El tabaco “asesina” a 500 valencianos al mes, según los médicos de familia
El 24,8% de la población de la Comunitat Valenciana fuma de forma habitual y un 4,3% de forma ocasional, una enfermedad que “asesina” a 500 valencianos al mes. No obstante, el 70% ha intentado dejarlo en 2017.
Así, lo ha puesto de manifiesto este miércoles el coordinador del grupo Abordaje de Tabaquismo de la Sociedad valenciana de medicina familiar y comunitaria (SVMFIC), el doctor Joan Antoni Ribera, en rueda de prensa para informar de los últimos datos del tabaquismo.
Al respecto, ha resaltado que la ley antitabaco ha tenido “efectos muy positivos” ya que ha conseguido reducir a la mitad la tasa de fumadores --de un 52,2% de fumadores en 2001 a un 24,8% en 2010--, mientras que ha aumentado la población que intenta dejarlo --del 25% de 2009 al 69,4 de 2007--, una de las comunidades que más ha aumentado.
Por ello, ha pedido que se apruebe las cajetillas genéricas, se suba el precio del tabaco, y se endurezca la ley, con la prohibición de fumar en los coches o en espacios públicos pero de ámbitos privado como las playas o los estadios ya que en otros países se han demostrado que son las medidas más eficaces para dejar de fumar. Asimismo, pide que se financien los tratamientos de deshabituación tabáquica.
En términos generales, los hombres fuman más que las mujeres, un 29,3% frente a un 20,5%. El inicio del consumo se sitúa en la edad pediátrica, entre los 12 y 13 años. Además, el 42,5% de los estudiantes entre 14 y 18 años de la Comunitat Valenciana ha fumado en alguna ocasión en su vida, por encima de la media, establecida en el 38,4.
Los estudiantes que han fumado en los últimos 30 días consumieron 6,1 cigarrillos por término medio, también por encima de los 5,6 de media nacional. Fuman más los chicos que las chicas en cantidad de cigarrillos, pero hay más fumadoras que fumadores: 27,4% frente al 28,2% consumo en los 30 últimos días.
Por ello, ha destacado que la Administración debe también incidir en campañas de concienciación ya que el consumo de tabaco está en el origen de más de una treintena de enfermedades.
Entre las más conocidas, las respiratorias y cardiovasculares y, en especial, el cáncer broncopulmonar cuya incidencia aumentó entre los años 1973 y 2016 en más del 105% entre hombres y el 31% entre mujeres.
Prohibir fumar en el coche
Por ello, el 33,4% de los valencianos encuestados cree que no siempre se cumple la normativa que prohíbe fumar en las terrazas cerradas de bares y restaurantes. El 76,9% opina que debería estar prohibido fumar en vehículos privados, al menos cuando haya un niño, muy por encima del 51,6% de media nacional.
El 37,5% de los encuestados considera que fumar tabaco favorece que se empiece a fumar cannabis y el 44,3% cree que fumar cannabis favorece que se empiece a fumar tabaco. El 11,7% se declara fumador de cannabis solo o mezclado con el tabaco.
Sin embargo, ha advertido de que la mayoría de adolescentes “banalizan” el consumo de cannabis, y opina que fumar tabaco es más perjudicial, pese a que produce alteraciones en la liberación de hormonas, inhibición neuronal, tiene efectos depresores, produce alteración de la conciencia, euforia y alteraciones en la percepción del tiempo y los sentidos.
El 45,7% de los valencianos encuestados considera que el empaquetado genérico influiría en que se reduzca el consumo de tabaco y el 54,5% está a favor de su implantación. Además un 28% cree que puede influir en que los jóvenes no comiencen a fumar.
El 48,6% de lo encuestados cree que aumentar el precio del tabaco haría que las personas dejaran de fumar y un 56.1% estaría de acuerdo en aumentar el precio y los impuestos del tabaco. De hecho, se ha demostrado que aumentar el precio del tabaco en un 10% hace que aumente en un 4% las personas que hacen un intento por dejar de fumar.
En ese sentido, el 24,7% de los encuestados cree que la mejor medida para reducir el consumo seria aumentar el precio, frente al 22,3% que cree que sería el financiar los tratamientos. No obstante, el 40,9% la más efectiva sería medidas legislativas que avancen en la prohibición de fumar.
Así, el 62,9% de los encuestados piensa que el aumento del precio reduciría el consumo en los grupos más vulnerables como adolescentes, mujeres embarazas y fumadores con bajos ingresos. Del mismo modo, el 61,1% defiende que los tratamientos farmacológicos estén financiados, frente a un 28 que opina que no, y el 67,4% cree que si estuvieran financiados más fumadores dejarían de fumar.
Por otro lado, un 72,1% opina que la industria del tabaco dificulta el desarrollo de los países y un 71,9% cree que entre los efectos el gasto sanitario es el más importante.