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CV Opinión cintillo

El empresario que quiso mandar

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“Els millors li nodriren cos i ànima

els petits s’ofrenaren tribut múltiple,

els mansos li aproparen la bonança,

els dèspotes li esgotaren la paciència,

els valents carregaren amb les penes...“

Matilde Llòria. València,1960

La economía valenciana despierta y transforma en adulta a finales del siglo XIX y principios del XX. Cuando la élite empresarial se convierte en dinámica y trasciende a lo internacional. Domina idiomas y se forma en el extranjero. Por sí misma. Con sus propias fuerzas. A pesar de las trabas y el freno de unas administraciones estatales ancladas en el pasado. De no ser así, la espléndida arquitectura civil modernista “casolana”, en industrias, grandes comercios, almacenes de naranjas (Carcaixent y Alzira), mercados Central y de Colón, Estación de Xàtiva (hoy del Norte) , los edificios de la rectilínea calle de la Paz o el esfuerzo monumental de la Exposición Regional de 1909, nunca hubieran sido posibles. Crisol de sucesos coincidentes e irrepetibles que no tuvieron continuidad. Las empresas crecieron por sí mismas a pesar de las adversidades y el poder político logró estar a la altura de las circunstancias. Los hombres, protagonistas de un acontecimiento prodigioso en décadas, hicieron el resto.

Fuster, Ventura, Reig y Lluch

En 1970 la editorial L’Estel dio a luz la rareza bibliográfica “L’Estructura Econòmica del País Valencià”. Para sanar al enfermo había que conocer sus dolencias. Cinco nombres: Joan Fuster (intelectual), Vicent Ventura (periodista económico y activista) Ernest Lluch (profesor universitario con tirón político), Joaquim Reig i Rodríguez (empresario y banquero) y Adolf Pizcueta (activista cultural). Una entidad editora inspirada por Reig:’Economía y sociedad de València’. Financiación: Banco de València. La mejor marca comercial - hoy en manos de CaixaBank-, nunca superada, para un Banco valenciano. Lluch, un torbellino, estudioso del pensamiento económico con dos campos de análisis y acción: los protagonistas y el territorio. Fueron los denostados Fuster, Ventura y Lluch los que se ocuparon, --a la sombra de un banquero-- del primer compendio económico del País Valenciano en el tardofranquismo.

Visión sociológica

El profesor Sorribes dedicado a los movimientos sociales que impulsan la economía, tiene el proyecto--’Del marqués de Campo a Juan Roig’--, de profundizar en las trayectorias empresariales, desde la apertura económica doméstica, diversificada e internacional, del siglo XIX,-- con la figura singular del marqués de Campo-- hasta la realidad declinante del primer cuarto de siglo XXI: eclipsada en Juan Roig Alfonso. En la Comunidad Valenciana, que se caracteriza por liquidar vocaciones y frustrar iniciativas, cabe esperar que el trabajo de Josep Sorribes-- colaborador en elDiario.es cv-- no se malogre. Antony Jay, en su libro “La dirección de empresas y Maquiavelo” concluye: ‘Desde hace algún tiempo se sabe que las empresas son instituciones sociales con costumbres y tabúes. Pero también son instituciones políticas, autocráticas y democráticas (la economía social y las empresas cooperativas), pacíficas o belicosas, liberales y paternalistas. Sólo a la luz de la historia política se pueden estudiar estas facetas de las empresas’.

Vías cruzadas

Los empresarios valencianos, si quieren ser eficaces, han de asumir que para mandar han de presentarse a las elecciones. Necesitan un partido político, proyecto de país, afiliados suficientes y cuadros formados. Sobre todo fiables. Cuesta explicar el afán por el poder de quienes se cotizan por los ceros de sus cuentas corrientes. Sin mayor representación que los beneficios de sus negocios. Hay intersección entre el poder económico y el político. Cuando pierden la razón entran en conflicto. Error que acaba pagando la sociedad a la que dicen servir. Los empresarios valencianos deberían conocer y estudiar la biografía de José Campo Pérez (1817-1889), el más brillante político y empresario valenciano de los últimos siglos. No fue el único a quien se le “recomendó” abandonar la política local y el periódico que fundó, para dedicarse a los negocios y a las finanzas. Aristócrata desde 1874 por organizar la Restauración borbónica en la persona de Alfonso XII ( golpe de Estado del general Martínez Campos en Sagunt).El segundo en la escala de excelencia, Ignasi Villalonga Villalba(1895-1973), también fue invitado a renunciar a la política--su reconocida vocación por la que llegó a presidir la Generalitat de Catalunya-- para ser empresario y banquero: Banco Central, Banco de Valencia, Banco Internacional de Industria y Comercio (1924), Dragados y Construcciones, Autopistas del Mare Nostrum entre otras muchas compañías. Después de suministrar combustible a través de CEPSA a las tropas franquistas en la guerra civil, se le advirtió que si quería triunfar en Madrid, tenía que olvidarse de su vocación política. Forjada en la Unió Valencianista Regional y en la Derecha Regional Valenciana, liderada por Luís Lucia Lucia (1888-1943). Siempre acompañado Villalonga, de su inseparable amigo, correligionario y socio, Joaquim Reig Rodríguez (1896-1989). Vicente Iborra, primer presidente de la CEV (1977) fue descabalgado (1985) de la atalaya empresarial por intrigas políticas y venganzas personales de su entorno próximo.

Piramidal

El País Valenciano es el paraíso de las encrucijadas. El próximo año de 2022, en varios frentes, va a ser período electoral en las entidades económico-empresariales: patronal autonómica CEV y Cámaras Oficiales de Comercio, Industria, Navegación y Turismo, hoy desvirtuadas en su legislación estatal y autonómica. ¿Renovarán los mismos de siempre para nada: Salvador Navarro y José Vicente Morata? En AVE- Asociación Valenciana de Empresarios-, no hay votaciones. El mundo empresarial no se entusiasma por los procedimientos democráticos. La empresa como organización no es democrática -- manda quien más tiene-- sino jerárquica: de ahí la disyuntiva de Erich Fromm, en el título de su libro ‘Ser o tener’. El empresario, a menudo, defiende su papel en la sociedad frente a un entorno que percibe hostil. Los enemigos en su imaginario son los políticos, los empleados, los sindicatos, los intelectuales, los universitarios, los periodistas y determinadas heterodoxias religiosas. Envueltos todos en la corriente teórica que se conoce como opinión pública. Técnicamente la opinión pública nunca puede ser a favor. Se manifiesta siempre frente a algo. Lo otro son flujos de pareceres, a menudo elaborados y dirigidos, con limitado valor esclarecedor y reivindicativo. La prensa de partido o de gobierno, se invalida a sí misma y pierde la credibilidad ante su público hasta el fracaso. Vuelve a implantarse el control y la intromisión en los medios de comunicación sin recato.

Enjambre

Crece la interconexión entre poder económico y poder político. Desde el prisma de que los poderes tienden a entenderse: el económico, el político, el confesional y el “insurgente” cuando se incorpora al sistema hegemónico. El País Valenciano adolece de escasa fortaleza en su urdimbre institucional. Atraviesa por una etapa de confusión en los protagonismos. Ante la incapacidad de los interlocutores políticos dominantes para defender cuestiones capitales de los ciudadanos, los empresarios han roto el caparazón de organizaciones sin ánimo de lucro, para reivindicar los intereses capitales de la sociedad valenciana: financiación, corredor ferroviario mediterráneo, tren de alta velocidad para el Arco Mediterráneo, formación de directivos, productividad, regeneración universitaria, gabinetes de estudios económicos, reindustrialización, competitividad, apuntalamiento de la sanidad público-privada, la vieja lucha por las infraestructuras o la vertebración del territorio y el decisivo resurgir cultural.

El drama es político

Los contribuyentes observan perplejos el trasiego de complicidades entre dirigentes de instituciones económico-empresariales y las esferas de poder político con capacidad de gobierno. Se ven manifestaciones de empresarios para defender lo que deberían conseguir los políticos. ¿Qué pasa? ¿Que el Consell del Botànic no puede plantarse a PSOE-Podemos, para exigirles la solución inmediata, que arregle el déficit de financiación e inversiones que merece la Comunidad Valenciana? A la Generalitat se le prestarán fondos para ir tirando con restricciones, austeridad y control. Se ha visto a Joan Baldoví, único diputado en el Congreso por Compromís, morderse la lengua y aceptar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, a cambio de concesiones de consolación. Saldrán adelante con o sin su voto. Es irrelevancia política. Al País Valenciano le hace falta diez “Joan Baldoví” sin ataduras ni dependencias centralistas..

Formación, historia y economía

En el edificio de La Nau de la Universitat de València, está la exposición, coincidente con la edición del libro de mil páginas sobre “Presencia educativa de la Compañía de Jesús en Valencia. 1870-2020”. Son ciento cincuenta años de tarea docente. Ensalzada y a menudo torpedeada. Con luces y sombras. Sembrada de expulsiones e incautaciones, nunca resarcidas ni asumidas. Los empresarios que han dejado huella en las organizaciones y en la sociedad son los mejor preparados en las escuelas de directivos, con mayor prestigio-- en Deusto, Ignasi Villalonga, Vicente Iborra, Ricardo Cardona-. La instrucción en escuelas de negocios como la Comercial de Deusto de los Jesuítas en Bilbao, primero y más adelante, Esade, Icade, Icai, Iese, han dejado huella en las trayectorias empresariales mejor formadas.Para eso se creó, no sin esfuerzo, desde la Cámara de Comercio de València la Escuela de Negocios “Lluís Vives” en los años 90 del siglo XX. Ubicada en lo que debió ser espacio dedicado al estudio y la investigación --después malogrado-- en el Parque Tecnológico de Paterna. La paranoia y la sinrazón liquidaron --sin resistencia ni remordimiento-- el polo de actividades avanzadas que podría haber catapultado a la Comunidad Valenciana en la liga del conocimiento. Más fructífera y decisoria que todas las competiciones deportivas juntas --vela, motos, baloncesto, fórmula 1 o estadios a medio hacer-.

George Steiner en su opúsculo sobre “La idea de Europa” dejó escrito: “No es la censura política la que nos mata: es el despotismo del mercado de masas y las recompensas del estrellato comercializado”. Es urgente que los políticos y los empresarios mediten, hagan acto de contrición y propósito de enmienda. Con efecto retroactivo. A la hora de reconocer que segando oportunidades y proyectos fundamentales, cometen un delito de dejación de funciones ante la sociedad. De difícil recuperación.

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