Barcelona pone a sus viñetas en estado de guerra
Tras la polémica, llega la guerra a la 32º edición del Salón Internacional de Cómic en Barcelona. Hace un mes un anuncio sexista puso en apuros a la popular convención. La empresa de recursos humanos NSH solicitaba azafatas “morenas, altura superior 1,70, talla de pecho mínimo 95”. Tras su conveniente retirada en la web del portal de trabajo, Ficomic se desentiende de la polémica y abre sus puertas hoy -hasta el 18 de mayo- a los héroes de batalla.
“Que nadie se asuste cuando vea entrar un tanque de la Guerra de Corea por la Diagonal”, advierte Carles Santamaría, director del certamen, pues de elementos bélicos estarán repletos los 32.000 metros cuadrados de los pabellones 1 y 2 del Fira Barcelona Montjuïc. La ciudad lanza una verdadera ofensiva desde las viñetas y conmemora el centenario del inicio de la I Guerra Mundial, el 75 Aniversario del inicio de la II Guerra Mundial, el 75 aniversario del fin de la Guerra Civil española y el Tricentenario de la Guerra de Sucesión española. Ahí es nada.
Cómics en guerra homenajea, entre otros, a la mítica colección de tebeos Hazañas bélicas con una amplia exposición de las viñetas de los dibujantes más doctos en la materia. Todo un despliegue, pero no solo de láminas, también de vehículos militares, dioramas, maquetas, uniformes e incluso reconstrucciones históricas. Esta gran muestra monopolizará todo el pabellón 1, donde reunirá 550 originales, y que estará dividida cronológicamente en los diversos períodos de la Humanidad, desde los tiempos prehistóricos hasta los más recientes conflictos.
Las estrellas del cómic bélico
Joe Sacco es una de las estrellas mundiales del certamen y aprovechará la ocasión para presentar La Gran Guerra, su última aportación al género, en el que también se inscriben sus famosos cómics Palestina, Gorazde y Reportajes y Notas al pie de Gaza. Unas joyas periodísticas trasladadas a un género que levanta pasiones y filias en todos los rincones del planeta.
También ha confirmado su presencia el británico Andrew Wildman, conocido principalmente por su vinculación con los cómics de Transformers, el argentino Eduardo Risso, autor de 100 balas, los guionistas norteamericanos Brian Azzarello y Paul Jenkins, el autor francés Audrey Spiry, los italianos Manuele Fior y Pasquale Del Vecchio o el serbio RM Guéra.
En este peculiar paseo de la fama desfilarán también desde el maestro Milton Caniff, que creó una serie bélica para santificar a las tropas estadounidenses en la II Guerra Mundial, hasta el longevo experto del manga Shigeru Mizuki y su Operación Muerte, sobre sus experiencias en el ejército imperial japonés.
Resulta inevitable inmiscuirte de lleno en el terreno y reflexionar sobre la presencia de la guerra en la historia del cómic: existen pocas tiras de tebeo en las que no haya alguna viñeta bélica -¡hasta en Mortadelo y Filemón!-. Pero si aún así la inspiración no llega, la convención ha preparado un set que haría las delicias de cualquier rodaje de Hollywood. Desde campamentos militares a miquelets de 1714 y puestos de mando que reconstruyen las unidades republicanas de la batalla del Ebro.
La guerra no arrasa todo el Salón
Aunque el género bélico sea el eje temático del Salón, no han querido limitarse el terreno y cerrar las puertas a los muchos fanáticos del cómic que no comulgan con el carácter belicoso. Así, el cartel promocional nos ponía en precedentes: los superhéroes destacan en el diseño del dibujante gaditano Carlos Pacheco, donde muestra a algunos de los personajes de ficción más famosos sobrevolando la estatua de Colón de Barcelona.
El pabellón anexo acogerá entonces dos exposiciones antológicas dedicadas a los 75 años de Batman, el popular superhéroe protector de Gotham City, y a Lobezno, personaje creado por Len Wein y Herb Trimpe y que celebra su 40 aniversario. Popeye el marino, icono de la cultura pop y famoso gracias a la serie de dibujos animados que lleva su nombre, protagonizará otra de las concurridas exposiciones en la que se podrán ver tiras de cómic de diferentes épocas, así como piezas del merchandising de época y actual.
En el apartado de exposiciones también se incluyen las muestras de los ganadores de los premios de la pasada edición, como la del Gran Premio del Salón del Cómic 2013, que fue para Purita Campos, y la de Miguelanxo Prado, que ganó el premio a la Mejor Obra del pasado Salón por Ardalén. El egarense Oriol Hernández, premio al Autor Revelación, y el fanzine Adobo, Premio al Mejor Fanzine, también tendrán sus propias exposiciones.
La última de las novedades de este año es la carpa de autores, en la que 33 artistas podrán firmar y vender directamnte sus originales.