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FAES se apoya en un directivo de Iberdrola y un ex de Fenosa para arremeter contra el autoconsumo

El presidente de FAES, José María Aznar.

Antonio M. Vélez

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), el think tank del PP, acaba de publicar un estudio sobre el autoconsumo eléctrico que viene a alinearse con las tesis del Ministerio de Industria y de la patronal eléctrica, Unesa, partidarios de imponer un peaje a esta actividad (el conocido como “impuesto al sol”) para que los costes fijos no recaigan sobre el resto de consumidores y se evite una “subida de tarifas” de la luz para el conjunto de los usuarios.

El documento, recogido en el número 178 de Papeles de FAES bajo el título de El consumidor generador: implicaciones del autoconsumo en el sistema eléctrico, está firmado al alimón por Conrado Navarro y Juan Luis López Cardenete, dos expertos que ya han colaborado anteriormente con la fundación del PP y a los que se identifica, respectivamente, como “ingeniero de Minas, especialidad Energía y Combustibles” y “profesor del IESE”. 

Lo que FAES olvida mencionar es la fuerte vinculación de los autores del estudio con las dos grandes eléctricas españolas. Conrado Navarro lleva toda la vida en Iberdrola, la primera compañía del sector en España, a la que se incorporó en 1975 y de la que es director de Relaciones Institucionales desde enero de 2014. Anteriormente ocupó, entre otros, los cargos de subdirector de Desarrollo, consejero del gasoducto Medgaz en representación de la eléctrica y director de Desarrollo de la unidad de Gas, según recoge su perfil de Linkedin. Navarro ya participó en el libro Propuestas para una Estrategia Energética Nacional, editado en 2011 y en el que FAES abogaba por un “retorno nuclear” que cayó en el olvido tras la catástrofe de Fukushima (Japón), que tuvo lugar poco después de la publicación de ese estudio.

Por su parte, Juan Luis López Cardenete (Loja, Granada, 1954) fue durante años alto directivo de Unión Fenosa, en la que trabajó durante tres décadas. El último cargo que ocupó fue el de director general de Redes, puesto que abandonó en 2009 con una indemnización millonaria (como otros directivos de la compañía) tras la oferta pública de adquisición (opa) de Gas Natural sobre la antigua eléctrica gallega. Anteriormente, fue director general de Unión Fenosa Distribución.

En la web del IESE puede leerse que Cardenete “fue director general de Unión Fenosa y presidente de Unión Fenosa Internacional, empresa a la que se incorporó en 1978 y en la que desarrolló su trayectoria profesional en las áreas de generación, combustibles, planificación, control, estrategia y marketing”. Defensor del fracking y de la idea de que la competencia en el sector eléctrico es “atroz”, sigue vinculado al sector como consejero de OMEL, el Operador del Mercado Eléctrico, en cuyo accionariado tienen un fuerte peso las compañías energéticas. 

“Fuerte componente ideológico”

El documento de FAES sostiene que el autoconsumo “va mucho más allá de una lógica económica y tecnológica” y “tiene un fuerte componente ideológico, lo que hace que haya numerosas corrientes a favor de su desarrollo y otras, sin embargo, en contra”.

Los autores consideran que “todo usuario que esté conectado a la red, sea mero consumidor o sea autoproductor, por el hecho de estar conectado a la red y poder utilizarla en cualquier momento, deberá hacer frente a unos peajes fijos que cubren los costes fijos de la red”. De lo contrario, se estaría disfrutando de una “subvención implícita y un incentivo ineficiente para sus promotores”.

Navarro y Cardenete señalan que los costes fijos que los consumidores dejan de pagar por el autoconsumo “no desaparecen del sistema, de modo que se tendrán que recaudar del resto de los consumidores para cumplir el principio de suficiencia tarifaria”, lo que redundará en “una transferencia de estos costes al resto de los consumidores del sistema”.

Esta circunstancia provocaría “una subida de tarifas al ser menos consumidores para hacer frente a los mismos costes fijos y seguir cumpliendo el principio de suficiencia tarifaria”. Subida que a su vez generaría “un círculo vicioso”, ya que haría “más competitivo el autoconsumo, llevando a que más consumidores decidan autoconsumir y a que, en consecuencia, haya menos consumidores en el sistema para soportar los mismos costes fijos”.

Aznar, asesor de Endesa

El presidente de FAES es José María Aznar, que desde hace años es asesor internacional de Endesa, segunda compañía del sector en España (controlada por la italiana Enel), por una cantidad que nunca ha trascendido.

El denominado “impuesto al sol” está recogido en el artículo 9.3 de la Ley 24/2013, de 26 diciembre, del Sector Eléctrico, que establece que “los consumidores sujetos a cualquier modalidad de autoconsumo tendrán la obligación de contribuir a los costes y servicios del sistema por la energía autoconsumida, cuando la instalación de generación o de consumo esté conectada total o parcialmente al sistema eléctrico”, mediante el denominado peaje de respaldo. No obstante, la falta de una regulación específica, recogida en un borrador de real decreto elaborado por el Ministerio de Industria que, de momento, sigue en un cajón, tiene condenada a esta opción energética al limbo legal.

En noviembre, la patronal eléctrica reconoció, por boca del director de Regulación de Unesa, Alberto Bañón, que el autoconsumo, una opción que en Estados Unidos es una de las banderas del ultraliberal Tea Party, “sale a cuenta” siempre que al productor que consuma su propia energía no se le cobre un peaje por el uso de las redes.

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