Savages: “No permitáis que los cabrones que todo lo joden en España os hundan”
Son la banda que ha firmado el disco de debut más importante durante el pasado 2013. Un cuarteto formado íntegramente por chicas, con sede en Londres –aunque su cantante, Jehnny Beth, cuyo nombre real es Camille Berthomier y que responde a nuestro cuestionario, tiene nacionalidad francesa- y que ha vuelto a poner el mapa el nervio característico del after punk y formaciones como Siouxsie & The Banshees, Wire o Bauhaus. Visitan Barcelona el martes 18 (Apolo) y Madrid el jueves 20 (Shoko) en una de las citas de referencia de esta recta final invernal.
¿Cuál era la idea inicial sobre la que inicialmente construisteis Savages? ¿Ha madurado mucho esa idea a lo largo de estos dos años de vida del grupo?
Gemma Thompson, la guitarrista de la banda tenía la idea del nombre que había sacado de las novelas distópicas y de ciencia ficción que estaba leyendo en aquel momento, Philip K. Dick, J.G. Ballard, cosas así y la idea de que el ser humano apenas está evolucionando a pesar del progreso rapidísimo de la tecnología. Nuestros instintos primarios son esencialmente los mismos, y la obsesión por la muerte sigue siendo tan cercana como siempre. Personalmente Savages (“salvajes”) me gustaba por su urgencia y tensión y porque estaba muy interesada en la poesía de guerra y en despertar con la música una sensación de autoconsciencia y determinación.
Creo que hemos conseguido desarrollar estas ideas a lo largo de los dos años de actividad del grupo con actitudes como pedirle a nuestro público que se abstenga de tomar fotografías y grabar nuestros directos con su teléfono para enfatizar la experiencia “real” o escribiendo 40 minutos de música experimental con la banda japonesa Bo Ningen.
En todas vuestras entrevistas hay alguna pregunta relacionada con el hecho de ser una banda formada íntegramente por mujeres y lo siento mucho pero me temo que esta vez no va a ser diferente… ¿Tenéis una posición formada como grupo con respecto a movimientos feministas vinculados a la música como Femen, o mirando atrás en el tiempo, las Riot Grrrls?
Sí, lo cierto es que es muy habitual que los periodistas nos pregunten sobre feminismo y música. No arrancamos la banda con un planteamiento feminista , pero entendemos que hemos cristalizado algunas ideas cercanas al feminismo porque somos, en definitiva, cuatro mujeres haciendo rock’n’roll. Es inspirador conocer a otras mujeres cuando termina el concierto que te dicen que vernos tocar les despiertan ganas de hacer cosas, tanto como ver a chicas jóvenes gritando “She will, she will” en primera fila del concierto. Por otra parte, pienso que la emancipación de las mujeres tiene mucho que ver con la emancipación de los hombres. He conocido a hombres que estaban tan reprimidos como muchas mujeres y este es un trabajo que tenemos que hacer de la mano, todos juntos. El negocio de la música es muy duro para cualquier músico, ya sea hombre o mujer, aunque tal vez las mujeres son mejores a la hora de hablar sobre ello.
Vosotras en concreto trabajasteis muy duro el tema del directo antes de decidiros a entrar a grabar un disco. ¿Sentíais que tenías algo que demostrar en ese sentido?
No, no teníamos nada que demostrar. Escribimos las canciones para tocarlas sobre un escenario y quisimos disfrutar de eso durante un tiempo, así que tardamos en empezar a pensar en meternos en un estudio. Parecía más natural desarrollar las canciones cara a cara con el público y esperar hasta que sintiéramos que estábamos listas, en vez de precipitarnos a la hora de entrar a grabar sin un motivo concreto. Era más urgente ganar nuestro público concierto a concierto.
Con 60 años de rock’n’roll a nuestras espaldas, ¿qué creéis que una banda debe ofrecer hoy en directo a su público para que éste se sienta satisfecho?
Es importante que la gente que acude al concierto se quede satisfecha, pero esa no puede ser la prioridad de la banda porque entonces dejaría de ser una manifestación artística. La gente hoy tiende a olvidar que el principal motivo por el que hacemos esto es por nosotras mismas. Los artistas no están ofreciendo un “servicio”, no responden ante nadie ni respetan determinados códigos no estándares para plegarse a la audiencia. Así que te respondería con un “haz lo que te salga del coño”.
Creo que las cuatro tenéis un bagaje musical bastante diferente, ¿no es cierto? ¿De qué forma ha configurado eso el característico sonido siniestro de Savages?
No es fácil de explicar. Desde el primer ensayo tuvimos la sensación de que había química entre las cuatro pero no hemos hecho el esfuerzo de analizar qué hace tan especial el tocar juntas. Supongo que algo tendrá que ver la suma de las experiencias de cada una en otras bandas. También diría que hay una mezcla de trabajar duro y suerte. La batería Fay Milton, por ejemplo, ha tocado en orquestas y conoce bien las percusiones de tipo étnico, lo que probablemente explique porqué a la gente le guste tanto su estilo. Es un tipo de batería bastante rara.
¿Os sentís a gusto con las comparaciones con bandas post-punk? La más habitual es Siouxsie & The Banshees, pero también podríamos hablar de Essential Logic, Au Pairs,…
La verdad es que no me siento cómoda con ningún tipo de comparación.
¿Y qué me dices de la estética expresionista que habéis adoptado no sólo en las fotos de promo sino también en los juegos de luces en directo?
Elegimos utilizar sólo luces blancas en directo en nuestros conciertos básicamente porque no tenemos a un técnico de luces viajando con nosotras y de esa forma nos asegurábamos de tener una iluminación bastante decente cada noche usando los focos del local. Decidimos utilizar luces blancas y ropa blanca y negra al principio de todo, para liberarnos de darle muchas vueltas a cualquier cosa que no fuera la música. Nos dimos cuenta que simplificando esos aspectos podíamos concentrarnos más en ella. Y es algo que funciona también para el público.
¿Crees que Savages representa un sector de la población británica? Y de ser así, ¿cuál sería su edad, sus intereses, género y, en líneas generales, sus obsesiones?
Es interesante… nunca nadie me había hecho antes esa pregunta. Yo no diría que somos una banda típicamente británica. He estado viviendo en Londres durante los últimos ocho años, pero soy francesa, aunque también te digo que no me considero excesivamente patriota. Nuestro público varía mucho de un país a otro. Demográficamente hay un abanico muy grande de población. Tenemos chicas muy jóvenes que vienen a los conciertos con sus madres, hombre adultos, treintañeros,… ¡Puedes ver cualquier tipo de gente en un concierto de Savages!
Con todo el ruido que se ha generado alrededor de la publicación de “Silence Yourself”, vuestro primer álbum, seguro que ha habido cosas a las que habéis tenido que renunciar por estar en la banda…
¡Ja! A veces cuando estás de gira piensas que has renunciado a tu salud. Puede llegar a ser muy duro, sobre todo en invierno, combatir el cansancio… Pero lo estamos haciendo bien y cuidándonos. Al margen de eso, en los últimos dos años supongo que las cuatro hemos descuidado cualquier proyecto que tuviéramos al margen de Savages. Pero estoy segura de que todas encontraremos en el futuro la forma de cumplir con nuestros deseos artísticos.
Y ¿un sueño que hayas hecho realidad con el grupo?
¡Ser una estrella del rock’n’roll y girar por el mundo!
¿Algo importante que transmitirle a vuestro público en España antes de los conciertos que vais a dar en Madrid y Barcelona?
No permitas que esos cabrones que todo lo joden te hundan.