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Calviño considera “una señal de confianza en España” que suene su nombre como candidata a presidir el Eurogrupo

La vicepresidenta tercera española, Nadia Calviño Nadia Calviño con el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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España tiene la oportunidad de situar al frente del Eurogrupo a su vicepresidenta económica por la marcha del ministro de Finanzas portugués, Mário Centeno. En la reunión de este jueves, Centeno abrirá la carrera sucesoria, en la que está bien colocada Nadia Calviño por sus buenas relaciones en Bruselas, y explicará el calendario que concluirá con la elección de la nueva persona a principios de julio.

“Lo primero que quiero es reconocer el excelente trabajo de mi compañero y amigo Mário Centeno”, ha dicho Calviño antes del inicio de la reunión del Eurogupo de este jueves: “Ha sido un excelente presidente, que ha sabido construir consensos para dar una respuesta a corto plazo. Es muy importante reconocer que en semanas el Eurogrupo ha sido capaz de dar una respuesta muy importante a la crisis, y que se han puesto en pie en un tiempo récord varias medidas”.

“En este contexto”, ha afirmado la vicepresidenta, “el papel de España ha sido reconocido por las instituciones, por los diferentes países, y creo que ha sido muy importante para que lográsemos los avances que hasta ahora se han venido consiguiendo en una respuesta europea a la crisis. Seguramente este reconocimiento puede explicar que se esté hablando de un candidato español para ocupar la presidencia del Eurogrupo. Es un elemento que desde el punto de vista de España es positivo y da una clara señal de confianza en nuestro país”. 

Calviño ha explicado que “el proceso no ha empezado, y ni siquiera el presidente del Gobierno ha tomado una decisión sobre las distintas alternativas. Esta tarde vamos a conocer el procedimiento y las alternativas, y el presidente tomará la decisión en los próximos días que más interese a España pensando en el interés general. España no ha adoptado ninguna decisión al respecto y en los próximos días veremos las distintas alternativos y tomaremos como país las decisiones que corresponda”.

¿Qué llamadas ha recibido para expresar apoyo? “No voy a especular”, ha respondido Calviño: “Todos los medios, tanto nacionales como internacionales, a la hora de hablar de las alternativas han presentado a España como candidata. Eso demuestra un reconocimiento y confianza en nuestro país, y ha de ser valorado por lo que dice del papel desempeñado por nuestro país”. 

El Eurogrupo está formado por 19 países, por lo que Calviño necesita el apoyo de al menos diez. Además de la vicepresidenta económica, circulan los nombres del ministro luxemburgués, Pierre Gramegna; y el irlandés, Paschal Donohoe. 

Además, a quien defiende que el puesto sea ocupado por el comisario de Finanzas, Paolo Gentiloni, algo que no está prohibido, pero que es inédito: siempre ha presidido el Eurogrupo un ministro de Economía de la eurozona.

La presidencia del Eurogrupo, una posición estratégica de por sí dentro de eurosistema, lo es todavía más en un momento de recesión histórica y decisiones europeas cruciales. Y el Gobierno español lo sabe.

Si a favor de Calviño juega su afinidad con las políticas económicas comunitarias y su, en general, buena relación con el resto de ministros del euro, además del hecho de que, tras la presidencia de la Comisión Europea, la debilidad puede venir por el hecho de que España es uno de los países más interesados en las ayudas europeas por la crisis económica y a quien duda de que pudiera desempeñar bien el papel de árbitro, o si acaso su papel debería ser el de árbitro o el de ministro presionante –algo que tampoco ha sido particularmente en el Eurogrupo–.

Además, sería el tercer presidente del Eurogrupo consecutivo de la familia socialdemócrata, y el segundo sucesivo del sur. Por otro lado, en tanto que la familia liberal tiene la presidencia del Consejo Europeo –Charles Michel– y Emmanuel Macron puso a Christine Lagarde en el BCE; al tiempo que los populares retuvieron la presidencia de la Comisión Europea y se espera que asuman la segunda mitad de la presidencia del Parlamento Europeo.

Y, por último, España ya ocupa uno de los top jobs comunitarios: el jefe de la diplomacia, Josep Borrell.

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