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INVESTIGACIÓN

Los ultras de la operación Ario: chats incendiarios, acercamientos a Vox y mucho odio

Efectos intervenidos en los registros de la operación Ario

Alberto Pozas

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Las siete personas detenidas por la Policía Nacional en la operación Ario no tienen el perfil habitual de grupos radicalizados que preparan un ataque, aunque algunos no escatimaban en palabras a la hora de verbalizar sus deseos violentos. Dos de los acusados son un matrimonio de ancianos de Barcelona que vertían mensajes racistas en Twitter y en varios blogs, mientras que otros tres arrestados afirmaban sin matices que su deseo era derramar sangre aunque con la duda de si tenían capacidad para hacerlo. Uno de ellos tenía en su casa varias armas y un manual para elaborar explosivos caseros.

La documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es demuestra también que el cabecilla del grupo, vecino de Alcoi, intentó acercarse a Vox sin demasiado éxito, al menos por las pruebas que obran en poder de los investigadores. El pasado 25 de enero la Policía Nacional irrumpía en la casa del supuesto líder del grupo nazi radicado en Alcoi (Alicante) para buscar pruebas de su actividad. Los agentes, por orden del juzgado número 3 de la ciudad, llevaban meses monitorizando sus movimientos y conversaciones para estar atentos a cualquier signo de continuidad a la amenaza que había lanzado por WhatsApp unos meses antes: “Para el año que viene planeamos iniciar la violencia armada en las calles”. Antes de empezar el registro, el acusado J.A.R.M pidió a los agentes que llamaran a “David”, porque él le proporcionaría un abogado para su defensa. Les dio el teléfono.

Ese “David”, según consta en las diligencias del caso, es David Abad, el único concejal de Vox en Alcoi, que rechazó tener nada que ver con él y no le prestó la ayuda que pedía y el arrestado fue atendido por un abogado de oficio. Desde el partido en Alicante aclaran a elDiario.es que el detenido no tenía ningún tipo de relación con Vox, ni por pertenencia ni por colaboración, y que la relación de este arrestado con el edil era personal y esporádica. David Abad, alcoyano de 48 años, fue el cabeza de lista de Vox en Alcoi en las elecciones municipales, cuando la formación ultraderechista obtuvo un sillón en el salón de plenos con casi 1.600 votos en séptima posición en la primera participación electoral del partido en la localidad.

Según se desprende del caso, el concejal de Vox en Alcoi y el supuesto cabecilla del grupo nazi investigado en la operación Ario se conocían, aunque no hay ninguna prueba de que participase en sus actividades investigadas ni de que mantuvieran una relación estrecha ni se ha dirigido ningún tipo de investigación contra él. La Policía Nacional registró una primera conversación que supuestamente tuvieron por teléfono en abril de 2021, cuando el líder del grupo y el edil y portavoz de Vox se citaron en una cafetería de la Plaça Espanya, a pocos metros de su despacho en el consistorio.

El motivo de la cita, tal y como comprobaron los agentes, no tenía a priori nada que ver con el grupo ultraderechista y violento que estaban investigando. El ahora imputado llegó a la cafetería con dos personas desconocidas para los agentes que, según dijeron los asistentes a la reunión, eran “miembros de la disidencia del régimen venezolano encabezado por Nicolás Maduro”. El acusado comentó la situación política de España y Venezuela sin que los agentes registraran nada de interés en esta reunión ni tampoco la intervención del edil.

No constan más reuniones o conversaciones intervenidas por la Policía Nacional en el marco de esta investigación, ni que el juzgado mostrase mayor interés por la relación del supuesto líder del grupo nazi con el diputado de la ultraderecha. Hasta que nueve meses más tarde J.A.R.M fue detenido y en el registro de su casa en Alcoi pidió que los agentes llamaran al concejal para que le asignara un abogado y poder defenderse. Primero no cogió el teléfono y cuando los agentes dieron con él, aseguró que “no conoce al detenido y que consecuentemente no va a recomendar abogado alguno para nadie”. En ese momento se le asignó un abogado de oficio y el registro siguió adelante.

Los documentos policiales del sumario revelan que el de Abad no era el único contacto de este ultraderechista con el partido de Santiago Abascal, sin que eso se haya traducido en ningún tipo de imputación o línea de investigación. Compartía grupos de WhatsApp con algunos miembros del partido, tal y como revela el sumario, y mantuvo conversaciones también con una mujer que ha sido varias veces candidata de Vox en Barcelona y Catalunya en las elecciones generales de 2019, las municipales de ese año y las autonómicas de 2021, aunque nunca ha obtenido representación al ir en los puestos más bajos de la lista e incluso como suplente.

Esas conversaciones en las que la Policía no identifica a la interlocutora pero sí la titularidad del teléfono evidencian que este imputado compartía grupos de WhatsApp, en ocasiones administrados por él, con algunos militantes o simpatizantes de Vox además de otras personas. También que visitó la sede de Vox en Barcelona junto con otro acusado el año pasado.

Blogs, Twitter y chats

Pocos integrantes del grupo llegaron a verse en persona, al menos que haya podido detectar la Policía Nacional en sus pesquisas, pero tenían varios puntos digitales de encuentro. La mayoría participaba en el chat de WhatsApp 'NacionalDemocrata' donde se vertían soflamas ultraderechistas pero también lo hacían en blogs y otras redes sociales. El cabecilla del grupo, por ejemplo, manejaba entonces un blog donde difundía escritos nazis, y varios acusados tenían cuentas de Twitter en las que hacían lo mismo.

Según la Policía, formaba parte de una fase que un informe define como “activismo digital” compuesto de varias etapas: difusión de odio, radicalización, adoctrinamiento y posteriormente captación de masa social. Los investigadores explican que detrás de estos planes se puede encontrar, especulan, “la actuación de grupos con un modus operandi similar al investigado en las presentes actuaciones, siendo especialmente la prevención policial y judicial el factor principal que justificaría la no realización hasta el momento en España de actos similares, desarticulando Grupos Criminales similares en su estado embrionario”.

La mayor preocupación de los investigadores está en los detenidos que parecían dispuestos a ir más allá de internet, aunque todavía queda una investigación larga por delante. En casa de uno de ellos, los policías encontraron un manual de elaboración de explosivos además de un revólver en perfecto estado y que había sido disparado recientemente. “Quiero voluntarios con cojones”, le dijo en una conversación a un interlocutor. “Quiero cabezas cortadas”, dijo también en el chat 'NacionalDemocrata' en octubre del año pasado.

Manifestación en Barcelona

Esta no es la única ocasión en la que los investigadores detectaron un acercamiento entre el imputado, que guardaba en su casa listas con nombres de miembros de PSOE y Unidas Podemos y antiguas y supuestas matrículas de políticos independentistas, y el partido de Santiago Abascal, aunque no perteneciera al mismo y no colaborase con ellos. El 13 de octubre de 2021 los agentes detectaron y reflejaron una “visita a la sede de Vox” en Barcelona a las cinco y media de la tarde acompañado de otro imputado, aunque no reflejan ni qué hacía allí ni tampoco si se reunió con alguien o sólo pasó por delante de la sede. Lo que sí figura en otros puntos del sumario es la razón por la que estaba en Barcelona.

El atestado principal del caso recoge cómo un día antes, el 12 de octubre de 2021, el líder del autoproclamado Partido Nacional Demócrata –sin registro ni afiliados conocidos– acudió a la tradicional manifestación ultraderechista que distintos partidos fascistas y nazis convocaron en la ciudad. Ese día, según las vigilancias policiales, estuvo físicamente con Lionel G.R, otro de los investigados, uno de los pocos encuentros reales entre los miembros del supuesto grupo recogidos por los investigadores. Un integrante del grupo que, según las pesquisas, tenía contacto con la ultraderecha francesa y que afirmó haber hecho “vigilancias” con otro de los miembros del grupo en la capital catalana. Además fue, en su momento, representante del partido “Nosotros”, formación que lidera el exconcejal del PP en Palafolls (Barcelona) Óscar Bermán.

El 12 de octubre la ultraderecha convocó una manifestación en Montjüic como cada año en el día del festivo nacional del 12 de octubre con la presencia de partidos ultras como Democracia Nacional, convocante del evento, y con distintas banderas y simbología ultraderechista. Previamente, por la mañana, Vox había protagonizado con otros colectivos una ofrenda floral en la estatua de Colón situada en el puerto de Barcelona. Un día después, el líder del grupo acudía a la sede de Vox, aunque los investigadores no especifican si entró o si simplemente se quedó en la puerta. Había quedado con Lionel G.R para ir allí aunque sin que conste lo que hicieron en la sede.

Las redes sociales del principal imputado reflejan que dirigió varios mensajes públicos a distintos dirigentes de Vox, y al propio partido, que al menos de manera pública no recibieron respuesta. “¿Algún problema si colaboramos con Vox Alicante y Alcoy?”, preguntó en 2018 mientras aseguraba entonces representar a una formación que, como el Partido Nacional Demócrata, tampoco existe como tal. Llegó a preguntar a un periodista por la dirección de la sede de Vox en Alcoi sin recibir tampoco respuesta.

Los perfiles de distintos imputados en distintas redes sociales analizados por los investigadores revelan una relación ideológica conflictiva e incluso contradictoria de este grupo de ultraderechistas con el partido de Santiago Abascal. Muchos de ellos lanzaron durante un tiempo duras críticas a Vox por su postura con respecto a Israel y otros llamaron a afiliarse al partido para después criticar con dureza su proximidad al PP.

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