Con agua o usando el truco del papel de aluminio: ¿cómo es mejor eliminar el hielo del congelador en verano?
Con la llegada del verano y las altas temperaturas, muchos hogares se enfrentan a un problema doméstico recurrente. Ese es el exceso de hielo acumulado en el congelador, un fenómeno que no solo reduce la capacidad útil del aparato, sino que también afecta su eficiencia energética.
Pero, ¿cuál es la mejor forma de eliminar este hielo? ¿Es preferible usar agua caliente, confiar en trucos caseros como el papel de aluminio o recurrir a métodos más modernos y tecnológicos? En este artículo analizamos distintas formas de deshacerse del hielo del congelador, evaluamos su eficacia y seguridad, y ofrecemos consejos prácticos para hacerlo correctamente en verano.
El problema del hielo acumulado
El hielo se forma en los congeladores por la humedad que entra cada vez que se abre la puerta o se introducen alimentos mal tapados. Esta humedad se congela en las paredes del congelador y, con el tiempo, puede formar capas gruesas que dificultan el cierre de la puerta, impiden el correcto enfriamiento de los alimentos y aumentan el consumo eléctrico.
Aunque muchos modelos modernos cuentan con tecnología “no frost” que evita esta acumulación, muchos hogares aún utilizan congeladores tradicionales, donde el hielo se convierte en un enemigo silencioso. Es por ello que, especialmente en verano, cuando el consumo de helados, productos congelados y comidas frías aumenta, es clave mantener el congelador en condiciones óptimas.
¿Cada cuánto se debe eliminar el hielo?
No hay una frecuencia exacta, ya que depende del uso del congelador, la humedad del entorno y la frecuencia con la que se abre la puerta. Sin embargo, se recomienda revisar el estado del hielo cada tres meses y realizar una limpieza profunda al menos dos veces al año, especialmente antes del verano y del invierno, cuando su uso es más intensivo.
Método tradicional: desenchufar y esperar
El método más clásico consiste en vaciar el congelador, desenchufarlo y esperar a que el hielo se derrita de forma natural. Es sencillo y seguro, aunque puede tardar varias horas, dependiendo del grosor de la capa de hielo. En pleno verano, este método puede acelerarse ligeramente gracias a las altas temperaturas ambientales, pero sigue siendo poco eficiente si se necesita utilizar el congelador con urgencia.
Agua caliente: rapidez con precaución
Una forma de acelerar el proceso es usar agua caliente. Existen varias opciones. La primera de ellas es colocar un recipiente con agua hirviendo dentro del congelador cerrado para que el vapor haga su efecto, o empapar un paño en agua caliente y aplicarlo sobre las placas de hielo.
Es importante tener en cuenta que es fundamental no verter agua caliente directamente sobre las paredes del congelador, ya que esto puede provocar grietas por el cambio brusco de temperatura. Siempre es mejor usar el vapor o aplicar calor de manera indirecta.
El papel de aluminio: cómo evitar que vuelva el hielo
Una técnica que ha ganado popularidad en redes sociales consiste en forrar las paredes del congelador con papel de aluminio una vez limpio. Aunque no ayuda a quitar el hielo existente, sí puede retrasar su futura acumulación.
El principio detrás del truco es simple. La función del aluminio es reflejar el frío y de este modo crear una barrera entre el vapor de agua y las superficies donde suele formarse el hielo. Además, si se acaba formando hielo sobre el papel, se puede retirar fácilmente simplemente tirando de él.
El truco del secador: eficaz, pero arriesgado
Algunos usuarios utilizan un secador de pelo para derretir el hielo. Dirigiendo el aire caliente directamente sobre las zonas afectadas, el hielo se derrite en cuestión de minutos.
Si se opta por este método, debe hacerse con extrema precaución, manteniendo siempre el secador a una distancia prudente, y asegurándose de que no haya acumulaciones de agua en el interior.
Herramientas especializadas: rascadores y espátulas
En tiendas de electrodomésticos o ferreterías es posible encontrar rascadores de plástico específicos para congeladores. Estas herramientas son muy útiles para despegar el hielo una vez que comienza a ablandarse por el calor o el vapor, sin dañar las paredes del electrodoméstico.
Eso sí, nunca se deben usar cuchillos o herramientas metálicas, puesto que pueden perforar la pared del congelador además de suponer un riesgo para quien los utiliza.
Cómo eliminar el hielo del congelador en verano
Eliminar el hielo del congelador es una tarea que muchos posponen hasta que se ha convertido finalmente en un problema. Aunque existen múltiples formas de hacerlo, desde el clásico desenchufado hasta el uso de trucos como el papel de aluminio, lo más importante es hacerlo con seguridad y sin dañar el electrodoméstico.
En verano, paradójicamente, es una buena época para realizar esta tarea debido a que las altas temperaturas ayudan al deshielo. Combinando técnicas tradicionales con pequeños trucos caseros, es posible mantener el congelador en perfecto estado sin grandes esfuerzos. Y como siempre, la mejor solución es evitar que el hielo se acumule en primer lugar, manteniendo una buena higiene, cerrando bien los envases y evitando abrir la puerta más de lo necesario. A continuación, te explicamos paso a paso cómo puedes eliminar el hielo del congelador:
- Vacía completamente el congelador. Guarda los alimentos en una nevera portátil o en bolsas térmicas con hielo para evitar que se descongelen si no tienes pensado consumirlos.
- Desenchufa el aparato. Es importante que no realices el proceso con el congelador conectado.
- Coloca toallas o bandejas en la base para recoger el agua del deshielo.
- Aplica calor de forma segura. Puedes usar un recipiente con agua caliente.
- Usa una espátula de plástico para ayudar a despegar las capas de hielo más gruesas.
- Limpia y seca completamente el interior antes de volver a enchufar.
- Forra las paredes con papel de aluminio si deseas prevenir futuras acumulaciones.
- Conecta el congelador y espera unas horas antes de introducir los alimentos de nuevo.
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