Dimite en bloque la redacción de la mítica 'Cahiers du cinéma' por su compra a manos de productores de cine

Cahiers du Cinéma se ha quedado sin trabajadores. Los 15 redactores asalariados que formaban su plantilla han presentado su dimisión todos juntos. Se han acogido a “una cláusula de conciencia que protege los derechos del periodista en casos de cambios de accionistas”, según afirman en un comunicado publicado por la asociación francesa ACRIMED. 

La veterana cabecera, la más prestigiosa de la crítica de cine internacional, fue comprada por el grupo Le Monde en 2008. Pero su accionista mayoritario, Richard Schlagman, vendió más tarde la revista a un conglomerado empresarial formado principalmente por productores de cine y empresarios vinculados a la industria audiovisual.

“Los nuevos accionistas incluyen ocho productores, algo que plantea un conflicto de intereses inmediato para con el ejercicio de la crítica”, defienden los trabajadores en el comunicado, pues “sean como sean los artículos publicados sobre las películas de estos productores, serían sospechosos de complacencia”.

Además, añaden que “la carta de independencia anunciada por los accionistas ya ha sido contradicha por brutales anuncios”. Se quejan también de una intromisión en su labor y de una contradicción para con el espíritu de la revista. “Nos dijeron que la debíamos 'centrarnos en el cine francés'”, y que, “la crítica debía volverse 'amable' y 'elegante'”.

Pero “Cahiers du cinéma nunca han sido ni lo uno ni lo otro, al contrario de lo que afirman los accionistas. Cahiers siempre ha ejercido una crítica crítica, asumiendo posiciones claras”. Según los trabajadores, plegarse a los intereses de los nuevos propietarios de la empresa “sería distorsionar Cahiers para que sea un escaparate llamativo o una plataforma para promover el cine francés”.

Una revista mítica

En 1954, el artículo Une certaine tendance du cinéma français, escrito por François Truffaut, se convirtió en un auténtico fenómeno cultural que generó un movimiento renovador en la forma de comprender y entender el cine francés. Aquel texto, publicado por Cahiers du Cinéma, tuvo además dos consecuencias a largo plazo: situar a la cabecera como renovadores del discurso crítico, e infundir prestigio al oficio del crítico de cine.

Precursores en reivindicar a realizadores como Alfred Hitchcock y Howard Hawks como verdaderos 'autores' del cine norteamericano, entre sus logros está difundir la obra de cineastas que hasta entonces no habían logrado una proyección digna en Francia primero, ni en Europa después. Hablamos Nicholas Ray o Fritz Lang pero también de la obra de Rossellini, Max Ophüls o de Kenji Mizoguchi.

Cahiers du Cinéma tuvo como editor al cineasta Éric Rohmer, y entre sus redactores y colaboradores se contaron no solo pensadores importantes, también los cineastas más prestigiosos del cine galo del siglo XX. Por su redacción pasaron André Bazin —uno de los teóricos del audiovisual más influyentes de la historia gracias a su brillante ensayo ¿Qué es el cine?— y realizadores como Claude Chabrol, Jacques Rivette, Jean-Luc Godard y el mencionado François Truffaut. Todos ellos, núcleo duro de la Nouvelle vague de la que también formarían parte Jacques Demy o Agnès Varda.

Aunque la empresa ahora responsable no ha anunciado el cierre de Cahiers du Cinéma, la dimisión en bloque de su plantilla puede hacer pensar en que se baje la persiana para siempre. Sería el adiós de una de las revistas más importantes del séptimo arte.