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El turco Onur Genç sustituirá a Carlos Torres como consejero delegado de BBVA

Carlos Torres, futuro presidente de BBVA, junto con Onur Genç, próximo consejero delegado.

Economía

Carlos Torres ya tiene número dos en BBVA. El turco Onur Genç ocupará el cargo de consejero delegado en la entidad española cuando Torres acceda a la presidencia, ante la jubilación del histórico directivo Francisco González.

El consejo de administración ha decidido este miércoles que Genç ocupe la vacante que dejaba Torres en el segundo escalón ejecutivo de la compañía. Torres ya había anunciado en repetidas ocasiones que elegiría a algún directivo de la compañía para ocupar este cargo. Asumirá el puesto el próximo 31 de diciembre, cuando Francisco González deje la presidencia y la ocupe Torres.

Genç entró en Garanti en el año 2012 como vicepresidente ejecutivo y posteriormente fue nombrado consejero delegado de la entidad turca. Posteriormente, en enero de 2017, se convirtió en el director ejecutivo de BBVA Compass y director de BBVA en EEUU. La compañía asegura que ha logrado allí “importantes avances”. En la actualidad esa división supone el 12% del beneficio y los ingresos. Es el tercer mercado por resultados tras México y España.

Garanti es la filial turca de la compañía, que ha sufrido durante los últimos meses debido a la crisis que vive el país, provocando quebraderos de cabeza a la matriz en Bolsa. En este sentido, según los datos del banco, Genç logró una mejora de la cuota de mercado de Garanti en varios productos en un rango de entre un 2% y un 4%, a la vez que el beneficio crecía y se posicionaba como un referente en banca digital en el país otomano.

BBVA considera que Genç, de 44 años, es el consejero delegado “idóneo” para seguir avanzando en su estrategia e impulsar la transformación de todas sus franquicias, generando valor para todos los grupos de interés, desde los accionistas, pasando por los clientes y los empleados.

BBVA anunció en septiembre la jubilación de Francisco González, responsable de la compañía desde la fusión de BBV con Argentaria, en los años noventa. Entonces se notificó únicamente que Carlos Torres ocuparía su silla, dejando vacante el cargo de consejero delegado del grupo. Desde entonces la rumorología del mercado vertió varios nombres, entre los que no se encontraba Genç.

De este modo, BBVA sigue la senda marca por Banco Santander y nombra también a un directivo extranjero como consejero delegado de la compañía. Hace unos meses la compañía que preside Ana Botín anunció la sustitución de su consejero delegado, José Antonio Álvarez, por el italiano Andrea Orcel. De este modo, las dos mayores entidades del país tendrán en el segundo escalón ejecutivo a sendos directivos extranjeros.

Queda por ver ahora cuál será el reparto de poderes que tendrán Torres y Genç al frente del BBVA. El BCE ha remarcado en repetidas ocasiones la necesidad de caminar en las instituciones de crédito hacia un modelo en el que el presidente de la entidad no tenga poderes ejecutivos, para diferenciar al responsable del consejo del responsable ejecutivo de la compañía.

BBVA optó igualmente por que Torres fuera presidente ejecutivo. Si bien, la compañía reconoce en el comunicado en el que anuncia el nuevo nombramiento, que éste tendrá que recibir las autorizaciones correspondientes, entre ellas las del BCE.

Sea como fuere, la dupla Torres-Genç tienen por delante ciertos retos a abordar. En primer lugar, y tal como muestra la propia compañía en su comunicado, deberá trabajar por acelerar la transformación digital del grupo. A éste se unen otros temas como enderezar la mala evolución en Bolsa del grupo, castigada por Turquía y México en los últimos meses.

Pero también deberá hacer frente a la mejora de los ratios del negocio. BBVA, como el resto de los bancos españoles, pasó los recientes test de estrés europeos. Sin embargo, fue junto a Banco Sabadell, las peores notas de las cuatro entidades españolas. Posteriormente, el BCE aseguró que iba a seguir de cerca a 12 entidades europeas, entre ellas BBVA y Sabadell, asegurando que necesitaban “mejorar sus posiciones de capital”.

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