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Competencia analizará si la nueva subasta del fútbol encaja con los compromisos de Telefónica por la compra de Digital+

Partido entre el FC Barcelona y Osasuna en la pasada jornada.

Diego Larrouy

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Telefónica y Dazn se adjudicaron este lunes una nueva y millonaria subasta de los derechos de emisión del fútbol en España. La primera adquirió cinco partidos por jornada y tres jornadas en exclusiva. La segunda, los otro cinco encuentros de cada fin de semana. Juntas pagarán a los clubes, a través de su patronal LaLiga, 4.950 millones de euros. Serán los encargados de emitir el fútbol de primera división, a falta de saber si revenden los derechos para que también los exploten terceros, durante las próximas cinco temporadas. Sin embargo, la última palabra la tendrá la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que, por un lado, se opuso a la duración de este contrato propuesta por LaLiga; y por otro, analizará si Telefónica incumple con el acuerdo los compromisos que asumió cuando compró Digital+.

La subasta ha tenido dos novedades frente la anterior, realizada en 2018 y cuyos derechos vencen al final de esta temporada. La primera es que Telefónica ya no será propietaria de la mayoría de los partidos, sino que compartirá las jornadas con Dazn. Por primera vez una plataforma de streaming entra en un negocio antaño controlado por operadoras o por productoras como Mediapro. La segunda, que el proceso se ha cerrado por un plazo de cinco años, en lugar de los tres años que eran hasta la fecha y en la mayoría de mercados.

Este segundo aspecto tiene dos derivadas que implican a la CNMC. En lo que respecta a Telefónica, la empresa de telecomunicaciones asumió una serie de compromisos con la CNMC para poder sacar adelante la compra de DTS, la sociedad de Digital+, propiedad hasta entonces de Prisa. Una de ellas limitaba a tres años la duración de contratos para las competiciones deportivas en los que podía participar Movistar. De este modo, la adjudicación a cinco años no cumpliría con ese apunte.

Consultadas sobre este asunto, fuentes de la CNMC apuntan a este medio que estas condiciones se pueden modificar, tal y como consta en el informe por el que se aprobó aquella fusión, pero que eso precisa de una deliberación en el consejo del organismo, por lo que no se aventura si finalmente se cambiarán o no. Evitan también dar plazos, puesto que el proceso es algo complejo. Desde Competencia señalan que se requiere valorar si el contrato supone una “modificación relevante en la estructura o regulación de los mercados considerados”. Además, también habría que definir si “sigue siendo necesario” el mantenimiento de los compromisos para resolver los problemas de competencia derivados de la compra de Digital+. Si finalmente se decide mantener la limitación a tres años, “la CNMC valorará que el comportamiento de Telefónica es compatible con la resolución de autorización de concentración –de Digital+– y el cumplimiento de los compromisos”.

Telefónica ya advirtió en su comunicado en la noche de este lunes en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la adjudicación a cinco años estaba pendiente de la CNMC. “La adjudicación comprende el ciclo 2022/2023 a 2026/2027 si bien las temporadas 2025/2026 y 2026/2027 están supeditadas a que la CNMC levante o modifique la resolución que limita a Telefónica la duración máxima de los contratos de adquisición de derechos deportivos”. De ahí se desliza que la compañía limitaría el impacto de un rechazo por parte de la CNMC únicamente a las dos últimas temporadas, y no a la adjudicación en su conjunto.

Pero la CNMC también cargó las tintas contra LaLiga el pasado mes de octubre por su intención de ampliar la duración del contrato desde los tres años a los cinco en los que finalmente se han adjudicado. Competencia tenía que valorar los pliegos presentados por la patronal del fútbol profesional en España para esta subasta y lo hizo enfatizando su rechazo a que LaLiga pretendiera que hubiera ofertas para más de tres años. Llegó a tildarlo de “contrario a la normativa” y de “desproporcionado”.

La patronal del fútbol justificó a la CNMC que para los que lograran la adjudicación sería más rentable y para el cliente final se lograría “una reducción del precio”. El informe, que LaLiga considera no vinculante, señala que “esas supuestas eficiencias” no sirven para avalar “la duración de los contratos contraria a la normativa de competencia de la UE”. Por ello, considera que esta contradicción entre el pliego de condiciones y la propia ley de subasta de derechos televisivos –que señala un periodo máximo de tres años– “obliga a retirar la posibilidad de presentar ofertas para cuatro o cinco años”. “Los principios de publicidad, concurrencia, transparencia, igualdad y no discriminación que deben regir estas licitaciones se verían afectados en el componente de concurrencia en el supuesto de elevar la duración a cuatro o cinco temporadas”, aseguró el organismo.

Orange tendría que negociar también con Dazn

Uno de los compromisos del citado acuerdo de Telefónica con la CNMC para comprar Digital+ es que está obligada a ofrecer en el mercado mayorista contenidos como el fútbol para que otros rivales puedan ofrecerlos en sus plataformas. En la anterior subasta, de 2018, Telefónica se hizo con la práctica totalidad de los derechos audiovisuales, salvo el partido en abierto. Vodafone se retiró, pero Orange decidió seguir ofreciendo a sus abonados el fútbol, para lo que tuvo que pagar a Telefónica anualmente.

A partir de la próxima temporada la situación será distinta. Telefónica ha avanzado su intención de seguir ofreciendo todos los partidos de liga. La compañía y Dazn ya tienen una alianza por la que la plataforma de streaming emite sus contenidos en Movistar+ y podrían ampliarlo a los partidos que le correspondan. Será distinto para Orange. Hasta ahora se beneficiaba de que Telefónica estaba obligada a revender la explotación de los derechos audiovisuales –aunque ha protestado en distintas ocasiones por el precio– pero, tras la subasta, casi la mitad de los partidos no dependerán del antiguo monopolio estatal.

Preguntada por ello, la compañía francesa evita valorar el resultado de la subasta o confirmar si seguirán apostando por el fútbol a partir de la próxima temporada, cuando venza el actual contrato y entre en vigor el nuevo. De hacerlo, y si apuesta por ofrecer todos los partidos de liga, además de acudir a la venta mayorista a la que está obligada Telefónica, tendría que negociar con Dazn. Con una diferencia: la teleco española está forzada a ofrecer estos contenidos, pero la plataforma de streaming, no. Ni Orange ni Dazn han querido valorar este escenario.

Además de Telefónica, Dazn, LaLiga, la CNMC y Orange, la subasta de este lunes tiene una derivada también para otro actor: el fondo CVC. Este inversor llegó a un acuerdo con la patronal, que se cerró definitivamente este fin de semana, por el cual destinaba algo menos de 2.000 millones de euros para los clubes a cambio de recibir el 11% de los derechos televisivos. Quedan fuera Real Madrid, Barcelona y Athletic de Bilbao, únicos equipos que rechazaron este contrato. El nuevo contrato será el primero del que se beneficie CVC, que firmó un contrato para 50 años.

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