Rajoy guarda silencio sobre Camps y el PP Valenciano en su visita a la Comunitat Valenciana en plena tormenta de Gürtel

La semana en que Ricardo Costa, que fue número 2 del PP valenciano, elegirá entre negar todo el entramado Gürtel confesado por Correa y 'el Bigotes' y los empresarios, o apuntar también hacia arriba, hacia Francisco Camps, es la elegida por Mariano Rajoy para visitar la Comunitat Valenciana.

La visita, programada desde hace semanas, sirve para bendecir un más que cuestionado AVE Madrid-València-Castellón, que encima ha sufrido un retraso tras permanecer parado durante 22 minutos en Sagunto. Rajoy, quien ha visitado Castellón tras pasar por Valencia sin hacer declaraciones -más allá de su intervención para inaugurar el AVE en la capital de La Plana- y por tanto sin referencia alguna al juicio de la Gürtel por la financiación ilegal del PP valenciano, no ha encontrado a su amigo Paco (Francisco Camps), a quien ahora nadie en el PP quiere ver pero que todavía es un militante del partido. Además, Paco está más preocupado por lo que pueda decir quien fuera su mano derecha en el juicio, Ricardo Costa, que declarará este miércoles en el juicio de la Gürtel, aunque el expresident lo niegue todo y parece que no haya de temer por su imputación.

Cosechador 'dopado' de votos

Mariano Rajoy ha visitado al que fue uno de sus principales graneros de votos, tanto para él como para Aznar, granero que se llenó con un cosechador 'dopado', según confiesan sus principales urdidores. Pero desde el PP únicamente se puede huir hacia adelante afirmando que todo pertenece al pasado, aunque se llegue a señalar a quien fue último presidente de la Generalitat por los populares, Alberto Fabra. La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, afirma que ya pidieron perdón y que hay que mirar hacia el futuro, no quiere volver la vista hacia el cadáver del que se está haciendo ahora la autopsia.

“Paco, estoy contigo. Estaré siempre delante, detrás, a tu lado”, fue la célebre frase que pronunció Rajoy en un mitin el 23 de mayo de 2009 en Alicante, en un acto para las elecciones europeas. En aquel momento el argumento central era una negación inquebrantable de toda la trama Gürtel, y las elecciones tenían que ser un plebiscito que absolviera a Camps. Mariano Rajoy se lo debía, ya que Camps lo había apuntalado en la presidencia del PP en el Congreso Nacional de junio de 2008 cuando Esperanza Aguirre organizaba su derribo tras perder sus segundas elecciones generales ante Zapatero.

Pero ahora el líder del PP pisa por primera vez la Comunitat Valenciana desde que se abriera el juicio del principal escándalo de corrupción en el territorio. Y nada de lo anterior vale ya, Mariano Rajoy puede hacer que Camps pase de ser la X de Gürtel a 'el señor del que usted me habla' en poco tiempo.