El Banco de España pide a la banca un esfuerzo para mitigar “conductas inapropiadas” en pleno escándalo BBVA
En mitad del torbellino que afronta el BBVA por el escándalo del espionaje del comisario Villarejo permitido por su presidente Francisco González en la lucha por controlar el banco, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido este martes a las entidades financieras “un particular esfuerzo para mejorar su reputación e introducir medidas que mitiguen el riesgo de comisión de conductas inapropiadas”.
Hernández de Cos ha hecho este llamamiento durante el discurso que ha pronunciado en la cena oficial del IX Spain Investors Day, en el que ha situado “el fortalecimiento de la reputación” del sector bancario como uno de los retos junto a “la reducción de los activos improductivos, la mejora de su estructura de capital y rentabilidad y el óptimo aprovechamiento de los desarrollos tecnológicos”.
No es la primera vez que el gobernador del Banco de España hace alusión a los problemas reputacionales de las entidades financieras españolas, aunque hasta el momento se había referido a la red comercial de la banca y los incentivos a vender productos poco apropiados, como el caso de las preferentes.
“La reputación bancaria se vio erosionada durante la última crisis debido no solo a los fallos de gestión en una parte del sistema, sino también por inadecuadas prácticas de comercialización con clientes, que menoscabaron la confianza”, dijo Hernández de Cos en su discurso de apertura del XIV Encuentro del Sector Bancario organizado por IESE e YE el pasado diciembre.
Respecto a contexto económico español, el gobernador del Banco de España ha explicado que “se espera que el ritmo de expansión del PIB se desacelere gradualmente en los próximos años” debido al “progresivo agotamiento del efecto positivo de diversos factores exógenos que han operado en estos últimos años, como las políticas de demanda expansivas (en particular, la monetaria) o el fuerte crecimiento mundial, que ya ha dado muestras de un cierto agotamiento en 2018”.
Con esta visión de la economía española, Hernández de Cos ha insistido en en el peligro de una elevada deuda pública, “en torno al 98 % del PIB”, ya que si se mantiene durante un período prolongado “no solo puede obstaculizar el crecimiento económico, sino que, además, reduce la capacidad estabilizadora de la política fiscal ante futuras recesiones”, de manera que “la reducción de los desequilibrios fiscales debe ser compatible con la mejora de la calidad de las finanzas públicas”.
Aunque ha defendido las reformas de las pensiones de 2011 y de 2013 “que permitían compensar el efecto del incremento esperado de la tasa de dependencia en el largo plazo sobre el gasto total del sistema”, el gobernador ha señalado que la solución al futuro de las pensiones “requiere la adopción de una estrategia multidisciplinar que incentive la participación de los trabajadores de más edad, que acompase la política migratoria a las necesidades del mercado de trabajo y que fomente la natalidad”.
Por otro lado, ante la necesidad de aumentar la productividad, Hernández de Cos ha destacado la necesidad de reducir la incidencia de la regulación en empresas de gran tamaño que impidan el crecimiento de las firmas más productivas y rebajar posibles barreras a la competencia en sectores con “presencia de márgenes de beneficio empresarial elevados y persistentes”, además de “mejorar el capital humano y tecnológico”.
