El FMI advierte a España: el paro y los desequilibrios económicos aún amenazan la recuperación
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó España hace dos semanas cree que el saneamiento bancario progresa a buen ritmo. Sin embargo, los hombres de negro advierten de que aún hay “viento de cara” en la recuperación económica que procede de la corrección de los desequilibrios previos a la crisis, fundamentalmente el paro y los excesos de deuda y déficit así como la desinversión del sector del ladrillo.
El fondo entiende que el desempleo y la caída del PIB se “están estabilizando” y que el entorno macroeconómico muestra mejoría, aunque, advierten, siguen existiendo “riesgos” para la recuperación.
Esta tercera parte de los hombres de negro, tras ellos llegó a España otra misión de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, cree que la aplicación de las nuevas normas de juego en la banca española, como la subida de los ratios de capital (los colchones frente a crisis), están ayudando a mejorar la liquidez del sistema. Además, eso se añade a medidas claves tomadas desde Bruselas y la mejoría de la prima de riesgo en las últimas semanas.
Con todo, pide al Banco de España que mejore su vigilancia “pro activa” del sistema y que se dote de los instrumentos necesarios para continuar haciendo pruebas de esfuerzo a la banca así como simulaciones de situaciones adversas que puede atrevesar el sector. En este sentido aplaude la nueva reclasificación de activos que ha propuesto el supervisor para ser más estricto con la calidad de los balances de las entidades.
El Fondo insiste en que cualquier medida adicional que se le exija a los bancos para aumentar el capital sea mediante restricciones al reparto de dividendo y otras medidas que no supongan un desincentivo para ofrecer créditos. En ese sentido, pide también que la Unión Europea acelere medidas como la unión bancaria para que fluya el crédito.
A los parlamentarios españoles les pide que saquen adelante con prontitud la reforma de las Cajas de Ahorros y que no la suavicen en su trámite parlamentario.