El “gran problema” es la basura
“El país entero tiene un gran problema de residuos”, ha asegurado este miércoles en las Cortes Valencianas el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, que ha añadido: “Somos conscientes de que tenemos un gran trabajo por delante”. Álvaro, el cargo público de mayor relevancia de Els Verds-Equo, partido integrado en Compromís, en la nueva estructura de la Generalitat, ha explicado que la sostenibilidad y la actuación permanente contra el cambio climático marcarán una gestión que pretende estar presidida por el diálogo y la participación.
En su estreno ante la comisión de las Corts Valencianes a la que tendrá que rendir cuentas, Álvaro ha empezado por asegurar que las empresas públicas Vaersa y Epsar serán “instrumentos básicos” más allá de las cuestiones judiciales que las afectan. Y ha abordado lo que ha calificado como “un gran problema” recordando que una sentencia ha llevado al cierre de la planta de Crevillent, donde se recogían 60.000 toneladas de residuos anuales, lo que ha obligado a redirigir esa basura, sobre todo, hacia los vertederos de Villena y Xixona. En esta última localidad ha reconocido que se da una situación que “no podrá resolverse de un día para otro” pero sobre la que se comprometió a actuar desde este mismo jueves, cuando tiene previsto reunirse con todos los afectados.
El secretario autonómico ha destacado que la mayor parte de ese volumen de residuos procede de la zona de La Vega Baja, donde “no hay planta de tratamiento, ni vertedero, ni estación de transferencia”. Por no existir, “no hay ni un consorcio en funcionamiento”. Álvaro, que ha anunciado para el próximo día 13 la estructuración del consorcio de la zona, ha apostado por construir una planta de transferencia, que permita ordenar la redistribución de los residuos “para comenzar a solucionar el problema”. En ese sentido, el número dos de la conselleria que dirige Elena Cebrián ha anunciado: “No haremos ninguna instalación contra la volunatd de la gente, pero haremos instalaciones sí o sí”.
La reducción y reutilización marcarán la política de residuos de la Generalitat, ha anunciado Julià Álvaro, quien ha advertido: “No contemplamos la incineración”. Su alto nivel contaminante, y el hecho de que desincentiva la reducción de residuos fueron dos de los argumentos que aportó para ello.
También consideró un tema “sensible” la política del agua. En este ámbito, Álvaro dejó claro cuál es la postura. “No somos trasvasistas”. Pero puntualizó: “Sí que seremos respetuosos con todas las leyes y posibilidades de usos que nos vienen dados”. Se refirió concretamente al Tajo-Segura, en cuyo cumplimiento se esforzará el Consell, y al Júcar-Vinalopó, sobre el que dijo que se harán “esfuerzos presupuestarios” para las obras del postrasvase que han de “garantizar que al agua del Azud de la Marquesa llegue a las zonas del Vinalopó que lo necesitan”.
“Los trasvases no son una garantía estable de agua”, ha advertido el secretario autonómico, que ha abogado por el ahorro y la reutilización y se ha referido al “caudal inmenso de agua desalada”. “Tenemos la inmensa suerte de tener el mar a las puertas de casa”, ha asegurado Álvaro muy gráficamente, para añadir que la desalación ha avanzado tecnológicamente en la reducción de su impacto. También ha incidido en la necesidad de revertir la privatización de servicios relacionados con el ciclo integral del agua urbana. “Apostamos por la remunicipalización de determinados servicios”, ha señalado.
