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Reforzar la educación pública en pandemia: Madrid y la Comunitat Valenciana, dos modelos opuestos

Una clase del colegio Balmes de València en el primer día de cole.

Lucas Marco

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La comparativa es sangrante. Un informe elaborado por Compromís y Más Madrid sobre el gasto en Educación de los ejecutivos autonómicos madrileño y valenciano dibuja dos modelos de políticas públicas diametralmente diferentes. Para el próximo curso, el conseller valenciano de Educación, Vicent Marzà, ha anunciado un incremento del 15% del profesorado y una inversión adicional de 34,9 millones de euros frente a los 3.000 docentes que ha anunciado la Comunidad de Madrid, un 27% de los que prometió contratar en el curso anterior.

En el curso escolar que coincidió con el estallido de la crisis sanitaria por la pandemia de la COVID-19, el Ejecutivo valenciano acordó con la cooperativa Consum el envío de vales de supermercado por valor de 60 euros para compras de productos básicos de supermercado cada 15 días lectivos para los 58.925 alumnos beneficiario de la beca de comedor (con una inversión de 14,6 millones de euros). La Comunidad de Madrid, por contra, proporcionó menús de las empresas Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes para los hijos de familias beneficiarias de la Renta Mínima de Inserción durante dos meses (con 11.500 beneficiarios) y con una inversión de apenas 892.235 euros.

La Conselleria de Educación distribuyó tabletas con conexión a internet para 14.000 alumnos con un índice socioeconómico vulnerable (2,8 millones de inversión). La Comunidad de Madrid, por su parte, firmó acuerdos con la Fundación Telefónica y la Fundación La Caixa que benefició a un millar de alumnos.

Las empresas de comedor se llevaron un severo mazazo en Madrid. Mientras que en las firmas que se encargan de los comedores en los colegios valencianos ningún trabajador pasó a estar en un ERTE (con una inversión de 24,18 millones para pagar los gastos corrientes y de personal), el Ejecutivo de Díaz Ayudo suspendió los contratos.

Para las empresas de trasporte escolar, el Consell destinó indemnizaciones de entre el 70% y el 80% de su facturación habitual, mientras que la Comunidad de Madrid las rebajó al 50%. En materia de escuelas infantiles, mientras que Marzà usó los fondos del Bono Infantil (16,7 millones) para paliar los efectos del confinamiento y poder hacer frente a los gastos corrientes y de personal, el Gobierno de Díaz Ayuso suspendió todos los convenios.

En los centros docentes valencianos se contrató a unos 4.600 maestros y profesores adicionales con el acuerdo de los sindicatos de la educación pública y concertada. Mientras, en el Comunidad de Madrid se anunció la contratación de 11.000 docentes aunque en el acuerdo sectorial firmado con los sindicatos, el Ejecutivo madrileño se comprometió a contratar a 600.

“Curiosamente, la suma de profesores de refuerzo de educación Primaria y Secundaria da como resultado 1.117 docentes, la cifra de despedidos antes de las vacaciones de Navidad de 2020”, reza el informe elaborado al alimón entre Compromís y Más Madrid. “Se podría deducir que el resto del profesorado no era profesorado de refuerzo COVID, sino contratación de interinos para dar respuesta a las necesidades estructurales del curso, con independencia de que éste hubiese sido pandémico o no”, agrega el informe. 

El Gobierno del Pacte del Botànic, por su parte, contrató más de 3.000 monitores de comedor mientras que en la Comunidad de Madrid, “la oposición ha preguntado en diversas ocasiones y desde el Gobierno aseguran que no tienen esos datos porque han hecho convenios con ayuntamientos y las empresas son las encargadas de ese refuerzo”.

Además, el Gobierno valenciano ha sido el único Ejecutivo autonómico en adquirir de forma masiva purificadores de aire con filtro HEPA (8.000 unidades) para reforzar la ventilación en los centros educativos, que se suman a los más de siete millones de mascarillas FFP2, con una inversión de tres millones de euros (para el próximo curso se han adquirido, de entrada, 15,5 millones de cubrebocas y casi un millón de litros de gel hidroalcohólico). 

Para el próximo curso escolar 2021-2022, la Comunidad de Madrid ha anunciado la contratación de 3.000 docentes, un 27% de los que prometió contratar el curso anterior, aunque se desconoce la cifra definitiva, según asegura el informe. El conseller valenciano de Educación, Vicent Marzà, ha anunciado la contratación de un 15% de personal extraordinario para el próximo curso, además de una cifra similar a la del curso pasado de personal monitor de comedor.

En materia de inversión en material de higiene y protección, Marzà ha anunciado una inversión extraordinaria de 39 millones para los centros. También la creación de 99 aulas gratuitas de 2 años, pasando a tener más de 16.000 plazas de 0 a 3 años.

Joan Baldoví, diputado de Compromís en el Congreso, ha denunciado que la política educativa de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia “ha resultado un Happy Meal, de mala calidad y mucha propaganda”. “En Compromís hemos sentado a la comunidad educativa en la mesa y hemos preguntado qué necesitaban”, agrega Baldoví, quien concluye: “Frente a la cheeseburger de la derecha, Marzà ha plantado una paella llena de ingredientes”.

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