La mala gestión de la alemana Siemens se ceba con los “trabajadores de segunda” en España
Soplan malos vientos para Siemens Gamesa, ocho meses después de completarse la fusión entre el gigante alemán y el fabricante español de aerogeneradores. El grupo, que ha anunciado 6.000 despidos en 24 países tras perder 135 millones de euros en su primer semestre como empresa fusionada, quiere desprenderse de 272 trabajadores en España de aquí a septiembre. De acuerdo con el plan presentado por la dirección, el número de despidos alcanza los 408 en tres años.
Los sindicatos creen que la situación de la empresa no justifica esos recortes, rechazan los despidos y señalan a los responsables de la gestión, especialmente al CEO (consejero delegado), el alemán Markus Tacke (nombrado en mayo), como principal responsable de la inestable situación de la compañía.
Siemens Gamesa vive días convulsos por su decepcionante rendimiento: pérdidas millonarias, caída en picado de su cotización, una amenaza de huelga la semana próxima en toda España y críticas abiertas de su principal accionista español, Iberdrola (8% de las acciones). Porque UGT y el resto de sindicatos no son los únicos en señalar a Tacke y compañía: el pasado jueves, Ignacio Sánchez Galán, presidente de la eléctrica, mostró en público su descontento con la marcha de la compañía en bolsa y con determinadas decisiones de su dirección.
Desde UGT, el sindicato con mayor representación en la empresa, señalan a Tacke como principal responsable de una mala gestión que se ceba ahora con los empleados. “Desde que Markus Tacke tomó las riendas de la empresa, el valor de las acciones ha caído a la mitad”, dice a eldiario.es Jose Antonio Guerra, secretario de bienes de equipo de UGT.
Utiliza casi las mismas palabras que empleaba el jueves Galán: “No podemos estar contentos con una empresa que ha perdido más del 50% de su valor en seis meses”, decía el ejecutivo, que también reprochó a los gestores de Siemens Gamesa informar tarde y mal sobre los últimos cambios entre los altos cargos de la dirección y sobre las revisiones a la baja de las previsiones de la empresa.
Amenaza de huelga
En esta lógica, Guerra, el sindicalista de UGT, critica a la dirección de la empresa que recurra a una “constante que siempre se aplica cuando las cosas van mal”, la “solución fácil” de los despidos. Su sindicato, pero también CCOO, ELA y LAB, muestran un rechazo unánime a las medidas de recortes que quiere aplicar la dirección. El próximo martes está prevista una mediación entre empresa y sindicatos. En ella, los sindicatos llevarán una “idea fija, que es que no vamos a negociar nada que no sea la retirada del expediente”, según Guerra.
De fracasar la mediación, hay convocada una huelga en toda España que podría comenzar a partir del próximo viernes. Esa convocatoria ha estado precedida de movilizaciones en las sedes de la empresa que los sindicatos valoran muy positivamente. “Nunca había acudido tanta gente a las manifestaciones y concentraciones como en esta ocasión. Esto es por la preocupación por los despidos y por la indignación, porque los trabajadores nos sentimos agraviados”, según Guerra.
Los sindicatos hacen valer en su causa que cuentan con los apoyos de los gobiernos del País Vasco y Navarra. El PSOE ha anunciado su intención de pedir explicaciones al Gobierno de Mariano Rajoy por “no haber realizado el más mínimo gesto para salvar los empleos y la industria que representa en España Siemens Gamesa”, según los términos de Toni Ferrer, secretario de Empleo del PSOE.
La empresa justifica las medidas hablando de ajustar la compañía a la “influencia” de fusionar las estructuras de Siemens y de Gamesa. También aluden a la búsqueda de mayor “competitividad”. “Estos planes se hacen para ser más competitivos. Ahora mismo el sector está exigiendo una gran competitividad, pues los precios de las turbinas eólicas están bajando, esto puede ser positivo, pero a corto plazo resulta negativo”, señalan.
Si el mes pasado desde la compañía aludían para justificar las medidas a una coyuntura desfavorable “por el bajón registrado en mercados específicos, como el de India”, el pasado miércoles Siemens Gamesa se hacía con un contrato para construir un parque eólico de 200 megawatios (MW) en el país asiático. También acaba de anunciar el suministro de 113 aerogeneradores a la energética sueca Vattenfall. “Lógicamente son buenas noticias, hoy día todo está interconectado y nos puede afectar para bien”, según Guerra.
Trabajadores de primera y de segunda
Sin embargo, en España, lo que espera a la empresa es un duro pulso entre trabajadores y dirección. Para Guerra, los males de la compañía vienen por una fusión en la que “ha habido trabajadores de primera y de segunda”. Los de primera son los llegados de Siemens. Disponen de una garantía de empleo de tres años. Los de segunda son los españoles, que, asegura, no tienen esa salvaguarda.
Esta “situación discriminatoria”, según denuncian Guerra y compañía, ha salido a la luz con la presentación a principios de noviembre del plan regulación de empleo. Por eso dice el sindicalista de UGT que “la fusión de Siemens Gamesa se ha envenenado”.
Así, “en España, los despidos en el plan de reestructuración se van a hacer sí o sí, pero en Alemania existe esa garantía de empleo y las salidas se van a producir de manera voluntaria”, comenta Guerra. Klaus Abel, representante del sindicato IG-Metall en Siemens en Berlín, también encuentra que esta situación es “discriminatoria”.
“Los españoles deberían tener la mismas bonificaciones y garantías de trabajo”, señala a eldiario.es este sindicalista en Berlín, que está en plena batalla con el consorcio tecnológico por sus planes de recortar su plantilla en 7.000 personas en todo el mundo. Cerca de la mitad de los empleos están amenazados en Alemania. El plan de Siemens-Gamesa que afecta en España a 408 personas, concierne a un total de 6.000 trabajadores en 24 países.
