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La Fiscalía archiva la causa sobre las devoluciones en caliente de menores durante la crisis de Ceuta

Aschraf, durante su devolución en caliente el pasado 19 de mayo.

Gonzalo Testa / Gabriela Sánchez

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La Fiscalía de Ceuta ha archivado la causa que investigaba las devoluciones en caliente de menores durante la crisis humanitaria producida en Ceuta tras la entrada de 10.000 migrantes el pasado mes de mayo. Tras una denuncia interpuesta por Coordinadora de Barrios, el Ministerio Público estudiaba el caso concreto de Aschraf, un chaval que cruzó a nado a la ciudad y, tras llegar a Ceuta, fue devuelto ese mismo día a Marruecos por los militares y guardias civiles desplegados en la playa del Tarajal, algo prohibido en la legislación española en el caso de ser menor. No obstante, el fiscal no ha considerado “acreditada la minoría de edad” del chaval devuelto ni ha podido determinar “la identidad de los militares” que lo interceptaron para expulsarlo, según detalla el auto, al que ha accedido elDiario.es.

“En el presente caso no ha quedado acreditada la minoría de edad del extranjero inmigrante y no ha podido determinarse la identidad de los militares que interceptaron al inmigrante ilegal en la playa del Tarajal”, sostiene la resolución, que añade que no existen “tampoco órdenes, instrucciones y notas de servicio emitidas en relación a la devolución de personas extranjeras y al modo de actuación en el perímetro fronterizo” durante aquellos días de mayo “por parte de los mandos de Policía Nacional, Guardia Civil, Comgece y Delegación del Gobierno”. Según justifica el fiscal ceutí, Leopoldo Sánchez Valencia, “la inexistencia que se explica por la gravedad y urgencia de la situación de crisis vivida durante aquellos días y el carácter insólito y sorpresivo de la misma”.

Según confirmó El País en mayo, el menor se llama Aschraf, tiene 16 años, y fue abandonado por su madre biológica al nacer. El chaval denuncia haber sido devuelto en dos ocasiones ese miércoles 19 de mayo. Además del retorno documentado por la prensa, el menor explica que el día anterior había logrado llegar a Ceuta y pasó la noche del martes al miércoles en “un centro”, previsiblemente la nave del Tarajal donde fueron alojados en condiciones indignas los menores recién llegados. Al día siguiente, fue devuelto desde las instalaciones donde pasó la noche, según su relato: “Me metieron en un centro, donde pasé la noche. Al día siguiente me dieron una toalla y unas galletas y me echaron”.

A juicio de la Fiscalía “el hecho central de la denuncia” radicaba en “un presupuesto que no se ha podido acreditar pericialmente como es la pretendida minoría de edad del inmigrante” devuelto a Marruecos, ya que “en ningún momento durante toda la secuencia completa del vídeo manifestó serlo ni aportó o exhibió ningún documento de carácter oficial con el que poder acreditarlo y corroborarlo”. En aquel momento también resultaba “imposible” realizarle pruebas oseométicas.

“Careciendo de dicha prueba empírica y de los testimonios de los militares que devolvieron al extranjero indocumentado al país vecino debemos colegir que dicha persona era mayor de edad y que así fue apreciado por el personal de las Fuerzas Armadas que realizó su rechazo sumario al país fronterizo desde el que había accedido, posibilidad contemplada legalmente en nuestra normativa en materia de Extranjería”, concluye el Ministerio Público.

Según el General Jefe de la Comandancia General, acudieron al lugar “previa solicitud de la Delegación del Gobierno” y “con la misión de proporcionar apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplegadas”, pero la acusación no ha tenido éxito en sus pesquisas sobre las instrucciones que habían recibido y su origen.

El jefe superior de la Policía Nacional dijo, “sin descender en grandes detalles”, que ordenó “mantener la seguridad y el orden público en toda la ciudad” y “más concretamente en su zona competencial en la frontera”. La Delegación, “con gran celeridad y en un escueto, conciso y breve comunicado”, alegó que “no se emitió ninguna orden, instrucción o nota de servicio en relación a la devolución sumaria de los inmigrantes”.

Finalmente, la Guardia Civil apeló a una Orden de Servicio “confidencial por sus implicaciones relativas a la seguridad nacional” para referir que la prioridad de sus agentes era “en primer lugar salvaguardar la vida e integridad del elevado número de inmigrantes” y después “impermeabilizar” la frontera en un contexto de “desbordamiento” agudizada por “la actitud indolente de las fuerzas de seguridad del Reino alauita”.

La organización Coordinadora de Barrios envió al Ministerio Público un vídeo, publicado por Reuters, en el que el chaval suplicaba a las fuerzas armadas desplegadas en la playa que no le devolviesen a Marruecos. La Fiscalía de Ceuta incoó a finales de mayo diligencias de investigación por un presunto delito de prevaricación por incumplimiento de las disposiciones administrativas de repatriación de menores en la devolución inmediata a Marruecos de al menos un niño migrante solo por parte de los soldados destinados en la playa del Tarajal para contener a los ciudadanos del país vecino que por miles accedieron irregularmente a territorio español entre los días 17 y 19.

La Fiscalía pidió a la agencia Reuters la grabación sin editar de los hechos, que tuvieron lugar cuando el flujo de entradas irregulares ya casi se había extinguido. También requirió a las Fuerzas de Seguridad las imágenes de las cámaras instaladas en ese punto del perímetro fronterizo y a la Comandancia General militar de Ceuta, que identificase a los soldados destinados en ese momento en la playa del Tarajal detallando quién había asumido el mando del operativo, con qué instrucciones y de qué fuente partían estas.

“Me van a golpear”, clamaba Aschraf ante las cámaras. “No quiero volver, por favor”, imploraba después de llegar a Ceuta a nado con un flotador fabricado con botellas de plástico. Al final de la grabación enviada a la Fiscalía, varios militares y un guardia civil le acompañan a la puerta del espigón fronterizo para conducirlo de vuelta a su país. Las imágenes del fotoperiodista Olmo Calvo también documentaron esta devolución en elDiario.es.

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