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Industria se arremanga para remontar el bajo ritmo de adjudicaciones de los fondos europeos

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, interviene en la Feria Internacional de Turismo (FITUR).

Daniel Yebra

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El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo busca soluciones para remontar el bajo ritmo de adjudicaciones del Plan de Recuperación. Esta rama del Gobierno, una de los más importantes en el despliegue de los fondos europeos, solo ha adjudicado 3 de cada 10 euros de los convocados hasta 2022, sin incluir licitaciones y transferencias a las comunidades autónomas, según un informe del Observatorio NextGen de LLYC.

Se trata del ministerio que menos ha adjudicado hasta ahora, según se observa en el gráfico extraído del estudio de la consultora española, y eso que esa fase del despliegue de los fondos europeos no implica el desembolso final del dinero. Un gasto definitivo que según otro informe de Fedea “estaría al 30%-40% de los previsto inicilamente en total”. La situación es asumida como preocupante en diferentes sectores económicos cuando ha habido un baile de nombramientos en el Ministerio y se espera que en breve Reyes Maroto deje el cargo de ministra de Industria, Comercio y Turismo, ya que es la candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid.



La principal razón de este bajo ritmo en la adjudicación de Industria es el PERTE (Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) del motor, oficialmente VEC (Vehículo eléctrico y conectado). “La escasa concurrencia y baja asignación de fondos de la convocatoria relativa a la línea integral del PERTE VEC es responsable de la no adjudicación de más de 2.100 millones de euros”, apunta el estudio de LLYC.

Pero hay más: “250 millones sin asignar relativos a la ayudas a obtención de avales por parte de PYMES en el marco de la guerra de Ucrania y a la obtención de financiación para PYMES industriales” y “350 millones de euros sin adjudicar relativos a ayudas a la innovación, digitalización y sostenibilidad de la industria española de diversa índoles (conectividad, industria manufacturera, sector salud, etc.)”.

Ante estos datos, que evidencian los problemas en la adjudicación del Plan de Recuperación, el Ministerio prepara la reedición del PERTE del motor con nuevo secretario general del Industria y Pyme, Francisco Blanco, que fue nombrado inesperadamente a finales de 2023 en sustitución de Raül Blanco.

Fuentes del Ministerio aseguran que ni el periodo de adaptación de Blanco ni el relevo de Maroto, que todavía se desconoce cuándo será aunque las elecciones municipales son en mayo de 2023, son un problema añadido en el despliegue de los fondos europeos, “que marcha a buen ritmo”, según defienden. Este mismo martes, el Consejo de Ministros nombró a José María López Martínez como comisionado para el PERTE VEC para “reforzar su despliegue”.

Un nuevo PERTE del motor

La propia ministra admitió este jueves en FITUR que se ha realizado “un análisis de cuáles son los elementos que han dificultado o la presentación de proyectos o la propia evolución de proyectos, que han quedado fuera del parámetro de la financiación. Y, por lo tanto, efectivamente vamos a presentar una nueva línea con mejoras importantes y una de ellas es que vamos a poder tener abierta más tiempo la ventana para que nos presenten proyectos”, añadió.

Según Reyes Maroto, “es muy buena noticia, porque se están decidiendo ahora las inversiones pero no todos los fabricantes tienen el mismo cronograma a la hora de tomar las decisiones en el caso de la inversión en España. De esta manera, les damos un poquito más de tiempo para que configuren los proyectos, sabiendo también que la ventana de oportunidad de los fondos europeos tiene un periodo de ejecución, hasta 2026, y, entonces, incorporamos esta mejora, pero también siendo conscientes de que 2023 va a ser clave para el despliegue de los fondos europeos y que es necesario el compromiso con el fin del plazo en 2026”.

Industria vuelve a ser clave en 2023 para el Plan de Recuperación, según lo recogido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Ante este papel crucial, Maroto destacó “la curva de aprendizaje que hemos tenido en el caso del PERTE I” del motor.



“Ford salió del PERTE porque hubo un cambio en el proveedor tecnológico y eso hizo que tuvieran que modificar el proyecto”, relató. “Otro ejemplo es Stellantis, que no pudo presentar su gran proyecto de plataforma para las tres plantas [en España] porque estaban terminando de definir las inversiones y, sobre todo, el modelo de negocio”, prosiguió.

“Una flexibilización de los plazos encaja mejor con sus tiempos de decisión respecto a las inversiones que quieren acometer en nuestro país”, concluyó la Ministra. Lo cierto es que las automovilísticas incluyen otras exigencias, relacionadas con los objetivos del PERTE. Renault, por ejemplo, pide que los proyectos contemplen los vehículos híbridos, hasta ahora excluidos.

El problema de los plazos

Sobre los plazos, más allá de las circunstancias concretas de los grandes grupos del sector del motor, el informe de LLYC resalta que “la dilación en el plazo de adjudicación de convocatorias, 139 días de media, ha influido también en el ritmo lento de ejecución registrado en el año 2022”. Los tiempos se alargan más en los convocatorias que implican competencia, según se ve en el gráfico.



En el informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) se señala el contraste entre el “consistente” despliegue del Plan de Recuperación y los problemas en el gasto final. El centro de análisis celebra que se ha puesto en marcha cerca de un 70% de los desembolsos de los fondos europeos previstos inicialmente en total, pero calcula que la ejecución definitiva estaría al 30%-40%.

“Desde el arranque del Plan de Recuperación en el verano de 2021 hasta el momento, se ha puesto en marcha (mediante convocatorias de ayudas y licitaciones de contratos o transferencias a las Comunidades Autónomas) casi el 70% del gasto originalmente previsto, lo que supone una 'tasa de arranque' del 23% por semestre que, en principio, sería consistente con el plan original (sin la Adenda) en 2023”, explica Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la fundación.

Hace apenas unas semanas, otro estudio del Observatorio Fondos Next Generation EU EsadeEcPol-EY Insights indicaba que “es factible afirmar que el ritmo adquirido [en las convocatorias] en estos últimos meses ha sido más que significativo”.

“Dicho esto, las concesiones siguen aún a un ritmo mucho más lento, al depender de procedimientos administrativos que exigen de una mayor complejidad y, por ello, de mayores períodos de realización”, finalizaba.

El informe de Fedea incluye otras razones que podrían estar influyendo en la lentitud del gasto final. “La experiencia de los PERTE más avanzados muestra indicios de ciertas dificultades para atraer suficientes solicitudes de calidad para agotar las ayudas disponibles, especialmente en las convocatorias destinadas a empresas”, comenta.

“Presumiblemente con el objetivo de mitigar estos problemas, el Gobierno está comenzando a revisar las órdenes de bases de algunos grandes proyectos para simplificar las condiciones exigidas y hacerlas más atractivas para las empresas”, apunta.

Adenda al Plan de Recuperación

A finales de 2022, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, presentó las principales características del proyecto de la adenda al Plan de Recuperación. “Se trata de la segunda fase para el despliegue total de los fondos europeos que le corresponden a España”, defendió. En total, 160.000 millones, que “aumentarán el nivel del PIB (Producto Interior Bruto) en hasta 3 puntos porcentuales hasta 2031”.

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