Un programa informático alertará de indicios de corrupción en la Generalitat
La Generalitat trabaja con expertos universitarios en el desarrollo de un programa informático que detecte automáticamente indicios de corrupción. El software, aún por ultimar, será alimentado con miles de datos de la administración valenciana. En base a esos parámetros, rastreará anomalías en cualquier proceso -contratos, adjudicaciones u otros- para alertar de la posible existencia de malas prácticas, irregularidades o hechos delictivos.
La herramienta se llama, provisionalmente, Sistema de Alertas Rápidas. Según su impulsor, el Conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, “permitirá a la inspección general [una especie de policía interna de la Generalitat] actuar de forma preventiva para evitar o corregir malas prácticas en la administración desde el momento inicial”.
Alcaraz, en una comisión del parlamento valenciano, ha calificado el proyecto de “innovador y muy ambicioso”, basado en “modelos comparados y tecnologías avanzadas”. Su fin es complementar los canales clásicos y reactivos de lucha contra la corrupción -denuncia o auditorías- para prevenirla de antemano. Un potente algoritmo ayudará, según el conseller, en la tarea.
Buzón responsable y de buen gobierno
El hombre, además de la tecnología, también pueden contribuir a luchar contra la opacidad y la corrupción. Ahí entra otra de las medidas anunciadas por Alcaraz: el Buzón responsable y de buen gobierno. “Un canal -según el conseller- confidencial que facilitará la presentación de denuncias o comunicaciones de empleados públicos o ciudadanos por malas prácticas o por conductas irregulares”.
Transparencia ya está trabajando con Barcelona -el primer ayuntamiento de España en crear una herramienta así- para replicar en la Generalitat su herramienta, creada con software libre y que garantiza, vía encriptado, el anonimato del denunciante.
Sin denuncias por acoso sexual
Alcaraz ha asegurado en su comparecencia parlamentaria que su conselleria está cumpliendo sus objetivos, cuenta con más personal -se ha duplicado, de tres a seis, el número de inspectores- y resuelve en tiempo y forma la mayor parte de reclamaciones que recibe.
Por ejemplo, de las 32 denuncias por irregularidades o ilegalidades, el 70% han sido tramitadas. Y las seis presentadas por acoso laboral en la administración. “Por contra, no se ha recibido ninguna denuncia por acoso sexual o razón de sexo” entre los trabajadores de la Generalitat, dice el conseller en su informe. Los protocolos contra el acoso sexual y moral están en proceso de revisión y mejora.