Desahucio masivo en un barrio pesquero de Avilés

“A través de la presente, la Cofradía de Pescadores ‘Virgen de las Mareas’, en su condición de propietaria de la vivienda que usted viene ocupando, le comunica expresamente que es interpretación de esta Corporación que el contrato de arrendamiento, del que usted se hacer valer para ocupar la vivienda, se halla resuelto. Es por ello que se le ruega, que en el plazo de un mes a contar desde la recepción de la presente, proceda al desalojo de la vivienda y a entregar, pacíficamente, las llaves de la misma. Sin más reciba un cordial saludo”.

Este es el prototipo de carta que han recibo unas cuarenta familias del popular barrio de pescadores ‘El Nodo’ de Avilés en Asturias. Veinte fueron en la primera tanda, luego llegarían diez más y ahora entre siete y diez familias están a punto de recibirla, según reconoce la presidenta de la asociación de vecinos, Ángeles Lugilde, una de las afectadas por los desahucios masivos, emprendidos por la Cofradía de Pescadores.

La carta, a la que ha tenido acceso eldiario.es, pertenece a María del Carmen Latorre. Su padre fue pescador, con el número cien de socio, y ella nació en la casa que ahora ocupa. Durante setenta años, sus padres pagaron por esa vivienda, que era para amortizar en veinticinco años. Ahora, los hijos no tienen derecho a ocupar esas casas, aunque cada mes pagan los 21 euros que les corresponden por ser de renta antigua.

La Cofradía de Pescadores le da la oportunidad a Carmen Latorre, al igual que al resto de vecinos afectado, a comprar el piso, por unos 50.000 euros, o afrontar un alquiler de trescientos euros al mes. Las familias son humildes y no pueden asumir, con sus escasos recursos económicos, ninguna de las dos alternativas que plantea la Cofradía.

Lo que reclaman es que la Corporación reconozca que las viviendas están más que pagadas. Pero ese no es el caso. La Cofradía necesita dinero y ha puesto en venta el barrio de pescadores. El presidente de ‘Virgen de las Mareas’, Fidel Álvarez Garaot, remite el caso a lo que decida el juez, para resolver el conflicto con las familias de ‘El Nodo’. Garaot espera que el conflicto “acabe de una vez”.

Ahora se cumplen dos meses desde que un grupo estos vecinos acampara en protesta por lo que está sucediendo con este barrio. Ayudados por el Plataforma Antidesahucios (PAH) se están moviendo para llamar la atención de los medios y la implicación de los políticos para que intervengan en el conflicto.

Además están recogiendo firmas a través de internet para que el Ministerio de Fomento “impida que desahucien a todo un barrio” por motivos de especulación. Según el escrito, la cofradía no entregó a los pescadores las viviendas, “porque vieron posibilidades urbanísticas de medrar a costa de los pobres, utilizando maneras típicas de la mafia calabresa. Nadie nos escucha, sin embargo, tenemos razón en cuanto decimos y, si nadie lo remedia, pronto acabaremos en la calle”.

El ayuntamiento de Avilés (PSOE) ha salido al paso de la polémica asegurando que ni el Plan Urbanístico ni el pleno municipal aceptan la posibilidad de una especulación en ese barrio, que con el tiempo se ha convertido en un punto céntrico de la ciudad. “No deja la puerta abierta a ello”, asegura el portavoz socialista, Luis Ramón Fernández Huerga, que pedirá a los servicios jurídicos que analice con detenimiento la documentación por si es necesaria alguna modificación.

Ante la pasividad veraniega de los responsables políticos, lo último que han pedido las familias afectadas es una reunión formal a tres bandas con la alcaldesa de Avilés (PSOE) y el presidente de la cofradía de Pescadores. “No podemos más” asegura Ángeles Lugilde al tiempo que exige una solución al problema que padecen estas cuarenta familias.

Lugilde dice que los afectados -entre los que ella misma se encuentra- están viviendo la situación “con desesperación”, ya que tienen un pie “fuera de casa”. “No sabemos qué más hacer, nadie nos hace caso”, lamenta. Por otro lado, están a la espera la respuesta de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, a la que han trasladado la problemática que viven estas familias, abocadas a quedarse sin vivienda.