PC de sobremesa frente a All in One: ventajas y desventajas

Ordenador iMac, del tipo 'all in one'.

Luis H. Rodríguez

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Los PC de sobremesa siguen siendo apuestas seguras si buscáis equipos con potencia, largas vidas útiles e incluso capacidad de actualizarlos. Ya sea ordenadores montados, de los que ya hablamos en ConsumoClaro, como por piezas, suelen ser herramientas muy útiles y versátiles.

Pero desde hace algunos años se han popularizado otro tipo de ordenadores: los All in One (Todo en uno). Es un PC que, al contrario que los habituales, es una especie de “portátil de sobremesa”: todos los componentes se encuentran en la misma carcasa que el propio monitor. El ejemplo más conocido es el iMac.

Pero si estás pensando en comprar un PC y estás dudando entre uno clásico (montado o por piezas) o un All in one, te resumimos las ventajas y desventajas de cada tipo.

Ventajas de los All in One

Los ordenadores All in One tienen una primera característica, y principal, que los puede hacer un equipo más atractivo para muchos usuarios: el espacio. Se trata de dispositivos que no suelen ocupar tanto espacio como un PC habitual.

Al no contar con una torre, se ahorra mucho espacio y también se ahorran muchos cables. Al ser un único equipo, si se opta por periféricos inalámbricos prácticamente solo tendrá el cable de alimentación.

Todo esto conlleva que tengan una estética mucho más minimalista, lo que, según el usuario, puede ser muy atractivo. El que solo tenga un cable de alimentación también afecta al consumo eléctrico, que es mucho menor que el de un PC de sobremesa.

Además, estos equipos suelen contar con una pantalla muy buena –como puede ser el caso de los iMac– e incluso táctil, dependiendo del modelo. También suele tener altavoces incorporados, algo a tener en cuenta si se va a utilizar para ver series o películas.

Desventajas de los All in One

Pero, ¿qué contras tienen estos equipos? El más importante, sobre todo si se está dudando entre uno de sobremesa y un All in One, puede ser el precio. Los segundos suelen costar mucho más que uno de sobremesa, sobre todo teniendo en cuenta los componentes.

Sí es cierto que los All in One pueden parecer un ahorro, ya que llevan incluido el monitor, pero en ciertos modelos esta diferencia no cubre la diferencia de precios. Al mismo tiempo, al ser un circuito tan cerrado, es muy difícil actualizar el equipo.

Es decir, los Todo en uno no pueden ser ampliados por el usuario. Como en el caso de los iMac, muchas empresas desarrollan componentes concretos para este tipo de ordenadores; por lo que actualizar o repararlo se hace tarea prácticamente imposible.

Tampoco hay que comprarlo pensando en su portabilidad. No se trata de ordenadores portátiles y, aunque sí son más manejables que un PC de sobremesa, no están hechos (por peso y dimensiones) para ser cambiados de sitio constantemente.

Ventajas de un PC de sobremesa

Ahora bien, si tu mejor alternativa es un PC de sobremesa, ¿qué ventajas tiene frente a un All in One? En primer lugar, el precio. Un ordenador con el mismo precio que un All in One suele ser mucho mejor en lo que a componentes se refiere.

Ya sea porque son piezas hechas concretamente para ese modelo o porque la empresa trate de ajustar el precio, los de sobremesa son equipos mucho más potentes por el mismo precio e incluso menos. Esto es muy importante si estáis buscando un PC multitarea y requerís potencia.

Son dispositivos mucho más seguros, tanto en lo que a actualizar se refiere como a seguridad pura y dura. Un PC de sobremesa, ya sea montado o por piezas, siempre puede ser actualizado cambiando alguno de los componentes solo. Y son mucho más resistentes por su propia naturaleza (al ser una torre que está en el suelo, el riesgo de caídas es ínfimo).

Además, son mucho más personalizables en lo estético. El usuario puede escoger los monitores que utilizará, si quiere o no tener altavoces, la caja de la torre…

Desventajas de un PC de sobremesa

Las principales desventajas del PC de sobremesa, en comparación a un All in One, puede ser el espacio y la limpieza que conllevan. El ordenador no es solo la torre, sino que trae consigo el monitor (o monitores), teclado, ratón y demás periféricos que se puedan incluir.

Aunque hay opciones como los miniPC, el cúmulo de cables provoca que habitualmente haya que limpiar la zona donde lo tengamos. Y si se trata de una torre de tamaño “normal”, es recomendable abrirla cada par de semanas para limpiar el interior del equipo también.

Otra desventaja es que, si ya el All in One era poco portátil, uno de sobremesa se hace sumamente difícil de transportar. Aunque sea ligero y pequeño, la cantidad de periféricos que hay que trasladar de un punto lo hace un incordio.

Conclusiones

En definitiva, dependerá de cada caso. Los equipos All in One son especialmente útiles para personas que, sin tener conocimientos amplios sobre el tema, necesitan un PC potente y enfocado en labores como el diseño, la edición…

El espacio que ocupan y las pantallas que incluyen los convierten en una buena alternativa para este tipo de perfiles en los que su trabajo está relacionado con el mundo gráfico. Pero hay que tener en cuenta que son un gran desembolso, sobre todo en relación a lo que ofrecen.

Mientras que los ordenadores de sobremesa son mucho más versátiles, sobre todo para personas que buscan un equipo seguro y bajos presupuestos. La variedad de opciones hace que haya modelos que van desde los 300 hasta los 2.000 euros, por lo que es fácil encontrar un PC que se adapte al presupuesto y necesidades de cada uno.

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