La pobreza entre las familias valencianas creció en un 30% en 2013
Según el 'VIII Informe sobre la Pobreza en Valencia' elaborado por Casa Caridad, cada día crece el número de familias al límite de la exclusión social y valencianos con una situación día a día más cronificada. Se trata de los dos colectivos que más han aumentado su presencia en las instalaciones de Casa Caridad durante el último año y que, según este documento, se encuentran en peores condiciones y en situaciones cada vez más complicadas.
Se da la circunstancia que se ha producido un incremento entre españoles -principalmente valencianos (30%)- que hicieron uso de los servicios de Casa Caridad (9%), una circunstancia provocada por el descenso del número de inmigrandtes, “debido principalmente al retorno a su país”.
Desde Casa Caridad observan una contención en el número de usuarios nuevos, aunque los casos atendidos “se cronifican” con el paso del tiempo. Por edades, el 38% de los usuarios tienen entre 41 y 65 años y son parados de larga duración, “se encuentran ante un panorama poco esperanzador, ya que sus posibilidades de inserción laboral son muy escasas y necesitan durante más tiempo de nuestros servicios”, explicaba Luis Miralles, vicepresidente de Asuntos Sociales de Casa Caridad.
Más de 250 menores comen a diario gracias a Casa Caridad
El incremento de familias ha ido en paralelo al aumento de menores, que durante 2013 se incrementaron en un 44% y ya representan casi el 20% del total de los usuarios de los comedores sociales de Casa Caridad. Se trata en su mayoría de niños entre 0 a 3 años, aunque el mayor aumento se observa en los niños entre 10 a 12 años (+65%). La presencia de menores es especialmente destacable en vacaciones escolares y fines de semana.
Junto a los tres comedores sociales, Casa Caridad también dispensa alimento a los niños que acuden a sus escuelas infantiles una en Valencia y dos en Torrent (una de ella conveniada con el ayuntamiento de la localidad). En total más de 250 menores que se alimentan de forma saludable en las distintas instalaciones de Casa Caridad.
En todos estos centros los niños reciben una alimentación completa y saludable dado que desde Casa Caridad se realiza un pormenorizado estudio nutricional y calórico para que los menores cuenten con una dieta completa y equilibrada.
Esta ayuda alimentaria, totalmente gratuita para las familias, está compuesta de un primer plato, un segundo plato, postre y un lácteo. En el caso de niños de corta edad se ofrece esta misma alimentación triturada y paulatinamente se introduce la alimentación sólida en sus dietas.
La salud de los más vulnerables
La paulatina separación por parte de estas personas de sus vínculos familiares y sociales ha provocado un aislamiento que repercute en su estado de ánimo y en la pérdida de hábitos y normas sociales establecidas.
“Observamos cómo nuestros usuarios se encuentran en peores condiciones tanto físicas como psíquicas. Se trata de personas sin lazos familiares ni sociales, con grandes problemas de autoestima y a quienes los problemas económicos y personales les han provocado, en muchas ocasiones, problemas psicológicos”, apuntaba Luis Miralles.
De hecho, más del 50% de los usuarios de Casa Caridad tiene asociada alguna patología mental (ansiedad, depresión, adicciones, etc) y desde la asociación se apunta a la necesidad de mayores recursos específicos para tratar a este colectivo. “La crisis económica ha agravado la salud de las personas más vulnerables. Nos encontramos cada vez con más casos de adicciones y problemas psíquicos que requieren medicación, un seguimiento y un control sanitario para los que no somos el recurso idóneo”, afirmaba el vicepresidente.
Para atenuar estas situaciones y evitar los procesos de deterioro físico y mental derivados de las condiciones de vida de estas personas, desde Casa Caridad se ha reforzado la intervención psicológica con el objetivo de que no caigan en la exclusión. “Somos la frontera con la exclusión social. Un dique de contención donde a cada persona que entra por la puerta le ofrecemos la posibilidad de tener una vida más digna, la oportunidad de reintegrarse en la sociedad, a través de la promoción y la recuperación de la persona”, ha señalado Miralles.