La pobreza entre los niños se agravó el año pasado en España pese al crecimiento económico

La pobreza infantil en España aumentó el año pasado pese a que fue un año de crecimiento económico para el país. Los últimos datos publicados por el INE al respecto, de la Encuesta de Condiciones de Vida correspondiente a 2019, apuntan que la tasa de pobreza entre los menores de 18 años se incrementó el año pasado hasta el 27,4%, desde el 26,8% del año anterior. Esto quiere decir que más de uno de cada cuatro menores en España vivían en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza. En el resto de grupos de edad, el dato de pobreza se redujo, así como en la media total de la población en España que indica que una de cada cinco personas (20,7%) vivía con una renta inferior al umbral de la pobreza en 2019, frente al 21,5% que lo hacía el año anterior.

Este es el escenario más actualizado de la situación de la pobreza en España previo a la irrupción de la pandemia y a la crisis que ha derivado de ella. La ONG Save the Children teme que las dificultades ocasionadas por el coronavirus arrojen a la pobreza a más de medio millón de niños este 2020 y eso pese a la puesta en marcha del ingreso mínimo vital contra la pobreza a nivel estatal, que aún está por ver su alcance y que en este 2020 puede tener efectos limitados hasta que logre desplegarse por completo.

La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2019 recoge que el ingreso medio por persona alcanzó los 11.680 euros, cifra un 2,3% superior al dato registrado el año anterior. El umbral de pobreza, es decir, el 60% de la renta mediana de la población, se situó en los 9.009 euros, un 1,6% más que en 2018, para hogares de una sola persona. Así, las personas que estaban en riesgo de pobreza en España son aquellas que ganaban menos de esa cantidad al año o menos de 18.919 euros anuales en hogares formados por dos adultos y dos menores de 14 años. El INE mide la pobreza en términos de desigualdad, es decir, son pobres quienes tienen unos ingresos reducidos en relación al nivel de vida de esa sociedad.

Además de la tasa de pobreza, el INE también ofrece datos sobre la tasa de pobreza y exclusión social (AROPE) que utiliza la UE y que, además del riesgo de pobreza monetaria, tiene en cuenta la baja intensidad del empleo y la carencia material severa en el hogar. De nuevo, aunque el dato general de la población en riesgo de pobreza y exclusión social se redujo en 2019 (del 26,1% al 25,3%), en el grupo de los menores de edad el problema se agravó. La tasa aumentó del 29,5% entre los menores de 18 años en 2018 hasta un 30,3% el año pasado. Casi uno de cada tres niños, niñas y adolescentes estaba en riesgo de pobreza y exclusión social. En 2018, España fue el segundo país de la UE con mayor pobreza infantil.

Otro de los datos más elevados de pobreza en España se encuentra en los hogares monoparentales, aquellos formados por un solo adulto con uno o más niños a cargo. La gran mayoría de ellos, en torno al 80%, están encabezados por mujeres. Aunque se redujo, la tasa de pobreza en este tipo de hogares alcanzó al 41,1% en 2019, frente al 22,6% de tasa de pobreza de los hogares formados por dos adultos con uno o más menores a cargo y el 20,7% de media, por ejemplo. Si se atiende al indicador AROPE, la pobreza y exclusión social alcanza al 46,8% de las personas que vivían en hogares monoparentales, un dato altísimo, pero que se reduce respecto al 50% del año anterior.

En función de la actividad, destaca que el 13,2% de las personas con trabajo vivían el año pasado por debajo del umbral de la pobreza en España, solo unas décimas menos que en 2018 (13,8%). El riesgo de pobreza se redujo entre las personas desempleadas, pero los niveles sigue siendo muy altos y muy superiores a la situación previa a la crisis financiera de 2008: un 43,2% de los parados en España vivía el año pasado con ingresos inferiores al umbral de la pobreza frente al 31,3% del año 2008.