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CV Opinión cintillo

A quien lea

Difícil camino de amor europeo: de Spinelli a Sassoli

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“En l’únic camí nostre,

font i mar, terra i arbre.

L’únic camí cert,

el camí de l’amor.

El difícil camí d’amor

on som tu i jo.“

Raimon,”Treballaré el teu cos”. Xàtiva, 1965

El País Valenciano, consciente, como colectivo socioeconómico, de las características de su idiosincrasia y de su productividad, desde las primeras décadas del siglo XX ejerció su poder e influencia para impulsar la economía librecambista y con vocación internacional. Europa y no sólo Europa, constituía su horizonte. Se crearon procedimientos financieros (letras de cambio y sociedades por acciones) y comerciales (redes, formación de cuadros en el extranjero, vías terrestres y marítimas, adaptación tecnológica)–segunda mitad del siglo XIX–, cuando el resto de España– incluida Catalunya– pensaba en clave proteccionista y autárquica. Tras la hecatombe de la guerra civil (1936-39) prosiguió su aproximación al resto de Europa (Banco de la Exportación, Trafrume, COCISA, Valencia-fruïts y Orange en colaboración con Reuters London). Significativamente a partir de la creación del Mercado Común Europeo con la firma del Tratado de Roma en 1957.

Movimiento europeo

Una de las mayores torpezas de la política y los políticos del País Valenciano, desde el advenimiento de la democracia, ha sido abandonar la iniciativa de la participación española en el Movimiento Europeo Internacional. Una de las organizaciones con mayor solera democrática en defensa de los principios federales que inspiran la unificación europea y la causa de la libertad. Fundado en Bruselas el 25 octubre de 1948 por Winston Churchill, Paul-Henri Spaak y León Blum. El italiano David Sassoli ha fallecido a los 65 años con las botas puestas, desempeñando su cargo de presidente del Europarlamento. Destacado, en dos años, entre los más brillantes de los que se recuerdan en el Parlamento Europeo. Sassoli ha sido un político merecedor de que el vacío de su muerte alcance categoría de noticia de primera página. Más allá del espacio correspondiente en la sección de

necrológicas. Después de abrir las puertas del comedor del Parlamento Europeo a los necesitados por causa de la pandemia.

Indiferencia

Los españoles y valencianos acostumbran a vivir ajenos a la trascendencia que alcanzan las instituciones europeas en la vida de los ciudadanos desde 1985. Fecha de la integración del Reino de España en la Comunidad Europea. Antes Comunidad Económica Europea o Comunidades Europeas, que nació en Roma en 1957 como Mercado Común Europeo. Preside el vestíbulo de la la sede del Parlamento Europeo en Bruselas la imagen omnipresente de otro italiano, Altiero Spinelli que le da nombre al edificio. Compatriota de Sassoli, socialdemócrata desaparecido estos días. Ambos, Spinelli y Sassoli fueron pioneros y eslabones decisivos del federalismo europeo. En la consolidación de las instituciones que visualizan el acervo comunitario y su funcionamiento.

David Sassoli

Ha muerto un político polifacético, atípico, heterodoxo. De los que hacen creer en las instituciones. Llegan por sorpresa y no se aferran a ellas. Forma parte de la larga lista de europeístas italianos que han forjado un proyecto que no se entiende sin Roma, donde se firmó en el Capitolio el Tratado de constitución. De donde parte la recomposición del Estado– en visión romana– que sobrepasa la Monarquía hacia la República y el Imperio, Representa a todo un continente con el Sacro Imperio Romano (Constantinopla) y Carlomagno (Aquisgrán). Triángulo capitalino que con Roma, desemboca en Bruselas y Estrasburgo. Italianos que, desde el principio creyeron en la idea federal de Europa por la unidad: Altiero Spinelli(1907-1986), Alcide De Gasperi (1881-1954), Lorenzo Natali (1922-1989), Antonio Tajani (1953), Mario Draghi (1947), Romano Prodi(1939) o el profesor de la Sorbonne, Enrico Letta (1966). No es fácil que un profesional de la información como Sassoli llegue a las alturas de las instituciones europeas contra viento y marea, fuera de todo pronóstico. A caballo entre Estrasburgo y Bruselas, controló desde 2019 el Parlamento más heterogéneo de Europa, cuando se saltó el turno que le correspondía al conservador búlgaro, Sergei Stánishev. Con hilo directo en el Vaticano del Papa Bergoglio. Amigo del presidente de la República, Sergio Mattarella y del jesuita Francesco Ochetta, avanzado en servicios sociales y derechos humanos. Volcado en la inmigración. Contrapunto, Sasolli, del premier británico Boris Johnson al que no le perdonó la pirueta del Brexit con retranca ni sus propuestas irracionales. Navajazo vil a las raíces británicas de la Unión.

Altiero Spinelli

Si De Gasperi fue uno de los padres consagrados de la Europa unida, Spinelli– organizador en Estrasburgo del Club del Cocodrilo– junto con su amigo y colaborador Ernesto Rossi, ensamblaron el “Manifiesto de Ventotene por una Europa libre y unida”. Imaginaron en 1941, en plena guerra y prisioneros del fascismo de Mussolini, desde una isla, alejados de la realidad bélica y política, la concepción de la fórmula federal que fortaleciera las piezas nacionales en un objetivo común. Todavía en 2021 sin superar la fase de consolidación. En 1943 creó el Movimiento Federalista Europeo que dio lugar en 1984 al constituyente Tratado de la Unión Europea. Base del Acta Única. En las nuevas versiones de la conformación europea se considera a Altiero Spinelli como uno de sus fundadores a la altura de Schumann y Monet. Los precursores que durante la Segunda Guerra Mundial pusieron cimientos y peldaños en la política internacional para que fuera posible la realidad de que veintisiete naciones del Viejo Continente se hayan vinculado en su política y en su economía. Con la excepción de dos países, ex de la Unión Soviética, Hungría y Polonia, que violentan los principios básicos de la UE. No acatan que la Justicia europea está por encima de los tribunales nacionales de los países disidentes del Grupo de Visegrado (Chequia, Eslovaquia, Polonia y Hungría). Alineado con el programa ultraderechista y xenófobo de Vox (Santiago Abascal).

Múnich, 1962

En 2022 estamos en efervescencia de conmemoraciones y efemérides: Centenario Fuster, Cuatro décadas para Sánchis Guarner y del primer gobierno del PSOE en la Transición. No habría que pasar por alto el 60 aniversario de lo que el régimen franquista percibió como declive y que denominó peyorativamente: “Contubernio de Múnich”. Europa era incompatible con la dictadura. En 1957 se iniciaron los primeros síntomas de “apertura” desde dentro del totalitarismo franquista con Joaquín Ruíz Jiménez y Dionisio Ridruejo. El 8 de junio de 1962 se celebró en la capital bávara el IV Congreso del Movimiento Europeo. Participaron por primera vez 118 miembros del Consejo Federal Español. De los cuales 80 cruzaron los Pirineos y 31 fueron exiliados. A cinco valencianos se les invitó a Múnich: Joaquín Duato Gomez-Novella (València) y Vicent Ventura Beltrán (Castelló) que acudieron desde territorio español. José Vidal Beneyto (Carcaixent), Rodolfo Llopis (Callosa d'en Sarrià) y Julián Gorkin (Benifairó de les Valls), residían en el extranjero. Algunos, amenazados, no volvieron. Cuando se les permitió regresar, fueron confinados y perseguidos por la represión franquista.

El Consejo del Movimiento Europeo en la Comunitat Valenciana es competencia de la Generalitat. Se desconoce si existe y cuál es su actividad, si la tiene. Permanece arrumbado por desidia, cuando la conveniencia de su misión sigue vigente. Hace años fui acreedor del premio de periodismo que instituyó la entidad europeísta en el País Valenciano. Mis antecesores: el periodista vetado, Vicent Ventura y el anarquista, Isidro Guardia, que utilizaba el seudónimo para escribir firmando como ‘ Leopoldo Arribas’. ¿Existe el Consejo valenciano del Movimiento Europeo, se convoca el premio, hacen algo?

No es gratis

La causa de Europa exige dedicación y compromiso. Es imprescindible la labor divulgadora permanente, sobre los principales aspectos de la realidad de la Unión Europea. A la que pertenecen los españoles desde 1985. Antes hubo personas y activistas de muy distintas procedencias que apostaron por el movimiento federal europeo. Por el que España ha progresado, como explicaba José Luís Sampedro, “a pesar de” y no “a impulsos de”, El encuentro plural de Múnich fue, de hecho, la primera demostración de efectividad de las fuerzas democráticas, de diversas ideologías, que actuó de altavoz y eco. Se trataba de precipitar el fin del franquismo en España con respaldo internacional. Ahí y entonces se inició la auténtica transición a la libertad. De la que después se beneficiaron quienes, además de no no contribuir a su gestación, fueron beligerantes contra aquellos que asumieron el riesgo y padecieron las consecuencias de su activismo por el espíritu comunitario de Europa.

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