La Guardia Civil dice que hay cámaras en la zona pero que no ha visto las imágenes de la tragedia
La Guardia Civil reconoce que hay cámaras en todo el perímetro fronterizo que separa Ceuta de Marruecos. Una fuente oficial ha admitido que toda la zona donde se produjo la tragedia en la que fallecieron al menos trece personas al intentar pasar a España está cubiera con cámaras de vigilancia que grabaron los incidentes. En un primer momento había negado la existencia de estos dispositivos en los tres puntos por lo que intentaron cruzar la frontera.
La importancia de estas imágenes radica en que permitirían corroborar cómo se produjo la tragedia. La versión que ofrece el Ministerio del Interior es que únicamentre utilizaron material antidisturbios contra los subsaharianos en tierra y no en el mar, donde al menos trece personas se ahogaron. Los testimonios de los supervivientes apuntan a que los agentes emplearon gases lacrimógenos en el agua.
Las personas inmigrantes que intentaron llegar a España este jueves lo hicieron primero a través del puesto fronterizo. Al encontrar la represión de los agentes españoles, un grupo lo intentó primero por la valla y luego por el mar. La primera versión de la Gurdia Civil decía que “ninguno de los tres puntos tiene cámaras instaladas”. Esa versión chocaba con la ofrecida por la Delegación del Gobierno en la ciudada autónoma, que reconocía la existencia de estos dispositivos en todo el perímetro.
La dirección general de la Guardia Civil no ha visionado todavía las imágenes de la tragedia y es su oficina de información la que puede decidir si las difunde o no.
No es la primera vez que este organismo rectifica en informaciones relativas a esta tragedia. La primera versión oficial sobre la actuación de la Guardia Civil varió este jueves, ya que en un principio negó haber actuado en los incidentes y que había sido la policía marroquí la encargada de “repeler”, según palabras de Delegación del Gobierno, la entrada de los inmigrantes. Después de que eldiario.es publicara los testimonios que apuntaban al uso de violencia por parte de los agentes españoles, Interior admitió que habían empleado pelotas de goma, disparos de fogueo y botes de humo para disuadir a los inmigrantes, que según su versión, se habían mostrado “violentos” y habían “lanzado piedras” contra los cuerpos de seguridad.
