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El hermano de Botín ocultó gran parte de sus acciones de Bankinter en Suiza

La CNMV propone sancionar a Jaime Botín por ocultar acciones de Bankinter

elDiario.es

Jaime Botín, el hermano menor de Emilio Botín cometió una falta muy grave al esconder miles de títulos del banco Bankinter en cuentas suizas, según el supervisor de los mercados cotizados. La Comisión Nacional del Mercado Nacional de Valores (CNMV) ha pedido al ministerio de Economía que sancione al que fuera en su día presidente de Bankinter por esconder una elevada participación en la entidad en cuentas suizas que se descubrió a raíz de filtrarse parte de la Lista Falciani en 2009. La sanción puede ir acompañada de una multa de 600.000 euros y la inhabilitación para dirigir entidades financieras. La CNMV lo tiene claro y ahora solo basta el visto bueno del Gobierno.

Los Botín ya regularizaron su situación con Hacienda a raíz de descubrirse que parte de su fortuna estaba en cuentas del HSBC en Ginebra. Entonces, pagaron algo más de 200 millones de euros en impuestos atrasados con las arcas públicas. Sin embargo, la sanción que se le impone al hermano menor del presidente de Santander es por ocultación ante el regulador del mercado de su participación real en la entidad financiera, una infracción que nada tiene que ver con la cuestión fiscal.

Según la normativa de la CNMV, los inversores que tengan más de un 3% de una empresa cotizada tienen obligación de comunicarlo. En los tiempos en que Botín cometió la infracción, esta participación tenía que superar el 5% para ser comunicada. Con todo, el banquero sancionado rebasó con mucho el límite impuesto por la CNMV ya que aseguraba tener un 16% y tenía en realidad más de un 23% con la parte que ocultaba en Suiza.

El perjuicio para el resto de los accionistas de la entidad financiera es claro. El problema no es tanto que el propietario de estas acciones no tribute por sus rendimientos, la cuestión es que una participación tan elevada puede provocar distorsiones al ser vendida o recomprada en el precio de cotización de la entidad. Esta manipulación de los precios, especialmente significativa en el caso de Botín que fue presidente y luego consejero del banco hasta 2004, tiene información privilegiada del negocio de la compañía.

Al ocultar esta parte significativa de la operación, Botín pudo vender o comprar a merced de informaciones pero era imposible rastrear estos movimientos. El banquero sigue siendo propietario de ese 23% pero mediante su sociedad Cartival.

Ahora es el ministerio de Economía el que tiene la última palabra para ratificar la sanción.

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