Tragos de sobremesa: café y licores para las tardes estivales

Elisabeth G. Iborra

Elisabeth G. Iborra

1

La de veces que habrás entrado a tomar un café para desayunar en un bar de barrio o de carretera y te has asombrado por los carajillos y sol y sombra que muchos se toman a la hora del almuerzo. Algo muy habitual en el campo y en gremios que requieren bastante esfuerzo físico porque, cuando la mayoría de los que llevamos horario de oficina nos levantamos, ellos ya llevan seis horas trabajando y tienen el desayuno en los pies.

Lo cierto es que ese chorrito de anís o de coñac, después de una comida contundente aporta la energía del azúcar del alcohol a la cafeína del café, que es justo lo que nos espabila para seguir activos en vez de echarnos la siesta. Porque la sobremesa en este país es una de las partes de la comida que más disfrutamos en familia y con amigos, por la tertulia consiguiente, ese grado de placidez del estómago bien satisfecho, etc.

Así que te recopilamos aquí unas cuantas combinaciones de café con licores varios para que compruebes durante tus reuniones de este verano que millones de abuelos y abuelas no podían estar equivocados. 

Los más pedidos en los bares de siempre

El sol y sombra es el typical spanish que mezcla en la misma proporción coñac o brandy y anís dulce y se sirve en una copita de licor transparente para que se aprecie el contraste de colores blanco y oscuro, que, a su vez, representan el contraste de dulce y amargo. Es para los campeones, pues el café va en vaso al lado, y se puede servir con hielo para rebajarlo.

Inventado por los arrieros de la Estació del Nord en Barcelona, el carajillo es como el toro de Osborne: tan marca España que se toma en todos sus rincones y esquinas. Y eso que no es más que un expreso con un poquito de ron o de coñac, servido en el típico vaso de café largo de cristal. También se hacen de whisky, claro, y verterlo sobre un vaso grande con hielo sienta muy bien en verano.

El café brulé es un carajillo más sofisticado, con brandy quemado con piel de limón y un expreso servido en copa de coñac. El carajillo de Baileys, natural de la zona de Illora, en Granada, es el más cremoso de los carajillos, gracias a la cremosidad y dulzor que este licor de whisky con crema de leche le aporta al café. Pasa lo mismo con la crema de orujo.

El café trifásico se compone de tres fases, como su propio nombre indica: la primera de leche condensada, la segunda de Baileys y la última de café, para que se queden las tres capas iguales sin mezclarse los colores hasta que te lo bebas. Por su parte el café jamaicano no tiene nada que ver con Jamaica pero se divide en tres capas, como el trifásico. Se vierte en una copa un chorro de licor de café, luego un café solo largo y, en la capa superior, crema de leche.

El carajillo de anís dulce llegó a ser tan popular que la marca Anís del Mono ha embotellado la mezcla ya preparada con el café para consumir, como explican en su web: “a través de un cuidado proceso, la grana de anís natural y otros componentes de origen botánico se destilan a la manera tradicional en alambiques de cobre. Los aceites esenciales que se generan como resultado de este proceso, se unen al azúcar de caña, el agua desmineralizada y el alcohol neutro de primera calidad. El fruto de todo ello unido al sabor del café componen el Carajillo de Anís del Mono”.

Seguimos de cafés por las comunidades autónomas

No confundir con el perfumat catalán, una especie de carajillo con anís seco que, en otras regiones, solía tomarse a la hora de la merienda con mantecados y pastas como las perrunillas, elaboradas con orujo y anís. El quemadillo o cremaet cremaetde ron es más típico del valle del Ebro y porta café, ron flambeado, azúcar, un chorrito de leche y unos granos de café.

El café con licor tocaet, de origen valenciano, permite combinar el café solo con un licor a tu elección, sea licor de café, crema de orujo, crema catalana o hasta whisky, abierto queda. El barraquito es un café de las islas Canarias bien cargadito con leche condensada, licor (por ejemplo, licor 43), leche, canela y limón para rematar el vasito. El café asiático se sirve, paradójicamente, en Murcia y lleva el café solo con leche condensada, ron flambeado y canela en polvo.

La queimada galega se prepara con un litro de aguardiente blanca, 150 g de azúcar, la cáscara de un limón y la de media naranja. Os recomendamos este vídeo para hacer conjuros en la noche de San Juan. El café celta también es de Galicia y consiste en café con aguardiente de orujo, azúcar moreno, unos granos de café y una rodaja de limón para decorar.

Así que ya sabéis, España y sus combinados de sobremesa dan para mucho y tienen mucha historia, y como hay que amar el Patrimonio Nacional, tal vez sea buena idea este año sustituir los gin tonics vacacionales por las esencias ibéricas que sostienen a muchas de nuestras destiladoras.

Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines

suscríbete a nuestros boletines

Etiquetas
stats