno y los problemas de convivencia y de civismo. No queremos acabar con el ocio nocturno, sino con esa falta de civismo.
¿Pero cómo van a frenar aspectos molestos que rodean al ocio nocturno como el botellón?
Queremos intentar actuar antes de que se produzca el daño. Por eso estamos creando mesas de convivencia, como por ejemplo hemos hecho en Benimaclet. Allí vamos a sentarnos con todas las personas o entidades implicadas para analizar lo que está pasando en la plaza de Benimaclet, que es un problema que se viene arrastrando demasiados años. He ido dos noches acompañando a la Policía para ver lo que había y es normal que los vecinos no puedan más.
¿Qué datos manejan sobre el consumo de alcohol en la calle?
Siempre miramos el tema del botellón desde la perspectiva de las molestias vecinales, pero a veces olvidamos que también es un problema de salud pública. Me preocupa que se vea como algo normal que la gente su espacio de ocio sea el de ir a consumir hasta no poder más. Lo que quiero decir es que el botellón no es solo una cuestión que deba trabajar la Policía, sino que se debería abordar de una forma transversal con otros servicios y actores y eso es lo que pretenden estas mesas de convivencia.
¿Sería partidaria de un botellódromo donde los jóvenes puedan beber de forma controlada, sin causar molstias y con servicios de limpieza y sanitarios, como se hace en otras ciudades?
Personalmente podría valorarlo, aunque no es algo que me toque a mí en exclusiva decidir. Si eso ayudara a que se pudiera fomentar el consumo responsable no lo descartaría. El mensaje a los jóvenes no puede ser “oye, no bebáis”. La respuesta a eso ya sabemos cuál es. Pero yo creo que existe ese término medio y que la gente no es idiota, tiene la capacidad de tomar sus decisiones si tiene la información necesaria. Y hace mucho que no nos dedicamos a esa parte.
¿Pero planteará usted esa posibilidad como posible solución?
Sí que podría ser una solución, pero yo no seré quien lo plantee porque eso sería aceptar que el botellón es un problema exclusivo de molestias a los vecinos. El botellódromo podría ser una respuesta al problema de los vecinos, pero no al de salud pública o al de limpieza.
Actualmente es muy complejo el proceso administrativo para sancionar consumo de alcohol en la calle, ya que incluso la Policía tiene que coger muestras de la bebida para su posterior análisis. ¿Cambiarán la ordenanza?
Valencia es de las pocas grandes ciudades españolas que no tiene una ordenanza de convivencia. Nos estamos proponiendo trabajarla con tiempo, de forma reflexionada, participada y queremos que sea transformadora, que no sea solo para que la policía multe, sino que implique a muchos más actores.
¿Qué regularía esta ordenanza y en qué fase se encuentra?
Pues todo lo relacionado con la conviviencia, por ejemplo, podemos hablar de limpieza, de salud pública, hostelería, gorrillas, los vecinos y el derecho al descanso. En definitiva, aunar todo lo que conlleva el ocio nocturno, también actividades de los locales. Eso también afecta al botellón. En cuanto a la fase, ahora mismo vamos a reunirnos con todas las asociaciones de vecinos para recoger sus inquietudes y necesidades, no solo el botellón.
Las terrazas son otro de los grandes caballos de batalla dentro de la conviviencia...
Es un tema que está generando bastante malestar, en parte gracias a la ordenanza que aprobó el PP hace unos años. La realidad es que montar una ordenanza para delimitar las terrazas con pintura necesita de personal y en este momento en el área de actividades de 36 personas que deberían estar trabajando hay tan solo 14. Hubiera estado bien que antes de crear ese servicio lo hubieran dotado de personal. Aún así la Policía Local sanciona si ve algún incumplimiento.
¿Tienen competencias para multar en el caso de los apartamentos turísticos?
La Policía Local tiene competencia para atenderlo todo, porquer si alguien se queja de algo, va la Policía Local. Pero competencia como tal no tenemos, además la regulación y la legislación de esto no nos otorga competencia más allá de acudir cuando hay quejas de los vecinos. También es cierto que las denuncias formales que tenemos por esta situación son muy escasas.
¿Cómo se puede actuar de forma efectiva con los gorrillas?
A una persona que no tiene recursos, que no tiene ingresos y que no tiene papeles no sirve para nada hacer una ordenanza como la que hizo el PP para sancionarles. Hay que tener voluntad transformadora y por eso decía que en la redacción de la ordenanza de convivencia es importante que participen los servicios sociales para ver cuál es la mejor forma de actuar. Desde luego únicamente con la Policía Local poniendo multas ya sabemos desde hace tiempo que no se soluciona nada. Quizás si esa gente tuviera un mínimo ingreso vital no estaría en la calle pidiendo un euro por aparcar coches.
¿La solución pasaría entonces por pagarles una renta mínima?
Yo creo que todas las personas que viven en esta ciudad deberían tener derecho a determinados derechos sociales, entre ellos, a cobrar una prestación mínima si no tienen ningún ingreso porque la realidad es que si no la gente se busca la vida, que es lo normal, y esto acaba generando problemas de convivencia. Entonces si yo garantizo unos mínimos derechos sociales lo que estoy consiguiendo es que no tengan que estar en la calle pidiendo.
¿Van a seguir extendiendo la colocación de radares de velocidad?
Sí, estamos a la espera de recibir dos nuevos radares móviles y además vamos a poner en la entrada a Valencia de la A-3 para que haya en todos los accesos a Valencia, como siempre, informando de su situación. Al final no pretendemos recaudar más, sino que se trata de una medida preventiva para pacificar el tráfico y que la gente circule a menor velocidad.
Hay una percepción de que la Policía Local tiene demasiada permisividad con los ciclistas que incumplen la normativa...
Insisto en que el objeto de la Policía Local no es el de perseguir a la gente a base de sanciones. Como decía antes, queremos ser más transformadores en ese sentido. Es verdad que una de las cosas que va a permitir un mejor funcionamiento es la ampliación del carril bici. Si la bicicleta tuviera más espacio reservado no se vulneraría el derecho de nadie porque irían por donde deben. Es cierto que la falta de ese carril bici en algunas zonas hace que haya ciclistas que vayan por la acera. Esto supone un problema porque el que es cívico va con cuidado y el que no pues va como por la calzada. Pero el objeto no es poner más multas, sino ampliar el carril bici. Si un Policía ve a un ciclista por la acera lo normal es que le pida que se baje, salvo que vaya poniendo en peligro a los viandantes.
Hay ciudades que han puesto a Policías Locales de paisano para multar a los dueños de perros que no recogen sus excrementos, ¿harán aquí lo mismo?
Está bien hacer determinadas campañas en un momento dado para recordar a la ciudadanía que está prohibido hacer determinadas cosas. Pero eso debe ir acompañado antes de información sobre cuáles son las posibilidades, a nivel de los expendedores de bolsas que hay en el caso de las deposiciones de perros o de zonas para que puedan socializarse los animales.
¿Van a volver a controlar los accesos al entorno de la Lonja?
Como digo siempre, no tenemos soldaditos para todas las puertas de todas las casas. Eso fue una campaña para informar a los vecinos y no vecinos de quién puede entrar y quién no, pero luego no hay policía suficiente para controlar todos los accesos de forma permanente. Se hizo una campaña en un momento dado que se puede recuperar si se observa que es necesario porque las cosas no acaban de funcionar.
¿Modificará la ordenanza de prostitución en algún aspecto?
La ordenanza de prostitución cuando se creó sirvió para que los vecinos tuviran la sensación de que contaban con una herramienta para luchar contra las molestias que esto les generaba. Sin embargo, el problema de la prostitución en Valencia es que estamos hablando de que el 90% de las mujeres que se prostituyen son traficadas y obligadas. Ese es el problema más grave. Si la Policía Nacional actuara de acuerdo con la ley de trata que se aprobó en el último año de gobierno de Zapatero quizás solucionaríamos el problema de la prostitución no solo para los vecinos, sino para ellas. Ese es el problema de fondo. Cuando esto no se cumple, vienen los problemas derivados en determinados barrios. La ordenanza es únicamente punitiva y nada transformadora, no habla del problema de las mujeres. Ahora mismo no está encima de la mesa modificarla, pero en todo caso, como he dicho, lo que hay que hacer es cumplir la ley estatal de trata.