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EY, una de las grandes de la consultoría, vetada en Alemania por el caso Wirecard

Logo de EY (antes Ernst & Young).

Aldo Mas

21 de abril de 2023 22:25 h

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El caso Wirecard marcó en 2020 un antes y un después en la historia de los fraudes en Alemania, y seguramente, también en Europa y en el mundo de las finanzas. Ese escándalo, en el que la empresa tecnológica germana Wirecard hinchó sus cuentas para atraer inversores en nada menos que 1.900 millones de euros que nunca existieron, sigue teniendo consecuencias. Bien lo saben en la empresa de consultoría internacional EY.

Esa firma británica forma parte de las consideradas 'Big Four', “las cuatro grandes de la consultoría internacional”, junto a Deloitte, PricewaterhouseCoopers (PwC) y KPMG. De las cuatro, fue EY la que más relación tuvo que ver con Wirecard. 

Tanto es así que la Junta de Supervisión de Auditores (APAS, por sus siglas alemanas), la autoridad federal dedicada a vigilar a las empresas de auditoría, prohibía a EY trabajar durante los próximos dos años para “empresas de interés público” o compañías que coticen en bolsa. Esta era la consecuencia de la “auditoria chapucera de los balances de Wirecard”, según recogía en sus páginas económicas el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Cinco trabajadores de EY implicados en la auditoría de Wirecard también fueron sancionados con cantidades que oscilan entre los 23.000 y los 300.000 euros. Las sanciones, en total, sumaron del orden de medio millón de euros, según el comunicado que emitía al respecto la APAS. Otros siete empleados de EY, que terminaron dejando sus empleos en la auditoria tras destaparse el escándalo de Wirecard, se libraron de sanción por haber dejado esa actividad, según recogía el diario británico Financial Times al dar cuenta del castigo de la APAS a EY. 

Dicho periódico británico fue el primero en informar de las dudosas cuentas de Wirecard, allá por 2015. Esas informaciones no sirvieron para alertar a las autoridades financieras alemanas, desde las que se ha terminado reconociendo el escándalo de Wirecard como una “vergüenza para el país”, según dijo en su momento Felix Hufeld, presidente de la Autoridad Federal Supervisora de los Servicios Financieros (BaFin, por sus siglas alemanas). Hufeld estuvo hasta 2021 al frente de dicha autoridad, que también quedó cuestionada por el caso Wirecard.

Auditores de EY debían estar al corriente de las cuentas de la fraudulenta empresa. Se supone que estuvieron encima de Wirecard y Wirecard Bank - una de las subsidiarias de la tecnológica alemana caída en desgracia en 2020 - entre 2016 y 2018. Sin embargo, en esa labor hubo “incumplimientos del deber profesional”, según los términos de la APAS, porque, entre otras cosas, no se atisbaron las trampas en las cuentas de Wirecard. 

EY estuvo auditando, durante años, las cuentas de Wirecard antes de fuera ya demasiado tarde para tapar el fraude. El escándalo explotó en junio de 2020 y acabó con el que fuera el CEO de la empresa, el austriaco Markus Braun, entre rejas. Ha pasado ya dos años en la cárcel, en prisión preventiva, pese a que aún defiende su inocencia. A principios de año comenzó a celebrarse en Múnich el juicio contra él. Se espera que el proceso judicial se alargue durante todo este 2023. 

Junto a Braun, hay otros dos altos responsables de la empresa frente a los jueces. Están acusados de delitos como fraude contable, manipulación del mercado, malversación y fraude organizado.

EY, un negocio en Alemania valorado de 2.100 millones

Pase lo que pase con Wirecard y los directivos a los que se les echa en cara el millonario fraude, para EY el escándalo ya ha dejado huellas. Es más, era el propio Financial Times el que veía a EY con la “reputación perjudicada”. 

No es lo único que ha perjudicado a EY en este 2023. El año comenzaba mal para EY en Alemania con el anuncio del despido de 380 de sus empleados además de dejar de trabajar con 40 de sus firmas asociadas. En total, un 5% de los trabajadores de EY iba a verse afectado por estos recortes, especialmente centrados en su actividad de auditoría económica y destinados a reducir costes de actividad, según han informado en la televisión pública alemana ARD.

El negocio de EY en Alemania es considerable. De acuerdo con el portal de estadística germano Statista, la firma de consultoría generó ingresos por valor de 2.100 millones de euros en 2022. EY, que emplea a unos 365.000 personas en todo el mundo, generaba el año pasado 45.400 millones de dólares (unos 41.370 millones de euros) en ingresos globales.

Según los términos de la empresa, 2022 fue un año de “récord de ingresos globales”. Privada de acceso a grandes clientes tras la decisión de la APAS, no parece que EY en Alemania pueda seguir el ritmo que lleva su negocio a nivel planetario. 

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