Iberdrola prepara el traslado de cientos de empleados a un campus a 33 kilómetros de Madrid
Iberdrola prepara el traslado de cientos de empleados en Madrid a San Agustín del Guadalix, una localidad a 33 kilómetros de la capital, pegada a la autovía de Burgos (A-1) y sin conexión ferroviaria de Cercanías.
El plan, todavía por definir, se materializaría a partir de mediados de 2019, cuando concluyan las obras de ampliación del campus corporativo para Formación e Innovación que tiene desde hace años la primera eléctrica española en esa localidad de la Sierra madrileña. Aunque oficialmente Iberdrola no comenta este asunto, según fuentes internas, su departamento de Recursos Humanos evalúa el traslado de unos 500 empleados y cobra peso la opción de trasladar un área de negocio completa.
El plan ha generado cierta inquietud en la plantilla de la empresa, reconoce José Antonio López, secretario general de la Sección Sindical Estatal del sindicato mayoritario en la empresa, UGT FICA. López aclara que no se les ha notificado nada oficialmente: “No sabemos si van a ser 200, 300 o 500 los afectados”.
La eléctrica está embarcada en la ampliación de ese campus que se asienta en una parcela de 18 hectáreas y actualmente cuenta con más de 35.000 m2 para áreas docentes, un auditorio para 340 personas, usos deportivos, servicios comunes y restaurante, entre otros. Actualmente hay tres edificios y se están construyendo otros tres que se prevé estén terminados en junio del año que viene.
De momento, se sabe que tras esa ampliación habrá una parte destinada a dotar de nuevos espacios al centro de formación, innovación e investigación que tiene Iberdrola allí en materia, por ejemplo, de energías renovables y nuevos combustibles. Esa ampliación determinará qué uso se dará al resto de superficie disponible y el número de empleados trasladados.
Flexibilidad horaria
El convenio colectivo de Iberdrola, empresa pionera en la aplicación de la jornada continua en España desde hace una década, ya establece medidas para permitir a sus empleados trabajar fuera de hora punta. Con carácter general, de lunes a jueves se les permite la entrada “flexible” desde las 7:15 hasta las 9:00 horas, y salida desde las 14:51 hasta las 16:36 horas. Los viernes, la salida es desde las 14:00 horas, “siempre que el trabajador haya acumulado el tiempo suficiente de lunes a jueves”. A esas horas, son habituales grandes atascos en la A-1 en el entorno del barrio de Las Tablas.
Iberdrola concentra actualmente a buena parte de su plantilla en Madrid en un edificio en la calle Tomás Redondo (cerca del parque ferial Ifema) alquilado con un leasing a largo plazo, y cuenta con otras sedes en la capital, como la que alberga en la calle de Alcalá a su filial inmobiliaria. La empresa suele poner a disposición de sus empleados lanzaderas para facilitarles el transporte. La A-1 no cuenta de momento con una carretera alternativa ni carril bus VAO, a diferencia de otras grandes radiales madrileñas.
El campus, el escenario elegido por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, para animar a más de 300 empleados del grupo a cumplir el último plan estratégico de la compañía, ya tiene un acceso exclusivo tanto desde la A1 como desde esa localidad.
Además, se prevén mejoras en esa vía. Hace un año, el Consejo de Ministros autorizó la utilización del procedimiento de urgencia para expropiar los terrenos para construir una nueva vía de servicio en la margen izquierda de la autovía y facilitar el acceso al campus.
Asimismo, los últimos Presupuestos Generales del Estado prevén estudios de ampliación para un tercer carril por calzada y vías de servicio en el tramo de la A-1 entre el enlace de RACE-Enlace Sur de San Agustín del Guadalix; la variante de la A-1 entre el Eje Aeropuerto y El Molar; y un estudio de conexión de la A-1 con la A-2.
