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Entrevista

Ester Expósito: “Siempre he querido crecer rápido, por suerte mis padres me pararon los pies”

La actriz Ester Expósito

Laura García Higueras / Javier Zurro

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Ester Expósito tenía 18 años cuando Élite cambió su vida para siempre. La serie, que se estrenó a finales de 2018, tardó poco en convertirse en un fenómeno a nivel internacional y catapultó su fama. Su Carla Rosón se mantiene como uno de los personajes más queridos de la ficción de Netflix, a la que la actriz dijo adiós tras el final de su tercera temporada. Pese al incontestable éxito y popularidad, la intérprete ha sido muy selectiva con sus apariciones en televisión y proyectos aceptados.

Series comoVeneno y Alguien tiene que morir; y películas como Tu hijo, son algunos de los títulos que sí se han ganado su beneplácito. “Siempre tuve claro que el día que tuviera el privilegio de elegir, lo haría”, asegura a este periódico. Cuatro años después de su irrupción en Las Encinas, Expósito estrena este viernes 2 de diciembre su primer largometraje como protagonista, Venus. Un filme de terror dirigido por Jaume Balagueró (REC) en el que encarna a una bailarina de discoteca para la que robar una bolsa llena de droga solo será el inicio de una tortuosa y sobrenatural huida hacia adelante.

La actriz es también prolífica en redes sociales. En 2020 se convirtió en la española con más seguidores en Instagram tras superar los 25 millones. Actualmente ha sumado otros tres más, pero convive con su popularidad con naturalidad. “No me obsesiona mostrar quién soy realmente en Instagram porque no tengo que demostrarle nada a nadie”, sostiene.

Venus es su primer papel protagonista, en una película de terror y apareciendo en prácticamente todos los planos. ¿Impone?

El proyecto me llegó por Álex de la Iglesia y Jaume Balagueró, que han hecho muchas de las películas que me han marcado e inspirado. Solo con eso ya me ilusioné muchísimo. Después, en guion, vi que era un personaje tan poderoso, potente y con una historia tan salvaje, que me generó todo lo contrario a achantarme. Cuanto más extrema y exigente es una situación, más me vengo arriba y doy lo mejor de mí. Luego siempre me entra el miedo de pensar que no voy a poder, pero fue al revés, un subidón de motivación. Me hacía falta, porque no todos los días salen proyectos de esta envergadura y con personajes femeninos tan poco victimizados debido a la diferencia tan grande que hay entre los personajes que se les dan a los hombres y los que se dan a las mujeres.

Al contrario de lo que ocurría en Tu hijo, donde su personaje era violada en un coche; aquí la vemos conduciendo para escaparse del robo que acaba de cometer. ¿Le atrajo este cambio de víctima a heroína?

Mucho, porque es una protagonista de peli de terror pero no es la víctima al uso. Muchas veces las protagonistas femeninas de películas de género son la víctima pobrecita que sin esperárselo se mete en la boca del lobo y le dan por todos lados. Y al final, si consigue salvarse, es por un golpe de suerte. En esta película no. Ella es desde el principio la propulsora de su propia destrucción. Es muy kamikaze, una cabeza loca impulsiva. Eso me encanta, y que además es egoísta y hostil. No piensa en nadie más que en ella misma. De hecho, le da igual poner en juego la vida de su hermana y de la niña yendo a su casa sabiendo que la están persiguiendo.

Su familia le ha dado siempre igual. O ella se ha anestesiado por la inconsciencia y las dificultades o conflictos que tuvo en su juventud. Todo eso, que también construí y aporté para que fuera así, es lo que más me gusta de ella, que es de armas tomar. No se deja victimizar por la historia por más que le pasa de todo, se le persiga y después le aceche el mal que habita en el edificio. En la historia tampoco se le victimizaba nunca y esto no suele ocurrir con las mujeres en las pelis de terror.

No todos los días llegan proyectos con personajes femeninos tan poco victimizados

Ester Expósito

¿Qué le atrae del género de terror?

Que es un portal que te lleva a los miedos. Hay otros géneros que no sé si son capaces de invadirte y conectar tanto con el instinto como el cine de terror. Te lleva a una cosa primaria y un poco sin sentido. Despierta estos terrores que has podido tener sin explicación. Es capaz de meterte algo en el cuerpo. Hay muchas pelis en las que la protagonista solo sufre, pero que igualmente son maravillosas. Una buena película es una buena película, tenga estos clichés machistas o no. También tiene que haber víctimas mujeres como tiene que haber víctimas hombres. Pero como es tan frecuente que este sea el caso de las pelis de terror, me gustaba que aquí ella es hasta casi verdugo. Se ve en su personalidad.

La película es muy física, tiene parte de gore y de acción que acompañan a Lucía en su huida. ¿Le gustaba que se dieran todos estos elementos?

Sí. Disfruto mucho haciendo acción, pero lo más exigente fue el nivel emocional que requería el personaje. La tensión tan alta, angustia y nerviosismo tan extremo que tiene desde el principio de la película. Desde que sabe que va a robar la bolsa hasta que la pillan tiene que huir, se va a casa de su hermana, su hermana desaparece, empieza a notar que pasa algo en el edificio y se atrapa entre estos mundos. Y no solo había que mantener la tensión y que no decayera, sino que tenía que ir in crescendo hasta el clímax de la resurrección. Eso fue lo más exigente, agotador y duro del rodaje. Pero también lo más desafiante y que por lo tanto me tomé más en serio. Hacer películas de terror es muy divertido porque son unos códigos y unas licencias que te dan mucha libertad para jugar.

Analizando su carrera, tras el fenómeno de Élite ha medido mucho sus apariciones en televisión y proyectos. Habrá quien piense que lo lógico habría sido aceptar todo lo que llegara, pero ha sido selectiva. ¿Por qué?

Desde pequeña tuve claro que quería ser actriz y que el día que tuviese la oportunidad y el privilegio de elegir, lo haría. Sabía que quería una carrera madura y de largo recorrido, con peso y profundidad. Una trayectoria así la componen proyectos con contenido y calidad, no solo un envoltorio bonito. Por eso, desde que puedo, selecciono lo más sabiamente que puedo. Hay veces que no está tan claro, pero generalmente está bastante dibujado si es un personaje que me va a llevar a otro lugar, sacar cosas diferentes de mí y me va a hacer crecer como profesional o no. Es el filtro que tengo, la calidad y profundidad de las cosas. Y que tengan un contenido, que no estén vacíos.

La Ester niña que soñaba con ser actriz, ¿se imaginaba teniendo tanto éxito con 22 años?

Cuando era pequeña siempre quería ser mayor, trabajar muy pronto, crecer rápido. Ya era muy mayor por dentro. Aunque era una niña, creo que nací vieja [ríe]. Por suerte mis padres me pararon los pies y me dijeron: “Vas a ser una niña y ya está. Vas a las clases de teatro del cole y poco más. Y luego, si lo sigues teniendo claro, te apoyaremos”. Hicieron muy bien. Con 13 años me apunté a una escuela de interpretación más profesional y conseguí representante para intentar tener oportunidades.

No sé si me lo imaginé, pero lo que quería era estar cuanto antes trabajando. El cuerpo me lo pedía, era una necesidad. Élite me abrió un montón de puertas y ahora estoy en esta posición que disfruto. Tiene cosas maravillosas, como poder dedicarme a lo que quiero. También tiene otras. La vida me ha cambiado mucho, hay cosas que echo de menos y que no van a volver a ser igual nunca. Ahí está el cómo lo gestiones y digieras tú luego.

Entonces su sueño era trabajar, estar en el mapa y conseguir papeles interesantes. ¿Qué le ilusiona ahora?

Hacer cosas muy diferentes. Trabajar con gente talentosa de la que absorber todo y aprender un montón. Proyectos muy distintos, de calidad. No porque a lo mejor tengan mucho dinero, sino que tengan una gran historia, grandes directores, actores. Cosas de las que me pueda nutrir para seguir siendo cada vez mejor. Que mire atrás y diga: “Jo, qué pedazo de proyectazos”. Que sepa que los cogí por algo. Que no me plantee: “¿Por qué hice esto?”. Que algún día puede que me ocurra y no pasa nada, pero esto es lo que me gustaría. Y trabajar lo más que pueda dentro de este filtro de buenas historias y personajes.

Más allá del terror, ¿qué otro tipo de cine le interesa?

Me mueve que sean cosas que no haya visto, o que no se espere de mí que haga algo así. Siempre me gusta jugar a la contra. Me encantaría que me llegaran más personajes que por prejuicios o lo que sea, no se hubieran pensado para mí.

Me encantaría que me llegaran más personajes que por prejuicios o lo que sea, no se hubieran pensado para mi

Ester Expósito

¿Cree que es algo que ha pasado con esta película?

Sí. Más allá de porque la película sea de terror, porque el personaje es una tía de barrio que lo último que le preocupa es ser fina o glamurosa. Puede ser que esto vaya un poco a la contra del prejuicio que puede haber de mí. Porque claro, lógicamente en Instagram, en las alfombras rojas o donde me puede ver la gente fuera de mi trabajo, siempre estás preparada y manteniendo la compostura. Aquí de repente estoy trabajando y siendo otra persona, y se ve algo muy diferente a lo que se ha visto antes.

Su Instagram combina fotos de promoción, de películas... Pero también está la Ester que va de botellón y sale de fiesta. ¿Es una manera de reivindicar que sigue siendo la misma persona?

No me obsesiona mostrar quién soy realmente o que sigo siendo la misma, porque tampoco tengo que demostrarle nada a nadie. Pero sí me gusta darle el lugar a eso que también forma parte de mí, que es salir de fiesta porque me encanta y me conecta con la chica de 22 que también soy, con la juventud. Me olvido un poco del trabajo y todo lo demás, que el resto de días ocupa mucho lugar en mí.

Igualmente me gusta dar espacio a mis amigos de siempre, con los que viajo y me voy de fiesta. Hay un grupo en concreto de Galicia con los que paso todos mis veranos desde pequeña que siempre que subo cosas con ellos la gente me dice que son súper divertidos porque están todo el día haciendo payasadas. No subo todo porque no puedo, pero sí una parte porque forman parte de mí y de lo que valoro en mi vida.

Teniendo en cuenta su popularidad en redes sociales y añadiendo el condicionante de ser mujer, ¿hasta qué punto le ha supuesto una presión el hecho de tener que cumplir un canon de belleza y comportarse de determinada manera?

Siempre he sido muy coqueta y me han gustado mucho la moda y el maquillaje. Me he adaptado bien a este medio y dinámica porque me divierte. No me supone una presión porque venía antes del boom. Me gusta jugar con looks, que uno transmita una cosa y otro otra. No encasillarme en un estilo. Es algo a lo que tampoco se le tiene que dar el foco o la importancia. Hay un montón de fotos que subo que son de promoción, pero es que yo voy igual de arreglada de fiesta un sábado. Siempre me hago mi look, que a veces es más sofisticado y otras más de calle; pero que siempre me gusta ir muy mona ya sea al botellón o a donde sea. Tiene mucho que ver conmigo.

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