Cuatro recetas con sandía fáciles y muy refrescantes

Descubre estas cuatro deliciosas recetas con sandía

Sofía Alcahud

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La sandía es una de las frutas más reconocibles y queridas: grande, llamativa, con su interior rojo brillante lleno de agua dulce. Aunque suele asociarse al postre o a un tentempié a media tarde, su potencial en la cocina va mucho más allá. Su sabor suave y ligeramente azucarado combina bien con ingredientes ácidos, salados e incluso picantes.

Incluir sandía en recetas saladas, bebidas o incluso platos principales es una forma sencilla de añadir más variedad sin complicaciones. Gracias a su textura crujiente y su frescura natural, puede convertirse en el ingrediente estrella de platos rápidos, coloridos y muy apetecibles. Además, no necesita cocciones, lo que ahorra tiempo y energía en la cocina.

Ya sea en forma de ensalada, batido, brocheta o sopa fría, esta fruta demuestra que puede ser mucho más que un bocado dulce al final de la comida. Con unos pocos ingredientes y algo de creatividad, es posible preparar recetas fáciles, refrescantes y perfectas para cualquier momento del día.

Ensalada de sandía con cebolla morada, queso feta y anacardos

Ensalada de sandía con cebolla morada, queso feta y anacardos

Una combinación tan sencilla como sorprendente es esta ensalada que reúne sabores dulces, salados y frescos en un solo plato. Es rápida de preparar, ligera y muy apetecible, perfecta para una cena improvisada. Los ingredientes necesarios para esta receta son:

  • 400 g de sandía
  • 1/2 pepino grande
  • 1/4 de cebolla morada
  • 80 g de queso feta
  • Un puñado de anacardos tostados
  • 10 ó 12 hojas de menta

Para la preparación, empieza cortando la sandía en cubos medianos y colócala en un bol grande. Después, pela el pepino si tiene la piel gruesa, córtala por la mitad a lo largo y luego en medias lunas finas. Cuando lo tengas cortado, añádelo a la sandía. A continuación, corta finamente la cebolla morada y, si lo deseas, déjala reposar en un bol con agua fría y unas gotas de vinagre durante 10 minutos para suavizar su sabor. Después, escúrrela bien e incorpórala a la ensalada.

Desmenuza el queso feta con las manos o con un tenedor y repártelo por encima de la ensalada. Añade también las hojas de menta cortadas y los anacardos, que aportarán el punto crujiente. Para aliñar, mezcla el aceite de oliva con el zumo de lima y un poco de sal y pimienta negra. Vierte el aliño sobre la ensalada justo antes de servir y remueve con cuidado para no romper los ingredientes.

Granizado de sandía y lima

Granizado de sandía y lima

Este granizado de sandía es ideal para combatir la sed o para disfrutar de un postre ligero después de una comida. El toque ácido de la lima equilibra el dulzor natural de la fruta. Los ingredientes necesarios para esta receta son:

  • 500 g de sandía
  • Zumo de una lima grande
  • 6 u 8 hojas de hierbabuena
  • 1 ó 2 cucharadas de miel
  • Cubitos de hielo

Para la preparación es necesario seguir estos tres sencillos pasos:

  1. Prepara la fruta. Corta la sandía en cubos y congélala durante una tres o cuatro horas, preferiblemente en una bandeja para que no se peguen entre sí. Si prefieres hacerlo al momento y no tienes la sandía congelada, puedes añadir hielo a la receta para conseguir la textura de granizado.
  2. Tritura los ingredientes. Coloca la sandía congelada en el vaso de la batidora junto con el zumo de lima, las hojas de hierbabuena y la miel. Después, tritura a máxima potencia hasta obtener una mezcla helada, suave pero con textura de hielo picado.
  3. Ajusta la textura. Si queda demasiado espeso, puedes añadir un poco de agua fría o unos cubitos de hielo y volver a batir. Si usaste sandía fresca sin congelar, es importante incorporar hielo para lograr la consistencia adecuada.

Pinchos de sandía, uva y fresa

Pinchos de sandía, uva y fresa

Los pinchos de sandía, uva y fresa son una forma muy divertida y colorida de disfrutar la fruta fresca. Para prepararlos, lava bien unas 12 uvas verdes y 6 fresas grandes. Si las fresas son demasiado grandes, puedes cortarlas por la mitad para equilibrar el tamaño. Después, corta 200 gramos de sandía en cubos, procurando que sean similares en tamaño a las uvas para que la brocheta quede visualmente armoniosa.

Con los ingredientes listos, coge seis palitos de brocheta de madera y comienza a ensartar la fruta alternando los colores, una uva, una fresa y un cubo de sandía. Si el palito es lo suficientemente largo, puedes repetir la secuencia para que la brocheta quede más llena y vistosa. Repite este proceso con todos los palitos hasta terminar la fruta.

Estas brochetas se pueden servir al momento o guardar en la nevera cubierta con papel film transparente para que se mantengan frescas. Justo antes de servirlas, puedes añadir unas hojas de menta fresca o un poco de ralladura de lima para aportar un aroma extra y un toque decorativo.

Gazpacho de sandía

Gazpacho de sandía

Este gazpacho es una versión más dulce y suave del tradicional andaluz. La sandía aporta frescura, ligereza y un punto frutal que combina sorprendentemente bien con el tomate y el pepino. Los ingredientes necesarios para realizar esta receta son:

  • 500 g de sandía
  • 300 g de tomates maduros
  • 1/2 pepino
  • 1/4 de pimiento rojo
  • 1/4 de cebolla dulce
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre de manzana
  • Sal al gusto

Para la elaboración de este gazpacho de sandía, lava bien todas las verduras. Después, pela el pepino y córtalo en trozos. Haz lo mismo con la sandía y los tomates. Si los tomates tienen piel muy gruesa o muchas semillas, puedes escaldarlos unos segundos en agua caliente para pelarlos fácilmente.

A continuación, introduce la sandía, los tomates, el pepino, el pimiento y la cebolla en el vaso de la batidora. Después, tritura todo a velocidad alta durante uno o dos minutos, hasta obtener una textura fina y homogénea. Luego añade el vinagre, el aceite y la pizca de sal para darle más sabor y vuelve a batir durante unos segundos para emulsionar.

Si te gusta el gazpacho más líquido, puedes añadir unos cubitos de hielo o un poco de agua fría. Pruébalo y ajusta el punto de sal, vinagre o aceite según tu gusto. Por último, refrigera el gazpacho durante al menos 30 minutos antes de servir para que esté bien frío.

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