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Gobierno y agentes sociales impulsan un plan industrial para Asturias y exigen un pacto de Estado para la energía
Asturias —
Facilitar el acceso a la financiación, mejorar las infraestructuras, aumentar la cooperación entre la Universidad y las empresas y exigir un pacto de Estado por la energía son algunos de las veintinueve medidas que integran la estrategia industrial para Asturias. Con este plan, el Gobierno, la patronal y los sindicatos quieren impulsar la competitividad, la internacionalización y la innovación de las empresas en los próximos años.
“No podemos resignarnos a que Alemania o el eje franco alemán sea el gran motor industrial y España se quede reducida a la condición de destino turístico. Asturias no será un parque temático”, ha dicho el presidente del Principado, Javier Fernández, en su primer acto oficial tras los comicios europeos. El jefe del Ejecutivo presentó la nueva estrategia de su gobierno, arropado por los agentes sociales.
El objetivo de esta iniciativa es que Asturias siga siendo una región industrial fuerte. Para ello se plasman cuatro objetivos: Construir una industria más competitiva mediante la optimización de costes y aumento del tamaño de las empresas; aumentar las exportaciones; conseguir un sector industrial innovador y lograr un tejido sostenible que sea compatible con la calidad ambiental.
La industria aporta al producto interior bruto del Principado 3.300 millones de euros al año y genera cerca de 57.000 puestos de trabajo, datos que ponen de manifiesto el claro exponente industrial de la región. “Los indicadores revelan que ha resistido la recesión, aunque no podemos hablar de un incremento del empleo, sí se aprecia una evolución positiva de la producción”, ha apuntado el jefe del Ejecutivo autonómico.
No obstante, la estrategia nace sin consenso sobre la presión fiscal que sufren las empresas asturianas. Una de las mayores reivindicaciones de la patronal asturiana al Gobierno asturiano es la bajada de la carga fiscal y que quede equiparada al resto de las Comunidades Autónomas.
Este es uno de los caballos de batalla del presidente socialista asturiano. No sólo ha pedido al ministro de Hacienda que, en la reforma, plasme una uniformidad fiscal, sobre todo en el impuesto de sociedades, gestionado por el Gobierno central, sino que extiende esta exigencia al marco de la Unión Europea, “si queremos tener una industria diversificada y no una vinculada a determinadas áreas en el centro de Europea. Es un diseño que comparte Ángela Merkel, pero a nosotros no nos conviene”.
Javier Fernández también se ha referido a las multinacionales, que están en todos los países “y no pagan en ninguno”, algo que, a su juicio, urge corregir. “La famosa marca España que tanto trae de cabeza al Gobierno central tiene que incluir también entre sus señas la fortaleza y la calidad industrial”.
En este punto, el presidente asturiano ha vuelto a incidir en la necesidad de ese pacto de Estado para la energía. A su juicio, se corre el riesgo de que los cambios decidido por el ministro de Industria, José Manuel Soria, eleven los costes, castiguen la cogeneración y las empresas especializadas en las energías renovables.
Javier Fernández ha alertado que “nos estamos enfrentando a uno de los desafíos más serios”. De ahí la necesidad de este pacto, que debe afrontar el enorme problema de tarifas, que garantice el suministro, la calidad ambiental y evite que las industrias ubicadas en España se sientan en desventaja frente a las ubicadas en otros países.
