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¿Cuánto cuesta un kilo de naranjas? No, no son los 12 céntimos que dice Feijóo

Recolección de naranjas.

Cristina G. Bolinches

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“Hoy veía un anuncio muy bueno. Precio de naranja, kilo 0,12 euros. Precio bolsa de plástico, 0,15. ¿A usted le parece que una bolsa de plástico valga más que un kilo de naranjas?”. Con estas palabras, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, colocó a los cítricos como un inesperado foco de atención de la precampaña electoral durante su entrevista en El Hormiguero. En realidad, trataba de hablar del impuesto al plástico, pero el debate se ha reposicionado en si sabe o no sabe cuánto cuesta un kilo de naranjas. 

¿Y cuánto cuestan? ¿Hay algún supermercado donde un kilo de naranjas esté a ese precio? ¿Cuánto se paga a los agricultores por producir esta fruta? ¿Y por qué hay que pagar 15 céntimos por una bolsa de plástico?

Respondemos a las preguntas que dejó abiertas el candidato del PP en su entrevista en Atresmedia.

¿Cuánto cuesta un kilo de naranjas en el supermercado?

Feijóo mencionó un “anuncio”, pero es difícil que lo viera en algún supermercado de barrio, porque el precio de las naranjas en la gran distribución está muy lejos de los 0,12 céntimos el kilo.

Cuando el presidente del Partido Popular se mudó a Madrid se decantó por el lujoso barrio de El Viso, donde viven empresarios como Florentino Pérez, presidente de ACS, Ana Botín, de Banco Santander, José Manuel Entrecanales, de Acciona, o Borja Prado (Mediaset). Se trata de una de las zonas residenciales más caras de Madrid y con menor presencia de tiendas de alimentación y de supermercados, aunque los hay. Por ejemplo, dos ‘Mercadonas’ muy próximos al estadio Santiago Bernabéu.

En la cadena presidida por Juan Roig esta variedad de cítricos está bastante por encima de los 0,12 euros el kilo. De hecho, una naranja cuesta en ese supermercado 0,57 euros, si se compran por unidades. Es el equivalente a 1,95 euros el kilo. Y si se adquieren por mallas, la de tres kilos está a 4,95 euros; y la de cinco kilos, a 6,75 euros.

También puede que Feijoó haya visitado otros supermercados en las inmediaciones del Viso, por ejemplo de Froiz o de Alcampo. En ambos casos, tampoco es ese precio. En la cadena gallega, la variedad más barata de este cítrico está a 1,55 euros; y en la francesa, a 1,79 euros.

¿Y qué ocurre en otras grandes cadenas? En Carrefour, se paga por esta fruta 1,75 euros/kilo; y, en Dia, a 1,89.

¿Y si se refería al precio de la naranja en origen?

Otra posibilidad es que Núñez Feijóo no se refiriese a cuánto cuestan las naranjas en el punto de venta al que vamos los consumidores, sino a lo que se paga a los agricultores por producirlas. Ahí se abren varias opciones. 

Una de ellas, es que se refiriese a este artículo publicado por Cordópolis. En él se hacía una comparación muy similar a la realizada durante la entrevista en el programa de Pablo Motos. En concreto, se explicaba que, en enero de 2022, en la Lonja de Cítricos de la Cámara de Comercio de Córdoba, el precio de las naranjas oscilaba entre los 10 y los 13 céntimos de euro para la variedad navelina y entre los 15 y los 18 céntimos de euro en el caso de la salustiana. Y al mismo tiempo, en el súper había que pagar entre 10 y 50 céntimos de euro por la bolsa de plástico en la que meter la fruta. 

Hay que tener en cuenta que, en ese enero de 2022, Rusia aún no había invadido Ucrania y los costes energéticos, los fitosanitarios y la inflación en general no había comenzado a dispararse. 

Otra opción es que Feijóo se inspirase en este artículo de opinión del presidente de Asaja en Alicante, la patronal de los agricultores que forma parte de CEOE, publicado en febrero de 2022. En él se hace mención a una pancarta de una manifestación de agricultores de un año antes que recoge la misma referencia de precios. 

“Circula estas semanas una foto que ya es un meme: un kilo de naranjas, doce céntimos; una bolsa de plástico de supermercado, quince”, aseguraba José Vicente Andreu, el responsable de Asaja Alicante. “La pancarta ilustra a la perfección la disfuncionalidad de nuestro sector agroalimentario en el que sale más caro el envase que el alimento. Calcule lo que pagan al productor y lo que ganan las cinco grandes distribuidoras que rigen el agro si el euro y medio que le cuesta a usted un kilo de cítricos es un 1.000% superior a su precio en origen. Los eslabones de la cadena alimentaria son grilletes de hierro para nosotros y collares de oro para ellas”, aseguraba.

¿Cuánto le cuesta a un agricultor producir un kilo de naranjas?

Es cierto que, en 2021, a los agricultores se les pagaban 12 céntimos por un kilo de naranjas; pero esa no es la realidad actual. “Hace dos años, un agricultor llevó un cartel con esos precios durante una manifestación. Fue una campaña que fue un desastre. Se pagaba incluso menos”, explica Ricardo Bayo, citricultor y secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en la Comunitat Valenciana.

Desde ese 2021, los costes de los citricultores, como los de la producción agrícola en general, se han disparado. “En la campaña 22/23, solo los costes energéticos nos han subido un 342%. A la comunidad de regantes, somos casi 700 agricultores, solo regar nos ha costado más de un millón de euros”, cifra Bayo. Eso deja el coste medio de la producción de un kilo de naranjas entre 24 y 28 céntimos el kilo; que se eleva a 34 o 36 en el caso de las clementinas.

Y no siempre se cubren esos costes. “A los precios a los que se ha vendido la navelina, en muchos casos, no”, aunque asume que, con otras variedades de la segunda parte de la campaña de cítricos, se ha podido compensar.

El responsable de UPA en la Comunitat Valenciana critica que no siempre se haya cumplido la Ley de la Cadena Alimentaria, en vigor desde hace algo más de un año, que prohíbe que se cierren contratos que no cubran los costes de producción. “No se trata solo de cubrir gastos, sino de que no haya prácticas abusivas por parte de los eslabones con más poder. El sector agrario y ganadero está cogido con pinzas, porque estamos en un contexto de competencia donde salimos perdiendo, con otros países que no cumplen normativa, que usan fitosanitarios que aquí están prohibidos”, cita como ejemplo.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publica datos semanales de cómo evolucionan diferentes producciones en los mercados mayoristas. En el caso de la naranja, de la última semana solo da datos de una variedad, la Valencia Late, y sobre ella indica un precio medio ponderado de 104,02 euros por cada 100 kilos. Dato que corresponde a la semana concluida el 25 de junio.

Mientras, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) publica un índice de precios en origen y destino de los alimentos, para comparar lo que cuesta un producto en origen y cuánto se paga por él en el punto de compra. Los últimos datos corresponden a mayo e indican un precio de origen de la naranja de 0,46 euros el kilo, que en destino se convierten en 1,90 euros, de media. Es decir, se multiplican por cuatro.

“Que el líder del primer partido de la oposición y que pretende ser presidente del Gobierno use una cifra como la de 12 céntimos el kilo de las naranjas... Habrá nacido en el mundo rural, pero de agroalimentación sabe poco”, respondió este jueves el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, al presidente del PP.

¿Por qué hay que pagar al súper por cada bolsa de plástico?

Además de valorar el conocimiento de Núnez Feijóo sobre los precios agrícolas, Planas también recordó que si se pagan 15 céntimos por cada bolsa de plástico del súper no es porque así lo haya decidido el Gobierno de coalición ni tiene que ver con el impuesto al plástico.

Esos 15 céntimos de coste “los puso un Gobierno del PP”, recordó el titular de Agricultura. “No se puede imputar a este Gobierno cosas que no son de éste y que vienen de atrás y que son consecuencia de la necesidad de la reducción de plástico”.

También la titular de Hacienda, María Jesús Montero, señaló en Twitter la autoría de esta medida.

Pagamos por las bolsas del súper desde 2018, por un real decreto aprobado con Mariano Rajoy en Moncloa e Isabel García Tejerina como titular de Agricultura, Pesca y Alimentación. Entonces se traspuso a la legislación española una directiva comunitaria, de 2015, con un objetivo claro: los Estados miembros tenían que tomar medidas para reducir de forma sostenida el consumo de bolsas de plástico ligeras.

Una de esas medidas era pagar por ellas, para que dejaran de ser gratis. Los precios, en función de la cantidad de plástico que contengan. Si son 15 micras, 5 céntimos; de más micras, 15 céntimos; y si contenían hasta un 70% de plástico reciclado, 10 céntimos. 

¿Qué es el impuesto al plástico?

Núñez Feijóo sacó a colación las naranjas y el precio de las bolsas al tratar de argumentar que ha habido un aumento de la presión fiscal durante la última legislatura. Quería hablar del impuesto al plástico, pero acabó hablando de otra cosa. “¿Qué sentido tiene en una inflación enorme poner el 1 de enero el impuesto de plástico cuando la mayoría de países de la Unión Europea lo han pospuesto?”, aseguró.

Este impuesto es una medida fiscal pensada para reducir el consumo de envases de un solo uso que ha entrado en vigor este año en España y que ha sido criticada por la industria alimentaria porque entiende que la coloca en una peor situación competitiva que otros países vecinos, porque aún no lo han puesto en marcha.

Entró en vigor el 1 de enero y grava todos aquellos envases que sean de plástico no reciclado y a los que no se pueda dar una segunda vida. En 2020, la Comisión Europea habilitó a los Estados su puesta en marcha como medida de fiscalidad medioambiental y, también, como vehículo para incrementar las aportaciones nacionales a los fondos comunitarios.

En España, se materializó a través de la ley de residuos que se aprobó hace un año y se traduce en un tipo impositivo de 0,45 euros por kilogramo de plástico que contenga un envase. Es decir, cuanto más plástico reciclado contenga, menos se paga. De momento, España es el único país de la UE que lo tiene en vigor, pero Italia lo tiene en el calendario para 2024. Hasta junio, Hacienda ha recaudado 167 millones de euros con esta medida de fiscalidad verde.

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