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Los arquitectos ganadores del concurso de la plaza de la Reina recurren su exclusión

La plaza de la Reina, en la actualidad

Carlos Navarro Castelló

El equipo de arquitectos integrado por Miguel del Rey, Íñigo Magro y Antonio Gallud ha presentado este lunes por registro de entrada un recurso en virtud del cual solicitan la paralización del proceso de adjudicación de la remodelación de la plaza de la Reina hasta que se resuelva el mencionado recurso.

Así lo ha anunciado en redes sociales uno de los integrantes del equipo, en concreto Íñigo Magro.

Pese a que su proyecto fue el mejor valorado en el concurso promovido por el Ayuntamiento de València, durante el proceso de adjudicación de las obras, una de las compañías que formaba la Unión Temporal de Empresas (UTE) presentada para desarrollar el proyecto entró en concurso de acreedores.

Este ha sido el motivo que ha llevado al Ayuntamiento a excluirles del proceso, y a adjudicar la remodelación de la plaza al equipo de José María Tomás, cuyo proyecto fue el segundo que más puntuación obtuvo.

Y es que, según fuentes municipales, la legalidad impide que una empresa insolvente pueda optar a un contrato público, tal y como han avalado todos los miembros de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de València.

El equipo de arquitectos vencedor, sin embargo, ha manifestado que, en el momento y plazo estipulado para valorar las ofertas, esta empresa no había entrado en concurso de acreedores y aseguran que el Consistorio tardó tres meses en hacer una valoración que se debería de haber hecho en 15 días.

Al respecto, fuentes municipales han confirmado que han recibido el recurso, que lo estudiarán detenidamente y que contestarán, pero han insistido en que la ley no permite modificar los integrantes de una UTE en mitad de un proceso de adjudicación de un concurso público, puesto que el resto de participantes podrían verse perjudicados y podrían denunciar al Ayuntamiento si lo permitiera.

Curiosamente, Magro y Del Rey ya ganaron en 1999 el concurso internacional de ideas del Colegio de Arquitectos para reurbanizar este emblemático espacio de València, aunque Rita Barberá nunca lo llegó a ejecutar.

Ahora, casualidades del destino, podría repetirse la historia si finalmente no logran ejecutar el proyecto, pese a ganar por segunda vez un concurso, esta vez promovido por el Ayuntamiento.

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