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Usos del tiempo: “No existe justificación para las jornadas maratonianas que tenemos en España”

El profesor Adrián Todolí en su intervención en las Corts Valencianes.

Laura Martínez

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El trabajo del futuro tendrá menos horas y jornadas más cortas. Es lo que apunta el profesor de Derecho del Trabajo y economista especialista en sistemas retributivos Adrián Todolí, citado como experto en la comisión parlamentaria sobre usos racionales del tiempo.

Todolí considera que para abordar esta cuestión no se puede hablar solo de tiempos de trabajo y se deben introducir otras cuatro variables: productividad, salario, tiempo e intensidad del trabajo. “Si se reduce la jornada pero se mantiene la intensidad, las bajas laborales aumentarían”, pone como ejemplo, señalando el caso de las Kellys, donde la carga de trabajo es uno de los factores de sus problemas de salud. “El nivel de vida no es saludable porque es muy intenso”, afirma.

El economista considera que España debe caminar hacia una reducción de la jornada laboral de al menos un 20% del tiempo trabajado. Por cuestiones de salud, de conciliación y también por cuestiones económicas. “La jornada larga provoca más accidentes laborales, problemas de salud... trabajar muchas horas reduce la productividad”, expresa. Un 20% menos de jornada es un 20% más de tiempo laboral a repartir entre el alto volumen de trabajadores en paro y una puerta de entrada al mercado laboral a parte de ese 40% de jóvenes en busca de empleo. Una reducción que debería mantener el salario actual, dado que “hay margen”, según los niveles de productividad. “El coste laboral por hora trabajada en Alemania es 39 euros mientras que en España es de 21.8 euros, por tanto, una vez más sabiendo que la productividad por hora trabajada solo varía en un 20,75% mientras que el salario es un 45% inferior, poco sentido tendría reducir jornada con reducción de salario ya que eso solamente aumentaría la ya gran brecha existente entre los niveles salariales de ambos países”, expresa en su análisis. Así, el profesor defendió en el Parlamento autonómico que “no existe justificación para las jornadas maratonianas que tenemos en España”, que en otros países europeos van de las 30 a las 35 horas semanales.

“Las jornadas de 40 horas tienen 115 años” y el modelo laboral -basado en la familia nuclear de parejas heterosexuales- en el que el hombre trabaja 40 horas con salario y la mujer otras 40 sin salario está obsoleto. “Hemos roto con ese modelo. Hay que hablar de corresponsabilidad, pero no que trabajen dos personas 40 horas al día”, expresa el profesor, que indica que en el último siglo la productividad prácticamente se ha multiplicado por 30, pero eso no ha venido acompañado por un tercio de la jornada. “Producimos mucho más pero sin equilibrio con los salarios”, añade. “Además de que, como hemos visto, los datos de productividad y de nivel salarial no justifican las largas jornadas de trabajo es que además es socialmente es insostenible”, valora el experto.

El profesor apunta a elDiario.es que nuestra economía debe abordar otros métodos de redistribución de la riqueza como una modificación en el Impuesto de Sociedades y convertirlo en un impuesto variable que tenga en cuenta a los trabajadores contratados y los salarios, que penalizaría a las empresas con altos beneficios y pocos trabajadores. “Cuando tú contratas trabajadores haces una redistribución de la riqueza a través del salario”, por lo que, de no ser así, ese reparto vendría a través de los impuestos. “Google gana lo mismo que Ford en los 90 pero con una décima parte de trabajadores. El dinero no se distribuye”, indica. Las rentas del trabajo han disminuido drásticamente desde los ochenta y han aumentado las rentas del capital, según un estudio del BBVA, lo que indica un deterioro en la negociación colectiva y un problema de distribución de la riqueza: la empresa se queda esa diferencia.

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