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Las familias de las víctimas de Ceuta: “Ahora podemos llevar a los responsables ante la justicia”

Los padres de Yves Bilong Martin, con una fotogradía de su hijo. | Imagen cedida por Caminando Fronteras.

Gabriela Sánchez

El grito de alegría casi podría haberse escuchado en España, dice Feric. En el preciso momento en el que cogió su móvil y leyó el mensaje, el joven camerunés se vio un poco más cerca de ver la tumba de su hermano. “Vamos a cruzar los dedos, vamos a esperar”, recomendó otro de los familiares con cautela. “Hasta la justicia no vamos a parar”, advirtió el hermano de Dauda.

Son algunos de los familiares de las 15 personas que murieron en la frontera de Ceuta en un intento de entrada repelido por la Guardia Civil con material antidisturbios el 6 de febrero de 2014. Acababan de conocer la reapertura de la investigación, en la que de momento no han sido escuchados.

En un año difícil, la noticia les ha dado un empujón final para afrontar el homenaje que preparan con el objetivo de recordar a sus hijos, hermanos y padres fallecidos entre pelotas de goma y botes de humo. Pero también, destaca, para enviar un mensaje al Gobierno español.

“Queremos mostrar nuestra determinación de no silenciar la memoria de nuestros hijos sin que se aclaren las circunstancias de su muerte”, explica desde Camerún Feric.

“El Gobierno no quiere que la sociedad nos escuche”

Quieren que su lucha alcance los oídos de las autoridades, la justicia y la sociedad civil españolas. Aunque la única manera para lograrlo sea casi a gritos desde Duala.

Hasta ahora ha sido imposible visitar España para difundir su mensaje, para pedir de primera mano explicaciones al Gobierno español o ver con sus propios ojos el espigón donde perdieron la vida sus familiares.

Intentaron personarse en la causa como denunciantes, trataron de viajar a España para pedir una investigación eficaz y la identificación de los cuerpos, pero se chocaron con un muro administrativo difícil de derribar. En el caso del viaje, el Ejecutivo español no les permitió el acceso al país y denegó su visado porque considera que el objetivo de la estancia “no ha sido justificado”.

“Creemos que el gobierno español no permite nuestra presencia en su territorio por la sencilla razón de que podría despertar la conciencia a la sociedad civil española e ir contra lo que las autoridades tratan de hacer creer: que las personas muertas eran peligrosas”, explica Feric. “Obviamente es falso”.

A principios de 2015, ocho de las 15 familias de los fallecidos fundaron la Asociación Familias Víctimas del Tarajal con el objetivo exigir justicia y poner nombre a cuatro de los cinco cuerpos enterrados en Ceuta que el Gobierno aún no ha identificado. Después de un proceso de organización apoyado por el colectivo Caminando Fronteras, los familiares se constituyeron como organización para reforzar sus peticiones.

Un año después, han recibido una de las pocas buenas noticias surgidas desde su constitución: la reapertura de la investigación de la muerte de sus familiares tras el archivo de la causa. En el auto que había dado carpetazo al caso, la titular del juzgado de instrucción número 6 de Ceuta argumentaba que “los inmigrantes no eran personas en peligro en el mar” por “asumir el riesgo de entrar ilegalmente” en España.

“Solo eran jóvenes que compartían el mismo sueño, llegar a Europa para trabajar y dar mejores condiciones de vida a sus familiares”, respondía entonces el portavoz de las familias en una entrevista con eldiario.es

“Hemos recibido la información de la reapertura con gran alegría y esperanza, es una oportunidad para que se haga justicia algún día”, responde Feric después de conocer la noticia. “Con la investigación, finalmente tendremos la oportunidad de llevar a los responsables ante los jueces”.

El joven camerunés, como portavoz de la asociación refleja su optimismo ante la decisión de la Audiencia Provincial de Cádiz, pero reconoce cierta desconfianza, acostumbrados a no ser escuchados a lo largo del proceso judicial. “Mi madre, y seguramente todos los padres que han perdido a sus hijos en esta tragedia, ha recibido la noticia con entusiasmo y recelo al mismo tiempo”, admite Feric.

“Siente recelo porque se pregunta si, con lo pobre que es su situación, podrá conseguir justicia en este asunto que esconde tantos intereses de los gobiernos. Pero después de que ella mira hacia arriba, mira al cielo y reza a Dios”, añade el hermano de Larios, cuyo cuerpo reposa sin nombre en un nicho en Ceuta, tras ser enterrado por las autoridades españolas sin poco más de 24 horas después de su hallazgo.

Otro de los propósitos del homenaje que tendrá lugar el próximo 6 de febrero en Duala es, en palabras del portavoz de las familias, “sensibilizar a los jóvenes de Camerún sobre los riesgos asociados a la inmigración ilegal y obtener un mensaje a nuestras autoridades”. Feric recuerda el momento en el que su hermano pequeño le anunció su decisión de dejar Camerún a pesar de esos riesgos de los que ahora intenta alertar.

“Mi hermano es de la clase de chicos cuyos padres no tenían dinero para apoyarle y tuvo que buscarse la vida desde muy joven. Dejó los estudios para trabajar. Un día vino a verme para decirme que quería viajar. Le pregunté si había pensado bien. Me dijo que sí, que era la única alternativa para él, la única forma para ayudar a su familia”.

Helena Maleno, portavoz del colectivo Caminando Fronteras, ha estado muy cerca de todo el proceso de organización para, señala, “convertir el dolor en justicia”. Antes de conocerse la noticia de la reapertura de la causa, las familias “estaban un poco angustiadas porque no sabían nada del procedimiento judicial”, recuerda Maleno.

“Han pasado momentos muy duros: el archivo de la causa, la denegación de los visados para hacer la identificación de los cuerpos... Por eso ahora preparan el homenaje con ganas: ven que siempre lo ha hecho gente de fuera y esta vez son ellos quienes rendirán homenaje a sus hijos y hermanos”.

Feric, desde Camerún, reconoce que aún desconoce los detalles del acto del próximo 6 de febrero. Solo tiene dos certezas. La primera: “Haremos nuestro mayor esfuerzo para conseguir un homenaje grandioso a la manera africana”. La segunda, que se sentirán cerca de ellos:

Ibrahim Keita, Armand Debordo, Dauda Dakole, Jeannot Flame, Joseph Blaise, Larios Fotio, Nane Roger Chimi, Ousman Kenzo, Oumar Ben, Samba Baye, Yves Martin y Youssouf, y otros tres jóvenes sin identificar: fallecidos el 6 de febrero de 2014 en la frontera española.

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