La invasión zombi que no cesa

The Walking Dead ha vuelto de las vacaciones como se fue. Con unos índices al alcance de muy pocos en EE UU (sin batir su propio récord congregó a 15 millones de espectadores) y con un capítulo que ha vuelto a polarizar opiniones. Sus fans ya están muy curtidos en no saber muy bien qué esperar de la serie pero sí que están acostumbrados a principios y finales de temporada, o media temporada, explosivos.

En el capítulo Qué ha pasado y que está pasando el grupo de Rick ha registrado otra baja mientras busca un nuevo destino tras los sangrientos sucesos de Atlanta. Aunque esta vez los responsables han optado por un tono intimista, casi onírico, para subrayar la situación cada más desesperada en la que se encuentran los humanos que todavía resisten los embates de las hordas de zombis.

The Walking Dead (Fox) tiene cuerda para rato, los creadores han asegurado tener material para doce temporadas, y la cadena estadounidense AMC sabe cómo explotar al máximo su tirón popular para arropar el lanzamiento de Better Call Saul (Movistar Series), convertida en el mejor estreno de la historia de la televisión por cable en EE UU, o para estar preparando su primer spin- off. Fear the Walking Dead estará situado en Los Ángeles durante los primeros días del apocalipsis zombi. Todavía no tiene fecha de estreno pero cualquier mínimo detalle sirve para ir calentando la campaña de promoción.

Así que en vez de decaer, la fiebre por las historias apocalípticas rodeadas de zombis se mantiene. Hace unos meses la estadounidense Syfy, que está en plena renovación de su cartera de series, estrenó con éxito de público Z Nation y en unos días echa a andar en CW iZombie, una serie a medio camino entre la comedia y el drama, de los creadores de Veronica Mars y protagonizada por una estudiante de medicina, que tras convertirse en zombi entra a trabajar en un laboratorio para tener acceso a los cerebros que necesita comer para mantener su aparente humanidad.

En la ficción europea también tendremos una nueva ración de zombis. Todavía colea la decisión de la BBC de no dar tercera temporada, por motivos económicos, a In the flesh (disponible en Movistar Series), una miniserie que se convirtió en serie por la buena acogida de público y crítica. Sus protagonistas son muertos vivientes pero no se reconocen como zombis. Aunque es verdad que murieron y resucitaron y que durante una etapa se comportaron como zombis hambrientos de carne humana, son enfermos diagnosticados con el síndrome del parcialmente muerto. Con una medicación especial que reprime sus impulsos asesinos y un maquillaje que les devuelve una apariencia humana, intentan volver a la normalidad. Es entonces cuando In the flesh se despega de género zombi, o por lo menos añade una vuelta de tuerca, al transformarse en una historia sobre la discriminación y una metáfora de los sistemas totalitarios y la sociedad que combate con violencia todo lo diferente.

La que sí que tiene confirmado su regreso es Les Revenants, que tiene como protagonistas a unos muertos vivientes todavía más alejados de los que dan título a The Walking Dead. En 2012, su primera temporada puso en el radar de muchos a la ficción televisiva que se estaba haciendo en Francia y en unos meses volverá con una segunda temporada. Sus protagonistas son muertos, que no saben que han muerto, que regresan a sus casas en un pueblo idílico de los Alpes, ante el terror y el desconcierto de unos familiares que superaron la pérdida y han seguido adelante con sus vidas.

Se llamen como se llamen y tengan la apariencia que tengan, los zombis siguen llegando para quedarse y multiplicarse.