Maria de la Pau Janer crea una nueva Scheherezade en “Cuando seas libre”

Seis años después de “Cartes que sempre he esperat”, la escritora Maria de la Pau Janer vuelve a contactar con los lectores gracias a la novela “Cuando seas libre”, un extenso relato en el que reelabora el mito de la Scheherezade de “Las mil y una noches” y la convierte en mujer “de carne y huesos”.

En un encuentro con periodistas, la autora mallorquina no ha escondido hoy que este trabajo, escrito “con mucho entusiasmo y mucha paciencia”, es un “reto maravilloso” y un riesgo, que quizá no guste a todo el mundo, pero desde la adolescencia está fascinada por un personaje “fantástico, que se juega cada día la vida” y que se salva “gracias al gran poder de las palabras”.

A diferencia de lo que ocurría cuando empezó con apenas diecinueve años, ahora -ha reconocido- se ha tomado su tiempo para armar este artefacto literario, con dos planos temporales y espaciales, el Bagdad mítico de la época de Scheherezade y la Barcelona del siglo XXI.

Amores, desamores, misterios, infortunios y traiciones se dan la mano en esta obra, editada por Destino en castellano y Columna en catalán, en la que las mujeres son las protagonistas, desde Aroa, la primera en aparecer huyendo por los callejones de una ciudad, a Rebecca, muy maltratada por la vida, o María, una prostituta, ladrona y asesina, sin olvidar a Milena, impulsiva y salvaje.

También tiene su peso Douyazad, una joven que hace una solemne promesa de silencio y lealtad.

Maria de la Pau Janer, una década después de obtener el premio Planeta, ha comentado que el lector se enfrentará a un texto “muy pensado” que le ha llevado unos seis años y que le ha vuelto a enfrentar a “Las mil y una noche”, a relatos sobre el harén y también a ir cada semana durante más de dos años a la cárcel de Palma de Mallorca para conocer a un grupo de presas.

Y es que en la novela, en la que la solidaridad entre mujeres es fundamental, la prisión tiene, asimismo, su papel.

“A menudo -ha destacado- se dice que las mujeres pueden ser las mayores enemigas de otras mujeres, y eso es verdad, y yo lo he vivido, pero también existe la mujer que lo comparte todo y se lo juega todo por la amiga, un tema poco tratado literariamente”.

En esta novela, Aroa, una descendente de Scheherezade, decidirá “ser libre y sólo lo conseguirá cuando, de verdad, le ayuden otras mujeres”.

En este punto, no ha escondido que Aroa escapa de un harén y acaba en otra prisión real, pero “siempre las peores prisiones son las que tenemos dentro de nuestras cabezas, y si somos capaces de derribar nuestros propios muros, las prisiones reales son superables”.

Respecto a sus encuentros con varias presas en Palma de Mallorca, de entre veinte y casi cincuenta años, ha indicado que primero sintió que mostraban cierto recelo, pero, con el paso del tiempo, “fueron abriéndose y fueron muy generosas conmigo, a quien llamaban 'la escritora”.

Con una de estas presas, actualmente en la calle, sigue manteniendo el contacto y ha señalado que a todas ellas les hará llegar la novela, puesto que, indirectamente, son las protagonistas de algunos de los párrafos.

Más paciente desde que es madre, Maria de la Pau Janer tampoco ha obviado las preguntas que se le han formulado sobre la actual situación política en Mallorca -había apoyado al PP cuando lo encabezaba Jaume Matas- y ha aseverado que después de las últimas elecciones le ha “sorprendido gratamente la capacidad de reacción de los mallorquines”.

En su opinión, el gobierno de José Ramón Bauzá, presidente de las islas Baleares, es el artífice de “un genocidio cultural terrible” y ha mostrado su convicción de que, de seguir cuatro años más, “el catalán hubiera desaparecido de Mallorca”.