¿Qué me hago de comer en otoño? Cinco recetas sencillas, nutritivas y reconfortantes para el cambio de estación
Hace solo unos días que ha arrancado el otoño oficialmente y en distintos grados, según la región en la que nos encontremos, empieza a notarse en una ligera bajada de las temperaturas. Acabamos de dejar atrás las cálidas temperaturas del verano, y al mismo tiempo que ya apetece ponerse por encima una chaqueta o una sudadera para salir a dar un paseo, también varían los platos del menú semanal y empezamos a desempolvar el recetario de otoño, con ingredientes de esta época y recetas más propias de la temporada.
Vamos pasando poco a poco de las ensaladas de pasta, legumbres o arroz, los gazpachos de todo tipo de frutas y verduras, los postres helados y otros platos frescos para aliviar el calor, a los caldos de verduras, carne o pescado, las ensaladas templadas y con ingredientes de temporada, las cremas calientes o las tartas y bizcochos recién salidos del horno, al tiempo que vamos inaugurando la temporada de guisos, con las legumbres como protagonistas indiscutibles.
Si la entrada del otoño te ha pillado con el pie cambiado y todavía no has cogido el ritmo de la nueva estación, te vamos a dar algunas ideas de recetas de temporada ricas, fáciles de preparar y muy nutritivas. Una crema, un entrante, una ensalada, un plato vegano completo y un delicioso postre.
Crema de champiñones
Tanto los champiñones como las setas son de los protagonistas más destacados de los mercados de verduras del otoño. Si eres amante del sabor de los champiñones, no puedes perderte esta receta con un aroma muy intenso y una textura muy cremosa. Para esta versión vamos a sustituir la patata por el nabo, mucho más ligero.
Para cuatro raciones vamos a necesitar 300 gramos de champiñones, una cebolla, medio puerro, un nabo y medio, medio litro de agua y leche o bebida vegetal al gusto para darle un extra de cremosidad. El procedimiento es sencillo. Cortaremos todas las verduras y las iremos sofriendo con aceite de oliva virgen extra o de mantequilla por este orden: primero la cebolla, a la que iremos añadiendo el puerro, el nabo y los champiñones, Cuando todo esté dorado, añadimos hasta cubrir con agua. Dejamos cocer unos 15 o 20 minutos y después solo queda añadir la leche o bebida vegetal al gusto y triturar.
Coliflor especiada con salsa de yogur
Este entrante tiene como ingrediente principal otra verdura de temporada, la coliflor. Es muy sencillo de hacer y el resultado es espectacular. Se necesita horno o freidora de aire.
Por un lado, vamos a preparar la coliflor. Para unas cuatro personas necesitaremos una pieza entera, que lavaremos bien y laminaremos. Vamos a hacer un marinado con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, zumo de limón al gusto, las especias que más nos gusten y sal. Con esta mezcla frotaremos bien la coliflor, que colocaremos en una bandeja de horno con papel sulfurizado y hornearemos durante aproximadamente media hora.
Por otro lado, haremos una salsa para acompañar a la coliflor con dos yogures griegos naturales, cuatro cucharadas de zumo de limón y su ralladura, y una cucharada de tahini. Se le puede añadir ajo picado o jengibre rallado. A la hora de servir, aliñaremos la coliflor con esta salsa.
Curry de garbanzos
Te presentamos la versión rápida de este plato. Para cuatro comensales vamos a necesitar cuatro vasos de arroz precocinado, dos tazas y media o tres de garbanzos en conserva, una cebolla, entre tres y cuatro dientes de ajo, un pedazo de raíz de jengibre rallada y de especias, curry, comino molido, y pimienta negra. Añadiremos también cuatro cucharadas de tomate concentrado y una lata de leche de coco.
Para preparar esta receta vamos a sofreír la cebolla hasta que vaya dorándose, y añadiremos los ajos y el jengibre rallado junto con las especias, el tomate concentrado y los garbanzos. Mezclamos todo bien para se integren los sabores y solo quedará verter la leche de coco. Calentamos en otra sartén con un poquito de aceite de oliva virgen extra el arroz y servimos todo junto.
Ensalada de remolacha, manzana y frutos secos
Esta ensalada es muy otoñal, además de colorida, nutritiva y digestiva. Para cuatro raciones vamos a necesitar dos manzanas de tu variedad favorita, unos 200 gramos de remolacha ya cocida, otros 200 gramos de brotes verdes (canónigos, espinacas baby o rúcula), 80 gramos de nueces y para el aliño, cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, dos de vinagre de manzana, sal marina y pimienta negra molida.
Es tan fácil como juntar todos los ingredientes en un bol y mezclar bien. Un consejo, en lugar de trocear la manzana y la remolacha, puedes rallarlas para que suelten su jugo y se integren mejor todos los ingredientes.
Bizcocho glaseado de naranja o mandarinas
El aroma de un bizcocho casero en el horno es muy típico de las tardes frescas y lluviosas del otoño. Este bizcocho glaseado de naranja está delicioso y es muy sencillo de preparar, con todo el aroma de esta fruta cítrica y muy jugoso por dentro.
Para unas ocho raciones necesitaremos unos 200 gramos de azúcar, la ralladura de un par de naranjas grandes, 250 gramos de aceite de oliva suave o en su defecto, de girasol, tres huevos medianos, 300 gramos de harina de trigo, 180 gramos de zumo de naranja (el equivalente al zumo de las dos naranjas que hemos utilizado), 6 gramos de levadura química y un poquito de sal.
Para el glaseado utilizaremos 150 gramos de azúcar glas, la ralladura de otra media naranja y cuatro cucharadas de zumo de naranja.
Lo primero que vamos a mezclar es el azúcar para la masa del bizcocho con la ralladura de la naranja, a la que añadiremos el aceite y mezclaremos muy bien. Una vez todo integrado se añaden los huevos uno por uno, la harina de trigo, la levadura y la sal; y por último, el zumo de naranja. Anteriormente, habremos puesto a precalentar el horno a 180ºC y habremos engrasado y cubierto con papel de hornear un molde alargado para el bizcocho. Pasamos la masa al molde y horneamos durante una hora, pero hay que ir comprobando el punto de cocción para que no queme.
Cuando esté listo, se saca del horno y se deja enfriar durante 20 minutos antes de desmoldarlo. Mientras, preparamos el glaseado mezclando el azúcar con la ralladura y el zumo, con la mezcla resultante cubriremos el bizcocho mientras todavía esté templado. Ahora solo queda cortar algunas porciones y disfrutar de su aromático sabor.
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