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La multinacional Logista indemniza a una trabajadora a la que despidió tras denunciar el acoso sexual de un directivo

Sede de Logista en Leganés (Madrid).

Antonio M. Vélez

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La multinacional española Logista ha acordado indemnizar a una trabajadora a la que despidió en abril, un año después de denunciar ante sus superiores el acoso sexual de un directivo. Logista, que obligó a la afectada a grabar a su superior para “tener pruebas contra él”, prescindió del directivo y, meses después, de la empleada, que tras el acoso llegó a pedir una baja por depresión. La empresa acaba de reconocer la improcedencia del despido tras recibir una demanda y la visita de un inspector de Trabajo.

El pasado 30 de abril, con España confinada por la pandemia, Logista comunicó a Tamara (nombre supuesto para proteger su identidad) su despido disciplinario tras diez años en la empresa. El motivo, “bajo rendimiento y desobediencia”. “Para poder empezar a arreglar los papeles tuve que esperar mes y medio”, recuerda la joven, cuya historia, dice, parece de “ciencia ficción”.

Tamara era comercial en Logistadis, la filial de distribución de productos de conveniencia a estancos y gasolineras de Logista, que tiene el monopolio de la distribución de tabacos en España. Su calvario arranca en abril de 2019, tras la llegada a la filial de un nuevo director Comercial, D. C.

En una visita a estanqueros junto al directivo recién fichado como parte de su proceso de formación, este “mantuvo un comportamiento verbal de naturaleza sexual llegando físicamente a ponerle la mano en su pierna mientras ella conducía, creando un entorno intimidatorio, degradante, ofensivo e indeseable”, se lee en la extensa denuncia que Tamara presentó para reclamar la nulidad de su despido, y que ha tramitado en los últimos meses el Juzgado de lo Social 30 de Madrid.

La demanda relata cómo el directivo, en una visita a un estanco, “cuando ella se acercó a su bolso a coger su móvil, le dijo que el estanquero estaba más pendiente de sus tetas que de lo que le estaba explicando”; que le realizó “multitud de preguntas de contenido personal y sexual, entre otras, que si tenía novio”, “si tenía Tinder”, “si tenía tatuajes, que dónde, e insistiendo en que debía enseñárselos”.

“Insistió constantemente en que ella debía conducir el coche, a lo que la trabajadora iba poniendo diferentes excusas, hasta que le dijo que era su Jefe y que se lo ordenaba, sintiéndose observada durante todo el trayecto, y colocándole la mano en la pierna”. Esa misma noche, “le envió foto por whatssap, a la 1:20 de la mañana”, relata la denuncia.

A preguntas sobre este asunto, “Logista desmiente categóricamente que se haya producido ningún despido relacionado con el uso del canal interno de denuncias que tiene la compañía para cualquier conducta que no sea acorde a su Código Ético. La compañía está muy comprometida con las personas para que desarrollen su máximo potencial profesional en un entorno seguro e íntegro. Por ello, cuenta con políticas y procesos específicamente diseñados para fomentar este entorno”, dice en un correo electrónico la empresa, que cotiza en Bolsa y pertenece a la tabaquera británica Imperial Brands.

Tamara no utilizó ese canal interno que menciona Logista para denunciar el acoso. Pero sí dejó constancia del mismo por escrito, como detalla su demanda y ha ratificado la Inspección de Trabajo: “La trabajadora se sintió intimidada y coaccionada, consciente de la gravedad de la situación y con temor a denunciarlo dado que era su superior jerárquico, por lo que decidió trasladarlo a su superiora inmediata, Dª Daniela Martín, explicándole lo sucedido en un correo electrónico enviado tres días después, en fecha 28 de abril de 2019”, dice la denuncia.

La demanda detalla un sistemático “acoso moral” a la trabajadora antes y, sobre todo, tras ese episodio, por parte de Martín, que según su LinkedIn, fue ascendida por Logista el pasado septiembre a “jefa comercial de Madrid Asturias”.

Grabarle “durante horas”

Tras ese correo a Martín, la respuesta del máximo responsable de Logistadis, Luis Egido de la Hera (hijo del anterior consejero delegado de Logista, el fallecido Luis Egido Gálvez), fue citar a Tamara ese día (un domingo) en una taberna andaluza en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Allí, le instaron a volver a acompañar al directivo y grabarle para “tener pruebas contra él”, según el escrito: “En un entorno poco profesional, D. Luis Egido presionó indebidamente y reiteradamente a la trabajadora para que participara en un episodio de grabación”, dice la denuncia.

“Me obligaron a grabarlo porque dijeron que confiaban en mí pero no tenían pruebas”, recuerda Tamara. “Fue idea de Luis Egido de la Hera y de Daniela”, añade.

Tras tener que volver a acompañar a D. C. al día siguiente para grabarle “durante horas”, este “le pidió disculpas por cómo se había comportado con ella y por haberla tocado”, recoge la denuncia.

Esta asegura que, tras el acoso del directivo y su posterior despido, la superior inmediata de Tamara “rebajó, por un tiempo, la presión que venía ejerciendo sobre la trabajadora. Pero, al poco tiempo, continuó con el hostigamiento y ataques sucesivos”, que la fueron colocando “en una posición de inferioridad, de inseguridad en sí misma, de pérdida de autoestima y finalmente, depresión y ansiedad”, hasta que pidió la baja médica en septiembre. Tras su vuelta en noviembre, continuaron “de manera más persistente las críticas y reproches” para cuestionar “su competencia y diligencia profesional”, hasta su despido en plena pandemia.

“Comentarios sexuales y desproporcionados”

En julio, el juzgado de lo Social 30 de Madrid reclamó a la Inspección de Trabajo un informe sobre los hechos que fue evacuado el 1 de diciembre. El inspector recoge los “comentarios sexuales y desproporcionados” del directivo, el envío de ese correo electrónico de Tamara a su superior denunciando los hechos, y cómo el mes pasado la empresa reconoció que “tuvo conocimiento de la problemática de la trabajadora” con el directivo, aunque sus representantes legales aseguraron “que éste salió de la empresa por no superar el periodo de prueba”.

El informe de la Inspección, cuyas actuaciones han decaído tras el acuerdo de conciliación entre las partes, también resume el resultado de las evaluaciones de desempeño de la trabajadora en 2017, 2018 y 2019. Todas positivas, incluyendo la que realizó en diciembre su inmediata superior, Daniela Martín, que, indican varias fuentes internas, tiene una relación muy cercana con Luis Egido.

Este joven directivo, ascendido cuando su padre, factótum de Logista, era su primer ejecutivo, es el mismo que en octubre, con España en riesgo extremo de pandemia y tras decretarse el segundo estado de alarma, convocó a delegados de Logista en 35 provincias a acudir a reuniones presenciales a la sede de la empresa en Leganés (Madrid).

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