Cospedal y Soria buscan la foto con un miniParador Nacional condenado a las pérdidas
A poco más de dos meses para las autonómicas de mayo, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, y el ministro de Industria, José Manuel Soria, visitan este lunes Molina de Aragón (Guadalajara) para intentar demostrar que el PP cumple su compromiso de hacer realidad el Parador Nacional por el que esta localidad del Alto Tajo (3.572 habitantes) lleva suspirando desde tiempos de la República.
Es la tercera vez en menos de diez años que un político de primer nivel se acerca a Molina para prometer un establecimiento con el que la población pretende impulsar una zona cercana a un parque natural importante, el del Alto Tajo, pero poco visitada y con importantes carencias de servicios.
El primero en prometer la construcción del Parador de Molina fue el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tras el terrible incendio de Guadalajara en julio de 2005, en el que murieron 11 miembros de los equipos de extinción y ardieron 10.352 hectáreas. El entonces presidente regional José María Barreda visitó la zona en 2006 para presentar la maqueta del proyecto, con el compromiso de tenerlo construido en 2010.
Pero estalló la crisis, el Consejo de Ministros no autorizó su construcción hasta mayo de 2011, con un presupuesto de 25 millones de euros, y hubo que esperar hasta la recta final de la legislatura para que, ya en septiembre de 2011, a dos meses de las elecciones (como ahora), el entonces secretario de Estado de Turismo, el socialista Joan Mesquida, colocara la primera piedra. El acto costó 24.000 euros, asegura Luis Palacios, concejal de Turismo de Molina (PP).
El proyecto volvió a encallar. En marzo de 2012, Soria anunció que Paradores, una empresa pública que arrastra pérdidas millonarias desde 2009, paralizaba todos sus planes de expansión ante su déficit de tesorería. Cospedal aseguró poco después que el proyecto era “una prioridad” del Gobierno central y en julio de ese año el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, anunció que las obras (encomendadas a Tragsa, empresa del hólding público) comenzarían ese mismo año. Pero hasta agosto del año pasado el Consejo de Ministros no resucitó el proyecto.
“Aeropuerto a ninguna parte”
Lo hizo, eso sí, recortando el presupuesto del proyecto más de un 20%, hasta 19,8 millones. Y lo que iba a ser un hotel con 80 habitaciones dobles quedó reducido a la cuarta parte: 22 habitaciones dobles. Una “casa rural”, como la ha calificado el PSOE regional, y que va a tener prácticamente imposible ganar dinero.
“Con la estructura de costes de la empresa, un parador de 22 habitaciones es absolutamente imposible que cuadre sus cuentas, aunque esté lleno al 100% los 365 días del año; eso sólo pueden hacerlo hoteles familiares con sueldos muy bajos”, critican fuentes de la Administración turística, que creen que el proyecto siempre fue “un pequeño aeropuerto a ninguna parte”.
Lo era cuando lo anunció el Gobierno de Zapatero, con Paradores presidida por un exalcalde (Miguel Martínez) cuyo mayor aval era su amistad personal con el entonces presidente, y lo va a ser ahora, con Ángeles Alarcón (exesposa de Rodrigo Rato) al frente de Paradores, aseguran esas fuentes. Sin embargo, el concejal de Turismo de Molina argumenta que un establecimiento con 80 habitaciones era “totalmente inviable” y que “si se queda pequeño, para ampliarlo siempre hay tiempo”. La situación actual es diferente, añade Palacios: las obras van a comenzar esta misma semana.
A la tercera deberá llegar la definitiva para este pequeño pueblo, ubicado en una provincia que fue clave en las elecciones autonómicas de 2011 y que puede ser crucial para las aspiraciones de la secretaria general del PP de mantenerse en el Gobierno regional.
A Soria y Cospedal, que han visto cómo otra de las grandes apuestas de la presidenta autonómica, el almacén nuclear, se trunca por la nefasta gestión del proyecto proyectado en Villar de Cañas (Cuenca) complicando las expectativas electorales del partido en la región, les acompaña en el acto de este lunes la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego. El programa de la visita “consistirá en una visita de los terrenos donde se ubicará el futuro Parador para, a continuación, trasladarse a la iglesia de San Francisco, actual Casa de la Cultura, para los discursos institucionales”, según la nota difundida el viernes por el Ministerio.