“Arlecchino” cautiva al público en su regreso a España

Veinte años después de su última representación en España, “Arlecchino, servidor di due padroni” -la reconocida comedia italiana- ha cautivado al público de Madrid, que esta noche ha dedicado una gran ovación a la compañía Piccolo Teatro di Milano en la primera de las cinco funciones programadas hasta el domingo.

Con esta obra de Carlo Goldini que se estrenó en España en 1967 y que ahora llega al Teatro de la Comedia por invitación de la Compañía Nacional de Teatro Clásico regresan las andanzas de Arlecchino, un bufón sin recursos que para sobrevivir se emplea como criado de dos patrones.

Durante 58 años fue Ferrucio Soleri el actor que ha dado vida a ese icónico personaje, pero con su jubilación el pasado mes de mayo dejó el testigo en manos de Enrico Bonavera, el intérprete que hoy se ha metido en la piel de Arlecchino, conectando con el público desde los primeros minutos de la función.

Son numerosas las ocasiones en las que ese personaje, el más popular de la “Commedia dell'Arte”, rompe la cuarta pared para interactuar con el público de manera espontánea, haciéndole partícipe de una historia de enredos que se representa en italiano con sobretítulos en castellano.

Sobre un escenario sencillo en el que destacan unas cortinas pintadas que cambian según la localización de la escena, los protagonistas de la obra dialogan, cantan, bailan y hasta tocan música en directo.

Y lo hacen como si nada estuviese preparado, algo muy alejado de la realidad tratándose de una comedia que ha sido representada casi 3.000 veces en todo el mundo.

Los actores, dirigidos por Giorgio Strehler, continúan recreando escenas que forman parte de la historia del teatro y que siguen provocando carcajadas con el paso del tiempo.

Con una duración de tres horas aproximadas, la función cuenta con dos entreactos en los que el público ha aplaudido con intensidad a la compañía, como también ha hecho al final de la obra, después de que el protagonista corriera por el patio de butacas en una divertida persecución que acaba en fiesta.

Las entradas para los próximos días ya están agotadas. Será la última representación de la temporada en el Teatro de la Comedia.