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¿Por qué hay más conflicto laboral en H&M, Primark e Inditex? “Llevo trabajando 19 años y ahora gano menos”

Protestas de la plantilla de H&M ante la tienda de Gran Vía, en Madrid.

Cristina G. Bolinches

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“No tenemos manos para todo el trabajo que hay”. Así resumía una dependienta de H&M por qué han salido a la calle este mes de junio, en pleno inicio de la campaña de rebajas de verano, para protestar por sus condiciones laborales. “No tenemos manos y tampoco tenemos sueldo para llegar a fin de mes”, añadía una compañera.

“Lo voy a explicar para que se entienda. Yo llevo trabajando en H&M desde hace 19 años y ahora gano menos que cuando empecé; y tengo mucho más trabajo. Hicieron un ERE, echaron a parte de la plantilla y ahora somos menos personal en tienda. No cubren las bajas y tenemos mucho más trabajo, porque, además, hacemos los pedidos online. A ver si con esto nos escuchan”, explicaba la empleada del grupo sueco. Palabras interrumpidas por el claxon de un taxista que animaba a los trabajadores de la cadena textil en su protesta en plena Gran Vía madrileña. “Mira, los taxistas sí que nos oyen”, aseguraba la trabajadora.

Los paros parciales del personal de tienda de H&M se amplían este jueves en una jornada de huelga, convocada por CCOO y UGT, para los 4.000 trabajadores de la filial del grupo nórdico, que se repetirá el día 26. Reconocen que no querían llegar a esta situación. “Gano menos de 1.000 euros. Tengo un trabajo por horas y no llego a fin de mes. Imagina lo que me supone un día de huelga”, apunta otra dependienta pancarta en mano.

La movilización de H&M podría ser un caso único en el sector de las grandes cadenas de moda, pero no lo es. Llega después de acciones de la plantilla de Primark y de la de Inditex, que a principios de año agitó al sector con unas protestas que no tenían precedentes.

Explicamos qué está pasando en el comercio textil, por qué los trabajadores de las tiendas de estas grandes cadenas se están movilizando en un sector que va a vivir más cambios en su negociación laboral.

La falta de respuesta de H&M a los problemas de la plantilla

Para entender por qué la plantilla de H&M ha decidido movilizarse hay que mirar atrás en el tiempo, pero no hay que irse muy lejos. “En 2021, hicieron un ERE [Expediente de Regulación de Empleo] muy agresivo”, explica Ángeles Rodríguez, coordinadora de Comercio de la Federación de Servicios de CCOO. “Lo plantearon para 1.000 personas, aunque lo conseguimos rebajar a 400”, apunta. También comunicó el cierre de una treintena de establecimientos. “Cada vez hay menos personal en tienda, hay una sobrecarga de trabajo enorme y la plantilla ya no puede más”, ahonda.

Como derivada de esa situación, en pleno despegue de la inflación, los representantes sindicales y la empresa sellaron a finales del pasado año un acuerdo por el que la multinacional abonaba 500 euros en un pago único, no consolidable, a toda la plantilla y ponía en marcha una mesa de diálogo para tratar los problemas que ahora se evidencian en los paros: exigencia de más plantilla y de mejoras salariales. 

“Hemos estado seis meses negociando, intentando buscar soluciones y la empresa no ha dicho nada. El lunes estuvimos en el SIMA [el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje] intentando llegar a un acuerdo y nada. Fue imposible”, añade Ángeles Rodríguez.  “Estuvimos más de 12 hablando, intentando un acuerdo, para que actualizaran la propuesta de la empresa y no la hubo”, matiza José Luís Vila Blanco, responsable de Acción Sindical de Comercio de UGT.

H&M indica a través de un comunicado que recoge Europa Press que, tras los paros parciales de este martes, ofreció a los sindicatos mejoras laborales, tanto en lo relativo al refuerzo de plantillas como a las retribuciones. Algo que, asegura la compañía, se ha rechazado. 

“La empresa no ha movido ficha”, matiza Vila Blanco. “Yo esperaba que el SIMA fuera un punto de inflexión. Nosotros hemos intentado buscar el acuerdo”, añade. “Estamos hablando de una plantilla de 4.000 personas, mermada desde hace mucho tiempo, con una mayoría de contratos de 24 horas semanales. Hay centros con dos plantas que cierran tres personas”, critica.

“H&M tiene 45 convenios diferentes”, argumenta la responsable de CCOO. “Cobra menos una persona que trabaja en tienda en Madrid que en Barcelona”. La mayoría de los trabajadores, según reconocían en su concentración en Gran Vía, tiene contratos a tiempo parcial, lo que hace difícil superar la barrera de los 1.000 euros al mes. “Lo que planteamos es un sistema de incentivos por ventas. Eso es bueno para la empresa y es bueno para el trabajador”, añade Rodríguez. 

En la misma dirección señala el responsable de UGT, que indica que la empresa ha planteado la opción de marcar un sistema de incentivos. “Pero eso puede ahogar aún más a la gente”. Los mandos −encargadas de tienda, por ejemplo− tenían complementos salariales que se han absorbido. “Llevan años sin subidas salariales. Y, al margen, la empresa tiene que ver por qué tiene tantas bajas”, asegura Vila Blanco.

“Si en Inditex se ha podido, nosotros también”

Lo que está ocurriendo en H&M es muy similar a lo que pasó hace unos meses con Primark y, antes, con Inditex. Los sindicatos explican que el trasfondo es la estructura del comercio, donde el esquema laboral se ha basado en los trabajos a tiempo parcial y un modelo de salarios “no muy elevados”.  

En el caso de la compañía de origen irlandés, sus trabajadores se movilizaron en febrero para reclamar una subida salarial en su convenio colectivo −Primark sí tiene uno propio− que recogiera la evolución del IPC, mejorar la retribución por los domingos trabajados y aumentar las horas de contrato de los trabajadores a tiempo parcial. Peticiones que no distan de las reclamadas a la multinacional sueca. En el caso de la 'low cost', la subida pactada en marzo alcanzó el 18% en tres años.

Y, solo tres meses antes, ocurrió algo similar con Inditex. Los trabajadores y trabajadoras de las tiendas del grupo gallego salieron a la calle en A Coruña y en Madrid para pedir subidas salariales en un movimiento de protesta que no tenía precedentes en la compañía dueña de Zara.

Manifestaciones que también se saldaron con acuerdo. Por primera vez, Inditex pactó un suelo salarial de 18.000 euros para todos los trabajadores de las tiendas, de todas las marcas, independientemente del territorio y el convenio provincial que se aplique. A ellos se suman, según lo pactado, incentivos por antigüedad, nocturnidad o comisiones. “Los paros en Inditex fueron una luz. Si se hace ahí, por qué no se va a hacer en otras empresas”, reconoce la responsable de Comercio de CCOO.

Un nuevo convenio a la vista

Toda esta situación de conflictividad se plantea en un momento de transformación del modelo de negociación laboral de las grandes del comercio.

A finales del pasado año, Inditex, junto con H&M, Primark y Uniqlo −también se ha sumado Mango− impulsaron la creación de la primera patronal que las agrupa en toda España para defender sus intereses como cadenas textiles de gran consumo, al margen del pequeño comercio especializado.

Se trata de la Asociación Retail Textil España (ARTE), que nació con el propósito de impulsar la negociación colectiva propia. Y así va a ser. Hace solo dos semanas, ARTE convocó a los representantes de CCOO, UGT, Fetico, ELA, LAB y CIG para sentarse a negociar “el primer convenio colectivo estatal del sector de comercio textil y el calzado”.

La primera reunión será el próximo 17 de julio, apuntan fuentes sindicales, en un diálogo que puede durar meses y que puede marcar nuevas reglas de juego para los trabajadores de estas empresas. Pero siempre, indican, que las condiciones se igualen hacia arriba y no hacia abajo.

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