Puig apuesta por un modelo federal y una Constitución adaptada a las “nuevas circunstancias”
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha defendido una reforma de la Constitución Española que adapte los “acuerdos” de 1978 a “las nuevas circunstancias”. Lo ha hecho durante el acto institucional por la celebración del Día de la Constitución en Alicante, donde ha entregado la primera distinción de la Generalitat a la Defensa de las Libertades y los Derechos Constitucionales, que ha recaído a título póstumo en la figura de Miquel Grau.
Puig ha rechazado “el miedo” a cualquier reforma que afecte a la Constitución y ha asegurado que hay “muchas razones” para hacerlo. Así, ha afirmado que la reforma ajustaría la Carta Magna porque se trata no solo de hacer “valer los derechos reconocidos” sino de reconocer nuevos derechos y de “dar nuevas garantías a los derechos ya existentes”. Para Puig, la Constitución de 1978 creó “un régimen de autonomías” que puede ser “mejorado” desde la “experiencia vivida”.
El president valenciano ha apostado por ir hacia un modelo federal que “garantice la igualdad de los ciudadanos y la singularidad de los territorios”. Se ha mostrado “agradecido” por lo que ha supuesto la Constitución, pero cree que debe mantenerse “viva” para adaptarla “a los nuevos vientos que soplan en nuestra sociedad y en el mundo”.
“El barco de que nos dotamos en 1978 era oportuno y las velas también. Pero debemos moverlo con sentido común, cumpliendo los mandatos constitucionales y nada debe impedirnos introducir las mejoras para arribar, que como decía Ausiàs March, al puerto deseado”, ha relatado.
Parafraseando a Ernest Lluch, Puig ha reiterado que las políticas que funcionan, deben mantenerse, y solo modificarse las que no funcionan. “Lo único inamovible será la defensa de los grandes principios que han de llevarnos a una situación mejor, dentro de lo humanamente posible, para que la libertad política, la eficacia económica y la justicia social avancen”, ha dicho.
Distinción a Miquel Grau
El Consell ha otorgado la primera distinción de la Generalitat a la defensa de los derechos y las libertades constitucionales al activista alicantino Miquel Grau. Miquel Grau recibió un ladrillazo en la cabeza lanzado por un miembro de la extrema derecha cuando pegaba carteles en favor del Estatut d'Autonomía el 6 de octubre de 1977. Moriría diez días después en el Hospital General de Alicante. El Ayuntamiento de Alicante le concedió la Medalla de Oro a título póstumo el pasado julio, que también recogió como este domingo, su hermando José Ramón.